Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Carla
Espósito Guevara
Rosa
Parks tenía 42 años cuando el 1 de diciembre del 1955, tomó un transporte
colectivo para volver a su casa en EEUU. En ese entonces, los autobuses tenían
una señalización que decía: los blancos delante y los negros detrás. Parks se
acomodó en los asientos del medio. El conductor le ordenó, junto a otros tres
negros, que cedieran sus lugares a un joven blanco que acababa de subir. Los
otros se levantaron, pero ella permaneció inmóvil. “Voy a hacer que te
arresten”, le dijo el conductor. “Puede hacerlo”, respondió ella. Rosa fue
encarcelada por su conducta, acusada de haber perturbado el orden público.
Salvando
las diferencias y los contextos, lo que
sucedió el martes 13 pasado con Marina Janko, de 48 años, cuando fue impedida
de tomar asiento en un autobus de la línea 75 que circula alrededor del tercer
anillo de Santa Cruz, no puede menos que traer a la mente la tristemente
celebre historia de Rosa Park.
-“Anda, sentate en otro lado, porque aquí no
te vas a sentar” le dijo Ramona Melgar, mujer cruceña a Marina Janko, una mujer
de pollera que había subido al autobús y quería sentarse a su lado.
-“No
quiero, no me da la gana” replicó Marina
-“Atrevida,
entonces te quedas ahí” dijo Ramona
-Atrevida
vos también estas, respondió Marina
-“de
aquí soy, no soy colla ¡carajo!” afirmó Ramona
-“A
mí que me importa que seas colla que seas camba señora, respondió Marina
-“Callate
no estás en el mercado, estas en un micro. ¡se calla!”, gritó Ramona
-Tu
mes estas faltando el respeto, respondió Marina
“De
qué te estoy faltando el respeto india de mierda!… anda con tu pollera carajo.
Aquí se sienta una de mis iguales!. Gritó finalmente Ramona e invitó a otra
mujer cruceña de vestido a sentarse a su lado.
Las
palabras de Ramona, son equivocas, “acá tú no te vas a sentar,…acá se sientan
mis iguales”. Con toda transparencia reivindican el principio sobre el que se
sustenta todo racismo, que es el de la desigualdad, en tanto coloca un ser
humano por encima de un “otro” construido y visto como inferior.
La
identidad camba, como toda identidad se construyó en base a la diferencia de un
“otro”. Santa Cruz, al haber nacido como una región de frontera, se hizo
históricamente frente a un “otro” con el cual estuvo en permanente guerra, sea
éste el portugués o el “salvaje”, ese “otro” ahora es el “colla”. En realidad,
toda identidad se construye en base a un principio de diferenciación con el
Otro, pero lo que debe interesar acá es el sentido que este discurso
identitario le asigna a esa diferencia con el Otro. Y este va claramente contra
toda dignidad humana. Ese “otro” es colocado además en un lugar diferente del
camba, lo que justificaría una fantasía de diferenciación de los espacios, que
es el fundamento del apartheid.
Las
palabras de Ramona señalan además los complejos entrecruzamientos y
reforzamientos entre el racismo, el regionalismo y el clasismo en el discurso
de la cruceñidad, que con toda virulencia ya se puso puesto de manifiesto el
año 2008, durante la toma de las instituciones y que sigue vigente en el
sentido común de mucha gente. El incidente el autobús señala la presencia de un
proyecto de clase radicalmente conservador que reivindica una lectura colonial,
blanca y social darwinista de la historia de la cruceñidad. Transformar tales
visiones indignantes del ser humano, constituye la agenda pendiente de lo que
nosotros hemos llamado descolonización, que lamentablemente, por el momento,
parece un proyecto frustrado.
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
Regístrate también en nuestro canal en Telegram
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios