Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Luis Oporto Ordóñez
El
4 de abril falleció, en nuestra ciudad, el compañero Aníbal Castañón, conocido
como “Pariente” por sus amigos. Es una pérdida irreparable de un compañero
gráfico que acompañó a los líderes del movimiento obrero boliviano, en sus
actividades político-sindicales y sus publicaciones.
“Cura
perdido”
Nació
en la ciudad de La Paz, donde creció, estudió y abrazó ideales anarquistas. En
su juventud viajó a Lima (Perú) donde se ordenó sacerdote de la iglesia
católica, en la que se le asignó una parroquia de la antigua Ciudad de los
Reyes para oficiar misa e impartir los sacramentos. En su corta carrera
sacerdotal destacó como intérprete de música religiosa en el coro de su
iglesia, aprendiendo a modular de manera notable la voz, que le caracterizará
en el futuro. Regresó a La Paz, usando sus vacaciones, circunstancia en la que
se enamoró de una joven agraciada de origen beniano, se casó, formó su hogar y
tiró la sotana, radicando en La Paz. Cuando rememoraba ese pasaje de su vida,
afirmaba con su clásico estilo jovial: “Soy un cura perdido”.
Faceta
sindical
Aníbal
estudió Ingeniería, sin llegar a graduarse. Con ese conocimiento, se incorporó
al Consejo Nacional de Vivienda Minera, donde fue dirigente de su sindicato,
afiliado a la Confederación Sindical de Trabajadores Bancarios de Bolivia, y
designado delegado ante la Central Obrera Boliviana, oportunidad en la que
conoció al dirigente Edgar “Huracán” Ramírez Santiesteban, cuando estaba en la
clandestinidad durante el régimen dictatorial del Gral. Luis García Meza,
brindándole apoyo a riesgo de su propia seguridad. En esa época fue muy
allegado al dirigente minero Juan Lechín Oquendo (1914-2001).
En
su condición de dirigente, integró el directorio de la Central Obrera Boliviana
como Secretario permanente por dos periodos (1982-1986), época marcada por la
recuperación de la democracia, el fin del capitalismo de Estado y el inicio el
neoliberalismo. Precisamente, en el periodo denominado “ajuste estructural del
Estado”, se liquidó el Consejo Nacional de Vivienda Minera, se disolvió el
sindicato, extinguiéndose su vínculo con la Confederación de Trabajadores
Bancarios. El nefasto decreto supremo 21060 ordenó el cierre de los centros
industriales, medida que afectó a 35 mil mineros de la minería nacionalizada,
abriendo la era del modelo de libre mercado (Neoliberalismo), que desmanteló
las empresas del Estado, las que fueron vendidas a precios de miseria, siendo
uno de los ministros más aplicados en esa infame labor Samuel Doria Medina,
quien se lamentaba “no haber logrado privatizar más empresas”. La comisión
Parlamentaria que investigó este caso afirma que “era quien fijaba los precios
de remate de las empresas estatales, cuando fungía como ministro de
Planificación (1989-1993), durante el gobierno de Jaime Paz Zamora”. En dos
décadas de vigencia, el modelo significó hambre y miseria para los hogares
bolivianos y la destrucción de la economía nacional, con un régimen laboral
propio de principios del siglo XX. El último presidente neoliberal, Gonzalo
Sánchez de Lozada, intentó exportar gas a los EE.UU. por puertos chilenos,
hecho que provocó una insurrección popular que fue reprimido con el uso del
ejército que ocasionó una masacre sangrienta con 67 muertos y 400 heridos. Ante
la presión social, renunció ante el Congreso y se refugió en EE.UU. donde goza
de la protección del gobierno de ese país, lo que no impidió que sea juzgado y
condenado por un jurado en Forth Lauderdale, que dictaminó la culpabilidad de
Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos “Zorro” Sánchez Berzain, quienes deben
resarcir con $us 10 millones a las víctimas de la Masacre de Octubre de 2003 en
el episodio conocido como “Guerra del Gas”.
Trabajador
gráfico y cultor de la música popular
A
raíz de su despido del Consejo Nacional de Vivienda Minea, desde 1986 se dedicó
al sector gráfico instalando una imprenta que cambió de razón social en
numerosas ocasiones. Una vez se denominó “C y C”, otras “Impresiones &
Books”, pues consecuente con su formación anarquista, no era afín a la
formalidad. Fue un notable corrector de estilo en el que mostró su amplio
dominio de cultura universal e historia nacional. Desde su imprenta apoyó la
difusión de los ideales socialistas publicando muchas obras de autores y
militantes de izquierda, entre ellas La Asamblea Popular de Jeröen Strengers
(1985). Asimismo, desde esa trinchera de lucha imprimió casi la totalidad de
publicaciones de izquierda y dirigió el periódico anarquista Asamblea, con el
apoyo de Liber Fortiy otros compañeros.
Era
habitual, en esas ocasiones, celebrar el acontecimiento de la presentación de
esas obras junto a sus amigos, donde Aníbal Castañón amenizaba las tertulias
con su melodiosa voz. Constituía un privilegio de pocos, escuchar sus
interpretaciones de música nacional. Dada su afición al canto y por la
melodiosa voz que cultivó, se afirma que se aproximó a grupos musicales, entre
ellos “Música de Maestros” (orquesta creada en 1988 para recuperar piezas
musicales criollo-mestizas y autóctonas de Bolivia), oportunidad en la que el
Maestro Rolando Encinas le invitó grabar con ellos, propuesta que Aníbal
Castañón rechazó con amabilidad. Siempre integró el mágico mundo de los
músicos, cultivando una amistad con Donato Espinoza, Gerardo Díaz y Edgar
Ramírez Santiesteban, entre otros.
Fue
amigo personal, albacea y apoderado del Maestro Juan Lechín Oquendo, a quien
solía visitar en su departamento del edificio Alameda, en el prado paceño. En
una ocasión acudieron al domicilio del líder del movimiento obrero, con el
economista Ángel Zaballa, el fotógrafo Jean Claude Wicky (1946-2016) y Edgar
“Huracán” Ramírez, años antes del fallecimiento del líder minero.
Servidor
público
En
su faceta de servidor público, por sus condiciones de militante comprometido
con los intereses de la clase obrera, fue incorporado como Secretario General
de los ministros de Minería Guillermo Dalence (2006-2007), Luis Alberto “Chivo”
Echazú (2007-2010) y José Pimentel Castillo (2010-2012). Los últimos años de su
existencia trabajó en el Archivo Histórico de la Minería Nacional de la
Corporación Minera de Bolivia, hasta que el deterioro de su salud se lo
impidió, apoyando en la elaboración de documentos para la gestión
administrativa, por sus dotes de buen escribano-redactor y corrector de estilo.
Participó en la organización de los 50 años de la masacre de San Juan y el
Homenaje a Irineo Pimentel.
Historiador,
docente titular de la UMSA. Presidente de la Comisión Regional de América
Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO-MOWLAC.
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