Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Sergio Gallardo
En esas condiciones, nuestro
prócer ‘Moto’ Méndez comprende que vive los últimos momentos de su vida, por lo
que decidió dictar su testamento, el mismo que, según Elías Vacaflor Dorakis,
“fue elaborado por el escribano don Agustín de Mendieta el 2 de mayo de 1849 en
una de las celdas —llamada ‘el diablillo’— del Cabildo de Tarija.
Si bien doña Francisca
Ruiloba de O’Connor, la noche del 2 de mayo, luego de muchas gestiones, sacó al
moribundo de la celda para llevarlo hasta su casa con la esperanza de salvarle
la vida, ya fue muy tarde porque en las primeras atenciones se comprende que su
muerte es inevitable. De todas maneras se trató de un gesto loable desde todo
punto de vista, aunque no se haya logrado el objetivo porque el asesinato a
nuestro héroe de la emancipación terminó consumándose el 4 de mayo de 1849.
Conclusiones
Nuestro héroe legendario,
Eustaquio Méndez Arenas ‘el Moto’, fue cruelmente asesinado por la derecha
oligárquica y fascista, aunque luego trataron de borrar semejante atrocidad,
como textualmente lo señala el historiador Édgar Ávila Echazú: “Debemos
lamentar que, hasta hoy, no se haya encontrado documentación alguna sobre ese
tan luctuoso acontecimiento, y sobre el exacto lugar donde fuera enterrado
Eustaquio Méndez. Ni siquiera sabemos qué disposiciones se tomaron para su
entierro o si recibió algún homenaje; aparte, claro está, del que debió
rendirle (…) sus viejos camaradas montoneros, inermes para no solo repudiar a sus
asesinos, sino para vengar el aleve crimen”.
Los españoles le cortaron la
mano derecha a Eustaquio Méndez Arenas. La orden la dio el general José de la
Serna y la ejecutó el Cnel. Antonio Vigil a fines de agosto de 1818, luego de
atrapar a Méndez en una de esas escaramuzas (Elías Vacaflor Dorakis). La
derecha oligárquica, que ocupó el lugar de los españoles, asesinó a nuestro
‘Moto’ Méndez el 4 de mayo de 1849. Lo que quiere decir que en algunos casos el
colonialismo interno resultó aún más grave que el colonialismo externo.
Los que asesinaron al ‘Moto’
Méndez son los mismos que asesinaron a Gualberto Villarroel por el delito de
haber manifestado: “no soy enemigo de los ricos, pero soy más amigo de los
pobres”. Son los mismos que torturaron y asesinaron a Pedro Rivera, a Marcelo
Quiroga Santa Cruz y a Luis Espinal; son los mismos que torturaron a Nilo
Soruco, a Norma Galvez y a tantos otros patriotas.
Los únicos que tienen derecho
a rendir sincero homenaje a nuestro prócer de la independencia, al Cnel. Eustaquio
Méndez Arenas, somos los que continuamos su lucha. Ahora en contra del
colonialismo interno y neocolonialismo, en contra de quienes quieren retomar el
poder para volver a vender Bolivia. No la derecha hipócrita y vendepatria,
heredera de la mentalidad colonial que tiene como objetivo supremo el
enriquecimiento propio, así como viabilizar el enriquecimiento extranjero a
través del saqueo de nuestros recursos naturales, a costa del subdesarrollo de
Bolivia y la pobreza de las bolivianas y bolivianos.
Por tanto, si nuestro prócer
de la independencia Eustaquio Méndez Arenas ‘el Moto’ reviviera, al igual que
defendió al gobierno de Manuel Isidoro Belzu, defendería al gobierno de nuestro
hermano presidente Evo. Y a los neoliberales vendepatria, herederos de la
derecha oligárquica y colonial que lo asesinaron con tanto odio, los escupiera.
(Publicado en La Voz de Tarija)
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