Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Agustín Tarifa Camacho
Entre los días 12 y 13 de mayo de 2016, por medio de un comunicado, se informa a todas y todos los trabajadores de ENATEX, que se haría una desinfección de plagas en cada una de las plantas. El 14 de mayo, se da a conocer el Decreto Supremo Nº 2765 que modifica la naturaleza jurídica de la Empresa Nacional Textil – ENATEX y su estructura para pasar a ser Servicio Nacional Textil – SENATEX; asimismo se dispone la cesación de operaciones industriales de ENATEX y la desvinculación de los trabajadores con la respectiva cancelación de obligaciones sociales en los plazos establecidos por la normativa laboral vigente. En otras palabras, se dispuso del despido de aproximadamente 1000 obreros y obreras so pretexto de hacer una desinfección del lugar.
Dos elementos para tomar en cuenta de este hecho; el primero, que ENATEX desde hace un tiempo atrás venia presentando pérdidas, ya que los costos de producción era hasta tres veces más de lo que una prenda costaba en el mercado, aspecto que era progresivo desde 2012 cuando Marcos Iberkleid acepta vender la otrora América Textil (AMETEX) al Gobierno boliviano, quien por su parte le daría un nuevo impulso a fin de salvaguardar a la industria manufacturera del país. El segundo elemento, es que en la perspectiva de preservar la economía del Estado y en legítimo uso de sus atribuciones como Estado, se determina cambiar de actividad de producción textil a servicios textiles, reduciendo drásticamente la capacidad variable de los costos (obreros) para hacerla más rentable.
Aquí se devela la primera contradicción. En lugar de concertar y consensuar este cambio con los actores principales, se decide por aplicar una medida de shock, que no toma en cuenta los derechos de las y los obreros al tomarlos por sorpresa y utilizar el engaño como distracción para luego dejarlos sin una fuente de trabajo, pero dispone de realizar todas las liquidaciones que por Ley corresponde. En natural reclamo y defensa de sus derechos, el día lunes 16 de mayo, las y los obreros al verse despedidos, determinan la movilización general en contra de la medida antiobrera por parte del gobierno popular de los trabajadores; lo cual se presentaba como una afrenta en momentos en el que el proletariado fabril de Bolivia se disponía a conmemorar un nuevo aniversario de la masacre de 1950.
El sindicato de ENATEX junto a su ente matriz la Federación Departamental de Trabajadores Fabriles de La Paz, disponen como medidas de lucha y defensa de los derechos de las y los trabajadores, exigir la derogación del Decreto 2765 e inmediata apertura de las plantas de ENATEX, al mismo tiempo se determina la toma de las instalaciones ubicadas en la Villa Fátima. He aquí la segunda contradicción, los hechos rememoran la huelga de 1950 cuando la Unión Sindical de Trabajadores Fabriles Nacionales, declara una huelga general un 17 de mayo de 1950 exigiendo incremento salarial, garantía a las actividades sindicales, revisión de la política laboral adoptada por el gobierno y reincorporación de 200 trabajadores a la fábrica de vidrios que habían sido despedidos. Marx decía que la historia se repite una vez como comedia y otra como tragedia; el caso es que en 1950 el gobierno respondía a los intereses de la rosca minero feudal; empero, en 2016 se suponía que representaba los intereses del pueblo, pero aplica represión antes de consenso con quienes se supone también son parte del gobierno, convirtiendo una justa demanda en un nuevo símbolo de lucha y resistencia que en el imaginario de la clase obrera, es nuevamente el enfrentamiento con el capitalismo, que se creía que era social comunitario. Ergo, el Estado Plurinacional actúa como la empresa capitalista del patrón unipersonal y omnímodo; quebrando así una apariencia simbólica que saca del sopor a una parte de la clase obrera y recompone su memoria corta para compararla con el Decreto Supremo 21060 de 1985.
En respuesta, se acusa a los trabajadores de radicales y de osados en comparar con el neoliberalismo una medida que salvaguarda los intereses de las y los bolivianos, ya que ENATEX es una empresa estatal que genera pérdidas y no contribuye al Bono Juancito Pinto o la Renta Dignidad, por eso se justificaba la medida, según cada vocero gubernamental que a su turno respondía. Lo cierto que ni es extremo decir que es igual al 21060, ni que fue una medida social, dado que la forma en que se “desvinculó” a los obreros y obreras de una empresa estatal social comunitaria, es igual a la que se denominó “relocalización” dejando a las y los trabajadores a merced de la mano invisible del mercado laboral; en otras palabras, desocupados; cuando se espera que el Estado Social Comunitario, preserve el derecho al trabajo, develando una tercera contradicción. El Estado plurinacional, actúa en los hechos como Estado Neoliberal pero discursa como socialista, es lo que ahora se presenta en el imaginario de la clase obrera.
Finalmente, durante 10 años se logró recomponer y reconquistar derechos conculcados por el neoliberalismo, unas veces derrotando a la burguesía en el plano reivindicativo y otras concediendo nuestros derechos, confiando en un gobierno que es del pueblo, pero que de un solo golpe, ahora se sienta la jurisprudencia para dar paso a que el empresariado tome el buen ejemplo estatal y arremeta contra la clase obrera con el mismo pretexto; convirtiendo al discurso de la independencia de clase en algo real y ya no demagógico. Es la clase obrera la que ahora y como siempre, termine desnudando estas contradicciones y encamine con su lucha su emancipación, mientras al interior del gobierno se hacen disquisiciones fatuas por comprender si es un error traicionar al pueblo o en una medida acertada desde el mercado. Nuevamente es la lucha la que pondrá las cosas en su lugar.
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