Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Karina
Sauma
Más
allá de la molestia que puede generar un árbol grande y viejo para los
habitantes de una vivienda, calle o urbanización, los beneficios ambientales
que éstos generan son muchos. Según la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO), ¡plantar árboles hoy es clave para las
generaciones futuras! Los grandes árboles de las ciudades son excelentes
filtros para los contaminantes urbanos.
De
acuerdo con las Naciones Unidas, más de la mitad de la población mundial vive
en ciudades y se estima que en 2050 el número aumentará hasta el 66%. Por lo
tanto, planificar el crecimiento de las ciudades con árboles y áreas verdes
extensas ayuda a generar menos violencia y mayor empatía entre los seres
humanos. Contar con espacios verdes nos permite respirar aire más limpio, lo
que mejora nuestra salud física y mental.
Los
grandes árboles de las ciudades son excelentes filtros para los contaminantes
urbanos y las pequeñas partículas. Un estudio realizado por la Fundación Amigos
de la Naturaleza (FAN) muestra que la temperatura a las 11 de la mañana bajo la
sombra de un árbol es 2ºC menos que al sol. Para que una ciudad sea sostenible
y vanguardista, requiere conservar sus pulmones verdes, éstos cumplen un rol
fundamental en la calidad ambiental y permiten un desarrollo urbano resiliente
al cambio climático.
Pero
parece que en Bolivia, y en particular en Santa Cruz, plantar árboles no
constituye una prioridad. Por lo contrario, la prioridad es cortarlos para
construir grandes urbanizaciones, dejando indefensos a quienes habitamos en las
ciudades. No nos cansaremos de insistir en que vivir en urbes de cemento limita
nuestros espacios para interactuar con los demás, perdemos el sentido de la
vinculación con la comunidad, nos convertimos en seres indiferentes al entorno.
Lamentablemente
es más importante el desarrollo sin conservación. Ese “progreso” desmedido de
las grandes construcciones. La naturaleza es sabia y cuando menos lo pensemos
nos pasará la factura. ¿Qué haremos entonces? O mejor dicho, ¿qué harán quienes
aprobaron construcciones irregulares, quienes talaron los árboles, y quienes
pudieron hacer algo y prefirieron callar?
Todos
los días podemos poner nuestro granito de arena para cuidar el planeta. Y una
de las maneras más sencillas de hacerlo es plantar un árbol, cuidar el que
tienes, no dejes que lo corten, denunciar, hablar… De mí, de vos, de todos
depende que nuestras próximas generaciones vivan en armonía con la naturaleza y
que puedan tener la dicha de tener un árbol cerca; y no como ocurre hoy en
muchas metrópolis, cuyos habitantes tienen que viajar miles de kilómetros para
poder respirar algo de aire fresco y puro.
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