Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Javier
Calderón Castillo
La
oposición arrecia sus acciones en contra del Gobierno boliviano, con
estrategias de confrontación callejeras que suponen una apuesta mayor en la
ofensiva conservadora. De los ataques mediáticos del 2016 (apoyados en las
redes sociales), han pasado a convocar a sectores urbanos que, volcados en las
calles, han impactado en la cotidianidad de las ciudades, al punto de hacer
retroceder decisiones estatales como las incluidas en el nuevo código penal
[1]. Hasta el momento, la gestión estatal liderada por el Movimiento al
Socialismo-MAS ha soportado esa ofensiva conservadora interna (y los vientos
reaccionarios en toda la región), pero todo indica que la conflictividad apenas
comienza.
La
estrategia opositora -apoyada desde el exterior y centrada en ataques
personales al presidente Evo Morales- utiliza ideas de la democracia formal,
que luego enarbolan medios de comunicación y cámaras empresarias. A esto ha
sumado, en los últimos meses, el uso de un sujeto de disputa que identifican
como “la ciudadanía” encarnada en grupos corporativos (médicos, transportistas
y ONG) que tomaron las calles y dinamizaron la estrategia de descrédito
mediático utilizada en el referéndum 2016. Las huelgas, los inicios de alianzas
en la oposición, las protestas callejeras e intensos ataques por redes
sociales, son acciones que pueden calificarse como la antesala de una ofensiva
mayor, a poco más de un año para las elecciones.
I.
La
derecha boliviana está probando tácticas (o un método) que la lleve a superar
la dispersión (organizativa y programática) que la caracteriza hasta el
momento, con el objetivo de contar -en el 2019- con algunas posibilidades
contra la candidatura presidencial de Evo Morales, habilitada por el Tribunal
Supremo de Justicia a finales del 2017. Con liderazgos poco novedosos y sin un
discurso propio, la derecha viene escalando en la estrategia de polarización
política, apoyada con un activismo en redes sociales (y todos los atajos y
trampas ya conocidas: troles, manipulación, fake news, etc.), logrando captar
la simpatía de jóvenes en zonas urbanas (y prometiéndoles ascenso social). Para
esto, utiliza mensajes de odio que al ser masificados en los medios de
comunicación hegemónicos permean en otros segmentos sociales en forma de
corriente de opinión, que realza el sentido común conservador de la sociedad,
central para la táctica opositora.
Una
estrategia forjada con el engranaje político y económico del poder conservador
tradicional, congregado en las cámaras empresariales, grupos de terratenientes
(ganaderos en especial) y los partidos políticos tradicionales, liderados en
distintos espacios por Carlos Mesa, Rubén Costas y Samuel Doria Medina[2]. Una
articulación de la derecha que ya resultó efectiva en el referéndum del 2016,
donde lograron imponerse y encontrar un formato efectivo contra el Gobierno del
MAS, aunque sin lograr un desequilibrio de las políticas estatales, ni socavar
el apoyo de los movimientos sociales a este (en especial de indígenas,
campesinos y de trabajadores).
La
estrategia a la que se hace referencia tiene las siguientes características:
-
Las redes sociales se convirtieron en un escenario de polarización y disputa
contra el Gobierno boliviano, utilizando las métodos de segmentación y de
manipulación de las emociones, puestos a la luz por las filtraciones de los
WikiLeaks y por el exespía norteamericano Edward Snowden, y comprobadas con el
reciente escándalo de Cambridge Analytica [3]. Métodos digitales que fueron
fundamentales para el triunfo de la oposición en el referéndum del 2016, con
los cuales impulsaron acciones coordinadas de manipulación y desprestigio del
presidente Morales.
El
Gobierno y el MAS tienen claro que hoy constituyen una fuerza de articulación
de la derecha boliviana y parte importante de su estrategia, al punto de
convocar a todas las fuerzas populares a prepararse para la “batalla digital”
[4].
-
Movilización callejera: no son nuevas, fueron usadas por la derecha desde
inicio del primer Gobierno de Morales, entre el 2006-2008, violentas y
desafiantes para la unidad del Estado plurinacional, aunque sofocadas por el
triunfo constituyente del 2009, que sepultó el amago secesionista de la llamada
“media luna” conformada por los gobernadores y “líderes cívicos” de Santa Cruz,
Pando, Beni y Tarija. Luego de promulgada la nueva Constitución en el 2009, le
ha costado mucho a la derecha generar movilizaciones contundentes, aunque las
desarrolladas por los “cooperativistas en el 2016” terminaron con el asesinato
del viceministro del Interior Rodolfo Illanes [5].
La
derecha no había logrado consolidar un sujeto (o un significante) de disputa social
que desafiara al Gobierno con la contundencia lograda por los médicos y
transportistas, quienes estuvieron en huelga durante más de 47 días,
paralizando servicios y torciéndole el pulso al Gobierno respecto de la
vigilancia en los cobros del servicio y las sanciones penales por mala praxis
[6]. Lograron irradiar su movilización hacia los estudiantes de medicina,
enfermeros y al gremio de transportistas, que realizaron una paralización de
actividades que impactó en varias ciudades y en carreteras principales [7].
Estas
movilizaciones corporativas, han animado a la derecha boliviana a retomar la
calle y han hecho retroceder al Gobierno en decisiones, que si bien no
debilitan en esencia las políticas públicas estatales, si generan un clima
adverso de cara a la reelección de Morales. No por mérito de la derecha, esta
ha encontrado esa “ciudadanía” que al parecer marca rupturas con el proyecto
encarnado por Morales.
-Desprestigio
de Evo Morales. La derecha viene erosionando la imagen del presidente con un
relato muy básico, pero efectivo: la necesidad de la rotación de Gobierno. La
excusa ya no es por ser “indígena e ignorante” como lo hicieron en la década
pasada, sino por inmoral (al hacerle un montaje de paternidad no reconocida) y
por querer -según ellos- “perpetuarse” en el poder. Algunos analistas
internacionales, que antes apoyaban a Morales, contribuyen con el relato,
advirtiendo que el proceso político se desvió hacia un proyecto personalista
del presidente: “Morales mira a Argentina o Ecuador (e incluso Brasil) para
convencerse de que el «proceso de cambio» depende solo de él” dicen quienes
sostienen esa posición [8].
La
derecha local, con troles de redes sociales y mensajes insidiosos, y desde
afuera del país con argumentos institucionalistas, pretenden arrinconar a
Morales, señalándolo de autoritario, caudillista y dictador. Un relato adscrito
a la idea del mainstream formulada desde los Estados Unidos que aplican los
“indicadores de democracia” que ellos se han inventado, sin consultarle
democráticamente a nadie [9]. Por esa vía el proyecto democrático de Bolivia
está siendo minado, como ya lo hicieron en Brasil, Venezuela, Ecuador,
Argentina, Honduras, en donde los líderes populares terminaron enjuiciados y
proscritos por la democracia made in USA.
Minimizar
logros del Gobierno: por esa misma vía se pretenden minimizar los alcances
sociales y sistémicos del proceso político boliviano. No bastan los números
para argumentar el desarrollo de un buen Gobierno. El Gobierno se soporta en
una excelente gestión económica, que le mantiene creciendo a una tasa del 4.5 %
anual, muy por encima de los demás países de la región, y con un proceso de
inclusión social sin precedentes, 1,6 millones de personas salieron de la
pobreza (en un país de diez millones de habitantes), con un esquema de
redistribución de la riqueza nacional espectacular, avalados por datos de la
CEPAL, el PNUD y del propio FMI [10].
Sin
embargo, esos logros son relativizados tanto por la derecha local, como por los
críticos de Morales en el exterior. El expresidente Jorge “tuto” Quiroga
difunde, desde el 2015, el relato de que el Gobierno del MAS tan sólo cosechó
los logros de su Gobierno (que duró tan solo un año: 2001-2002) [11], y desde
el exterior algunos académicos acusan al Gobierno boliviano de “falta de
iniciativa” y “de vivir de los logros del pasado”, [12] mostrándolos
anquilosados. Planteamientos discutibles ante la realidad de la crisis
económica regional, de las acciones de justicia social realizadas con políticas
públicas y con el propio proceso de inclusión implementado desde el 2006. Un
relato académico débil pero que avala el discurso de “cambio” enarbolado por la
derecha.
Acción
de las cámaras empresariales: están más activas que en la disputa electoral
anterior (2014). Participaron de un llamado a paro general, el pasado 21 de
febrero, reactivando la vocería de líderes cívicos opositores en la “media
luna”, y logrando un acatamiento en las zonas de mayor presencia opositora
(oriente de Bolivia) [13]. Los intereses de Rubén Armando Costas Aguilera,
gobernador de Santa Cruz y precandidato presidencial (exdirigente de la
Confederación de Ganaderos de Bolivia, y de otros gremios empresariales),
empiezan a jugar en procura de articular la movilización opositora y ampliar la
presión en torno al resultado del referéndum del 2016 y el rechazo al aval del
Tribunal Supremo de Justicia que permite a Evo Morales participar como candidato
en las próximas elecciones.
Aunque
en el terreno de la economía el país va bien, y el Gobierno de Morales ha
logrado anticipar problemas y actuar con consistencia, las cámaras empresarias
parecen orientadas a administrar el poder, de manera que el respaldo de algunos
sectores empresariales no basta para desactivar la acción opositora de otros
sectores en el mismo ámbito. Sólo con los avances en el reclamo de salida al
mar para Bolivia, impulsada en la Haya por el Gobierno, los opositores
empresarios se allanan y respaldan al Gobierno, incluyendo al
gobernador-empresario Rubén Costas. El eje de articulación de esa derecha
empresarial no es la mala gestión gubernamental de Morales (los datos de la
realidad son favorables), sino la agenda anti-reelección y por el cumplimiento
de los resultados del referéndum 2016.
-¿Unidad
de las derechas?, empresarios candidatos: Samuel Doria Medina, un empresario de
la localidad de El Alto, dirigente del partido Unidad Nacional, que representa
la segunda fuerza en el congreso (nueve de 36 senadores y 32 de 130 diputados),
está planteando que la tarea de la derecha es debilitar al Gobierno en la pugna
en contra de la reelección y encontrar un camino unitario de “centro” que
dispute en las elecciones del 2019 para derrotar al MAS [14].
Doria
se posiciona como ese candidato de centro, ante la negativa del expresidente
Carlos Mesa de ser candidato y de la posición más tradicional de derecha que
encarna Costas, el gobernador santacruceño. Parte de la estrategia es plantear
continuidad de algunas políticas exitosas del Gobierno Morales, para captar
votos de los indecisos, y cabalgar sobre el descrédito que vienen trabajando en
redes, medios de comunicación, movilizaciones, y desde algunos sectores de la
academia. Deslegitimar a Morales para debilitarlo como candidato y unir
esfuerzos en torno a una candidatura que represente al empresariado.
II.
Reconocer
esas características de la estrategia opositora, adaptadas de la ofensiva
conservadora desarrollada en otros países de la región, puede permitir avizorar
algunos escenarios de la disputa política electoral en el país andino:
-El
período preelectoral y electoral seguramente será de conflictividad y
polarización, para vincular a sectores que hasta el momento no están incluidos
en la disputa contra Evo Morales, en especial gremios que actúen con intereses
corporativos, como ocurrió con los médicos y los transportistas. Esto obliga a
prepararse para el adelanto en el debate pre-electoral, que ha empezado desde
este 2018 (las elecciones son en octubre de 2019).
-La
confrontación opositora estará centrada en mostrar al Gobierno como
antidemocrático, por continuar con la idea de reelección por la vía judicial,
que ya cuenta con el aval del Tribunal Supremo de Justicia. Y tratarán de
edificar la imagen caudillista de Evo Morales, al tiempo de minimizar los
logros del Estado Plurinacional en la última década.
-Estados
Unidos y otros países con intereses en la región, quizás aporten a la
estrategia opositora, desde la idea de asistencia para el desarrollo con
financiamiento para grupos opositores, y con el debate sobre el narcotráfico a
partir del enojo estadounidense por la finalización de los convenios de
asistencia con la DEA, que le impiden actuar en Bolivia, como lo hace en
Colombia, Perú y en la mayoría de países de la región.
-Como
en Venezuela, las facciones de derecha tratarán de unificarse alrededor de una
candidatura que sea competitiva ante el liderazgo del MAS y del presidente Evo
Morales. Teniendo las redes sociales como un escenario de disputa,
polarización, y de convocatoria opositora.
-
Pueden endurecerse las acciones de los países vecinos contra Bolivia, la
mayoría adversos al presidente Evo Morales. En Argentina el presidente Mauricio
Macri ya se expidió con declaraciones humillantes en contra de la migración
boliviana, al igual que puede hacer en las relaciones comerciales. Brasil (con
Temer) y Argentina (con Macri) son los principales compradores de gas boliviano
y en determinado momento pueden desestabilizar la economía boliviana [15]. Del
mismo modo que Chile, en medio de la disputa por la salida al mar, puede
participar de acciones que mellen la economía del país andino.
-Un
desafío para el Gobierno y para el MAS (partido que lo conduce). Tienen en
frente un período electoral anticipado, que resulta crítico y decisivo para
garantizar la continuidad del proceso. Le obliga a abrir diálogos hacia otros
sectores sociales de trabajadores, profesionales y jóvenes, conectados con el
mundo digital y con una agenda de intereses y demandas emergentes, a quienes
les cuesta reconocer las transformaciones que ha tenido Bolivia. Es preciso
proponer como escenario que los vientos huracanados de la ofensiva conservadora
regional han llegado a Bolivia.
Notas
[1]https://elpais.com/internacional/2017/12/20/america/1513728845_949680.html
[2] Estamos hablando de: La Confederación de
Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), la Cámara Nacional de Comercio,
Confederación de ganaderos de Bolivia,
[3]https://www.celag.org/cambridge-analytica-el-big-data-y-su-influencia-en-las-elecciones/
https://www.youtube.com/watch?v=RLbDKf_6oOQy;
https://elpais.com/elpais/2017/03/12/opinion/1489336649_864857.html
[4]https://www.hispantv.com/noticias/bolivia/367613/evo-morales-prepararse-guerra-digital-elecciones
[5]http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37191005
[6]http://www.france24.com/es/20180109-bolivia-medicos-huelga-evo-morales
[7]https://www.efe.com/efe/cono-sur/sociedad/una-huelga-de-transportadores-bolivianos-paraliza-a-la-paz/50000760-3517362
[8]http://www.sinpermiso.info/textos/bolivia-evo-for-ever
[9]http://www.celag.org/indicadores-de-la-calidad-democratica-o-de-la-democracia-mainstream/
[10]http://www.bo.undp.org/content/bolivia/es/home/ourwork/povertyreduction/overview.html
[11]http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/article28776385.html
[12]http://www.sinpermiso.info/textos/bolivia-evo-for-ever
[13]http://www.paginasiete.bo/nacional/2017/12/14/cvicos-resuelven-paro-nacional-para-febrero-2018-163089.html?btz19=0320120619
[14]https://www.urgentebo.com/noticia/doria-medina-dice-que-respaldará-un-opositor-si-tiene-más-respaldo-que-él
[15]https://www.lanacion.com.ar/1734735-la-venta-de-gas-a-brasil-y-a-la-argentina-un-tesoro-con-fecha-limite
@javiercc21
Investigador
de CELAG
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