Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Mabel Monje
El 21 de febrero
en toda Bolivia se realizó el Referéndum constitucional para aprobar o rechazar
la modificación de la Constitución Política del Estado. Durante el tiempo de la
campaña se pudo advertir la aparición de muchos políticos apostando por la
opción No y estrategias comunicacionales, todas por el No y solo unos cuantos a
favor del Sí a la reforma constitucional.
Más allá de la
guerra sucia, el atentado en la ciudad de El Alto (en proceso de
investigación), ocurrido 72 horas antes de la votación, nos dejó con el triste
resultado de seis muertos y más de una decena de heridos, quedando muchas
interrogantes que la justicia boliviana deberá investigar con objetividad y
transparencia; hecho que lamentamos profundamente y que nos motiva a exigir que
sancionen a los culpables.
Cálculos y
estrategias opositoras
A raíz de aquel
hecho y con la "guerra sucia" difundida por los medios de
comunicación y más aún en internet, se quiso inducir al ciudadano alteño a que
vote por la opción del No, utilizando para ello una campaña poco transparente
sin propuesta de proyecto de Estado, a comparación de la campaña por el Sí que
representa la continuidad del Proceso de Cambio. Se advertía una estrategia
bien trabajada para perjudicar al Si en la ciudad de El Alto, además de otros
casos como el ex Fondo Indígena, también el de Gabriela Zapata por los
contratos de la empresa china CAMC con el Estado Boliviano, que estuvieron muy
bien enfocados a toda la población en general. La oposición veía una inminente
derrota del Si en la ciudad más joven de Bolivia y vanguardia del proceso de
cambio. Claro, tenían un indicador bastante elocuente, ya que meses antes el
Movimiento Al Socialismo había perdido la alcaldía alteña en las elecciones
subnacionales.
La Alcaldía alteña
que se encuentra entre las cuatro más importantes de Bolivia, y le significa a
la derecha tener un aparato enorme de más de 4000 servidores y servidoras
públicas en el Gobierno Municipal entre ellos los Subalcaldes obligados a
trabajar a favor del NO, juntas vecinales, gremiales y otras organizaciones
sociales, las cuales de manera estratégica lograron ser dividas, al tiempo que organizaciones
grandes como la Federación de Juntas Vecinales y la Central Obrera Regional se
encuentran debilitadas y estigmatizadas por la dirigencia prebendal que las
encabezó los últimos años, sin posibilidad de posicionarse nuevamente y tener
relevancia como los años 2003, 2006, fechas en las que estas organizaciones
marcaron hitos para nuestra democracia-, pero aunque, sumados a la gobernación
de La Paz, utilizaron esos reductos para trabajar por el No, se olvidaron
de algo fundamental: la CONCIENCIA DEL PUEBLO ALTEÑO; un pueblo que tiene
memoria histórica, que luchó y seguirá luchando por las reivindicaciones del
pueblo boliviano.
El 21F
Y entonces, viene
la realidad objetiva el día de la votación, se pueden advertir largas filas,
todos con un solo objetivo VOTAR y expresar su voz. Al cabo de ocho horas y
concluida la votación: las cifras, datos a boca de urna y posteriormente datos
oficiales mostraban que en El Alto había ganado el Sí con el 58% frente al No
que obtuvo el 42%. Tal resultado muestra la profunda convicción y lealtad de
los ciudadanos y ciudadanas que creen en el proceso de cambio y en el
Presidente Evo. Que creen en el proyecto de país y que sobre todo creen que
juntos y unidos se puede construir mejor y más rápido una ciudad moderna.
Ciudadanos que
aprueban la gestión gubernamental y el plan del vivir bien, proyectos
ejecutados que cambiaron la vida del ciudadano alteño como: Mi Teleférico, el
polideportivo, la piscina olímpica, el Centro de Investigación Nuclear, la
fábrica ensambladora de computadoras Quipus, construcción de escuelas o núcleos
modelo, agua, alcantarillado en varios distritos municipales, instalación de
gas domiciliario, planta de tratamiento de aguas residuales, viviendas sociales
para la gente que carece de un techo propio, entrega de computadoras a
estudiantes y maestros, título de bachiller gratuito, bono a la excelencia
académica, entre muchas otras obras que son valoradas por el
ciudadano alteño.
La oposición
afirmaba que el SI ganó en El Alto, porque el ciudadano alteño no está
informado, pero se olvidan que mi ciudad se levanta muy temprano, antes de los
primeros rayos del sol, que analiza y propone en sus reuniones vecinales y
sindicales, leyendo sobre la actualidad del país, que no se deja influenciar por
la “guerra sucia” que existió en estas últimas semanas.
Mirando hacia nosotros
En la línea
autocrítica cabe señalar que el 58% no refleja toda la realidad de la ciudad de
El Alto, puesto que este resultado podía haber sido aún mayor, como en las
pasadas elecciones. Se perdió aproximadamente un 25% de ese apoyo que la población
tenia al presidente Evo debido a factores como: la falta de una curricula
educativa que contenga criterios de revolución liberadora con una conciencia
social profunda (véase el ejemplo que nos deja Cuba), la poca difusión de las
obras realizadas y la escasa compañía de ministros y ministras de Estado- los
cuales se alejaron de la población, en especial de los jóvenes y mujeres,
apuntado únicamente a la población adulta (conformada entre los 35 años para
adelante)-, la campaña no estuvo al nivel de la tecnología- hoy en día uno de
los factores más importantes en una campaña-, usando métodos tradicionales,
algunos ya obsoletos (véase el pintado de muros, volantes, gigantografias
impuntuales) que poco o nada reflejaron la gestión gubernamental y consiguientemente
el acercamiento de propios y extraños al proceso de cambio.
En conclusión,
puedo afirmar que el MAS aun goza del apoyo de la población alteña, sin
embargo, se debe fortalecer el proceso de cambio, realizando una reingeniería
de las diferentes instancias como la regional, presidentes de distritos y
organizaciones sociales que toman decisiones e inciden en la población
alteña. Fortalecer el Proceso de Cambio para seguir avanzando en mi
ciudad y en Bolivia de la mano del Vivir Bien.
La lucha continua….
Exministra de Agua y
Medio Ambiente, Maestra y Abogada
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