Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Adriana
Guzmán
A pesar
de que hay varios conflictos en el país, muestra del ataque no sólo de la
derecha nacional mediocre, farandulera y nada creativa, sino de la derecha
transnacional, está el conflicto de los productores de leche con la PIL, al que
el gobierno no le tira pelota. Estamos hablando de la leche, elemento base de
la nutrición de las wawitas para que puedan crecer sanas y fuertes como dicen
las propagandas. El Vivir Bien sólo es posible si tenemos vida, vida sana,
saludable y por eso recuperar la leche para el pueblo (porque ahora está en
manos de PIL Andina S.A.) es parte de la profundización del proceso. Esa
profundización que andamos buscando.
La PIL
aparece con las llamadas privatizaciones que hicieron los gobiernos
neoliberales donde Samuel Doria Medina tenía su parte, la infraestructura y
maquinaria pertenecían a las Corporaciones Departamentales de Fomento al
Desarrollo que intentaban ser el vínculo entre el Estado y la pequeña
producción para abastecer al mercado interno con leche de buena calidad a
precio accesible, generando recursos propios para territorio. Quebrado este
modelo vino la transnacional PIL a poner la marca, a aprovecharse de lo hecho.
Actualmente
la relación entre la PIL y los productores de leche, en su mayoría mujeres, es de
tipo capitalista, colonial y racista. Incomprensible en un proceso de cambio.
La PIL se capitalizó vendiendo acciones incluso a los pequeños productores, lo
que es un requisito para comprarles la leche. Les exigió que incremente su
producción, comprando más vacas, ordeñadoras mecánicas, tanques de conservación
y más, para eso se prestaron plata de los bancos que ahora no pueden pagar,
además les exige que compren el alimento balanceado de la misma PIL y así tiene
el negocio redondo.
Es una
relación colonial porque del pago a los pequeños productores se les descuenta
el alimento balanceado, se les da “pulpería”, es decir, les pagan en productos
de la propia PIL como yogurt, jugos, leche chocolatada, sardinas, fideos, helados,
café –la mayoría traídos del Perú que capaz ni necesitan–, también les dan
margarina porque según el gerente de PIL Pablo Vallejo: “la mantequilla es para
las ciudades, no para el campo”. ¿Qué diferencia existe entre Vallejo y los
terratenientes que tenían en servidumbre a los guaraníes y les “pagaban” con
coca y chinelas?
Por si
fuera poco la PIL, que se ha declarado casi en quiebra, que dice que no gana
nada, aunque su gerente cobra 150 mil bolivianos mes, sostiene que tiene que
pagar la leche al precio internacional. Hoy el pequeño productor en Cochabamba
sólo puede vender 30 litros a la PIL a 3.70 bolivianos el litro, pero como
produce más puede entregar hasta 50 litros extras a 1.40 bolivianos que es el
precio internacional y hay que seguir las reglas del mercado.
¡Qué nos
importa el precio internacional! ¿Acaso exportamos leche? En cualquier parte de
Bolivia nos venden el litro a 6 pesos aunque la PIL lo reciba casi regalado. No
es posible que la ministra de Desarrollo Productivo diga que es un problema
entre partes y deje solos a los productores en la negociación, no es posible
que las organizaciones dejemos que este “modelo productivo” de la explotación,
el cinismo y la impunidad sea la forma de llevar la leche a nuestras casas; no
es posible en un proceso de cambio. Hay que recuperar la leche para el pueblo,
hay que nacionalizar la PIL compañero Presidente ¡No más 1ro de mayo sin
nacionalizaciones!
Feminista
comunitaria.
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