Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Mauricio
Quiroz es periodista
El
trabajo cartográfico se de- sarrolló entre 1842 y 1859, cuando el gobierno del
presidente José María Linares publica el mapa oficial de la República de Bolivia. La
carta muestra el territorio con el que el país nació a la vida independiente (2.363.764 kilómetros cuadrados), incluyendo los 400 kilómetros de costa bañada por el océano Pacífico,
en el antiguo departamento de Litoral.

“En el momento de su independencia, en 1825,
Bolivia disponía de 400 kilómetros de costa en el desierto de Atacama; sin
embargo hoy ya no tiene costa. En comparación, la longitud de la costa después
de la Guerra del Pacífico (1879-1883) en el caso de Chile va desde esta misma
ciudad de La Haya, aquí la sede del Palacio de la Paz, hasta la sede de las
Naciones Unidas en Nueva York”, graficó el agente de Bolivia Eduardo Rodríguez Veltzé, en la apertura de los alegatos orales, donde los abogados
que defienden la causa del país
expusieron las propuestas planteadas por Chile para que Bolivia recupere un
acceso soberano al Pacífico,
aparte del Tratado de 1904.
Las
conversaciones, acuerdos, promesas y declaraciones desgranadas por los letrados
(Antonio Remiro Brotóns, Monique
Chemelier, Payam Akhavam, Amy Sanders, Vaughan Lowe y
Mathias Forteau) se presentaron con la cartografía que generaron esos procesos y que en la Memoria se
presentan como “el
corazón” de la
demanda [Página 135, párrafo 336]. Los gráficos, que básicamente se concentran en el corredor por el norte de
Arica, son parte de las pruebas que exhibió
Bolivia la pasada semana para que la CIJ
declare que efectivamente Chile debe negociar un acceso soberano al mar,
precisamente, sobre la base de la “palabra
empeñada”
[Mathias Forteau en el cierre de las alegaciones bolivianas-20 de marzo de
2018].
Los
gráficos muestran la oferta que hizo Chile en 1975 luego del acuerdo de Charaña y precisa los límites en función de una franja territorial, con
continuidad territorial hacia el mar. La
oferta tampoco pierde de vista el dominio sobre el mar territorial que pudo
tener el país en caso de haberse
logrado un acuerdo favorable (gráfico 3).
Según
revela la Memoria boliviana, formalizada en 2014,
Chile expuso los términos
de las negociaciones exhortando a que “se tome
en cuenta los intereses de ambos países sin
contener ninguna innovación a las
estipulaciones del Tratado de Paz, Amistad y Comercio firmado entre Chile y
Bolivia el 20 de octubre de 1904”, pero sin dejar de lado la consideración de
“la cesión a Bolivia de una costa marítima soberana”.
Este
proceso naufragó luego de la consulta planteada por Chile a Perú, a merced del protocolo del Tratado
de Lima de
1929. De hecho, Torre Tagle, como se conoce a la Cancillería del Perú, planteó una
propuesta que generó un
mapa adicional (gráfico 1)
que muestra la posibilidad de una zona de dominio tripartito, que finalmente
fue rechazada por Chile.
La
cartografía 2 (clasificada así para este artículo) revela que las
conversaciones llegaron a las propuestas, según las expresiones de los abogados
Payam Akhavam
y Monique Chemelier, sobre la forma en la que Chile generó obligaciones
vinculantes a partir de sus actos unilaterales y diálogos binacionales.
De
este modo, el planteamiento de los enclaves, que nació en 1975 —tras el “Abrazo
de Charaña”— reflotó entre 1986 y 1987, durante las conversaciones del llamado
“Enfoque fresco” que se realizaron en Estados Unidos,
incluso, bajo los auspicios de Colombia. La Memoria revela también el resultado de reuniones reservadas de
las partes en las que se abordó el planteamiento
registrado aquí como los gráficos 4 y 2.
La
jurista británica Amy Sanders, durante la presentación de los alegatos del
país, hizo notar
que estas conversaciones, muchas de ellas efectivizadas en reserva, fueron acogidas en 11 declaraciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 1979, cuando el organismo multilateral declaró de “interés hemisférico” el reclamo del país.
que estas conversaciones, muchas de ellas efectivizadas en reserva, fueron acogidas en 11 declaraciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 1979, cuando el organismo multilateral declaró de “interés hemisférico” el reclamo del país.
Bolivia
responde a la ponencia de Chile que negó estas obligaciones y el país vecino expondrá su dúplica
el miércoles para cerrar la fase oral. El
fallo final se espera para septiembre.
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