Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: José Pimentel Castillo
Los resultados financieros de la gestión 2015 de la Empresa Minera Huanuni (EMH) han llamado a la preocupación y reflexión de la parte ejecutiva de la empresa, el Gobierno y los propios trabajadores. Se han formulado muchas preguntas: ¿fue correcta la absorción del sector cooperativista a las planillas de la empresa?, ¿es sostenible el funcionamiento de la empresa y cómo?, ¿la disminución de la fuerza laboral es la solución?, ¿es necesaria y positiva la participación de los obreros en la gestión empresarial?
Consideramos que la explotación del yacimiento de Posokoni por un solo actor minero es acertada y necesaria. La experiencia nos muestra que cuando dos o más sectores están en un mismo yacimiento es latente que surjan futuros conflictos, no solamente sociales, y que pueden convertirse en problemas políticos. El desafío era formular un proyecto que haga sostenible a la empresa, por lo que se planteó como meta la explotación de 3.000 TMB/día (Toneladas Métricas Brutas al día).
¿Cómo hacerlo? Se hizo la consultoría para el diseño final del ingenio (2009), se establecieron los niveles de reservas de mineral, se planificó la explotación y extracción masiva, se planificó la dotación de agua y la construcción del dique de colas. Era una enorme inversión: 100 millones de dólares, pero que se justificaba por los réditos económicos que se esperaban.

Mientras tanto, ¿cómo mantener la producción y sostener la empresa? No había alternativa sino entrar en un proceso de transición en que se mantenían tanto la forma individual de producción artesanal como la industrial. A la primera se la cualificó con producción selectiva y con apoyo de la empresa en la dotación de maquinaria, seguridad industrial, materiales, etc. Por esta producción se pagaba un precio según la cantidad y calidad del concentrado. Paralelamente, se continuó con la producción convencional o industrial. Los resultados de esta forma de hacer las cosas fueron positivos, lo que se ilustra con el cuadro adjunto.
Se muestra elocuentemente que lo positivo ocurrió hasta 2012. Hasta esa fecha se puede decir que las inversiones programadas se podían efectuar con recursos propios de la empresa; así, en 2011 se adjudicó la construcción del ingenio, por un monto de 50 millones de dólares, se encaró la construcción del dique de colas y de la rampa de la mina (con maquinaria pesada comprada específicamente para esto, la cual debía ser operada por la empresa). Estas inversiones significaron 10 millones de dólares. Asimismo, se compró un Raise Boring para la perforación de chimeneas con un costo de 10 millones de dólares.

Lamentablemente, los tiempos de ejecución no fueron coordinados y sufrieron un retraso: en febrero de 2015 se entregó el ingenio y no se tenía ni dique ni agua ni la mina estaba preparada para garantizar carga a dicho ingenio. Aunque así y todo se podían iniciar pruebas y ajustes, con instalaciones transitorias.
Lo peor es que cambiaron los criterios técnicos para solucionar el problema. Se consideró que la construcción en forma directa iba a llevar más tiempo y ser más cara, por lo que se optó por la modalidad de adjudicar las obras a empresas privadas. Naturalmente, para este trabajo la EMH ya no tenía recursos, por lo que se los solicitó al Gobierno, concediendo éste un fideicomiso de 50 millones de dólares, para encarar los proyectos ligados al plan estratégico de la EMH —extraer 3.000 TMB/día. Aunque estos recursos fueron concedidos en noviembre de 2014, su ejecución fue prácticamente nula hasta ahora.
Todas estas circunstancias muestran que no se dio la importancia debida al proyecto estratégico, pues se priorizó los problemas inmediatos de la producción, convirtiéndose la forma de trabajo circunstancial en lo dominante. La producción en ingenio representa el 40% de la producción, mientras la guía mina y selectiva, un 60%. Por otro lado, los precios de compra de mineral a los trabajadores se fueron elevando en la medida en que subía el precio internacional del estaño; cuando este precio internacional bajó, no ocurrió lo mismo con los precios de compra de minerales a los obreros, produciéndose una pérdida en el balance de la empresa, situación que hoy tiene que ser enmendada.
Sostenemos, por tanto, que las fallas en Huanuni se deben a problemas de gestión administrativa y no a la inviabilidad del proyecto; es en esa convicción que el gobierno del presidente Evo Morales ha dado un nuevo apoyo financiero a Huanuni, para que cubra sus deudas con proveedores, garantice cubrir sus gastos de operación y así lograr una utilidad en esta gestión, lo que le permita cubrir, a largo plazo, sus obligaciones financieras.
Mientras tanto, el derrotero será poner en marcha el plan estratégico. El nuevo modelo garantiza una utilidad de 30 millones de dólares por año, con el actual nivel de precios (7,20 USD/lb.) y una recuperación del 75% del estaño en el ingenio, una ley de cabeza de 1,70 y una utilización del 80% de la capacidad instalada del ingenio.
Sin embargo, se debe enfrentar problemas externos, como la oposición de algunas comunidades que evitan el uso de agregados para la construcción del dique de colas, exigiendo puestos de trabajo. Por otro lado, la ley tributaria obliga a las fundiciones a pagar 13,5% sobre el precio internacional del metal, por concepto del IVA en transacciones internas: esto ha llevado a que Vinto deba a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y a la EMH algo más de 9 millones de dólares, al no haber saldado su deuda con Cedeim.
En conclusión: Huanuni es promisorio, la experiencia lo reitera; las políticas estratégicas no pueden depender de la voluntad individual, hay que persistir sobre ellas, el control social de los trabajadores solo se justifica si se cuida el bien común. La esperanza está en nuestras manos, asumamos el desafío.
y Twitter: @escuelanfp
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