Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Defenderemos el interés
colectivo, ejemplo que nos han legado nuestros padres y abuelos, en pro de la
construcción de un gobierno socialista
Entrevista a Orlando Gutiérrez
Secretario Ejecutivo de la Federación
Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia
La Federación
Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), principal aglutinador de
los sindicatos mineros, fue creada en junio de 1944. Desde su nacimiento, esta
histórica organización se constituyó en un potente movilizador de los
trabajadores del país para luchar por mejores días.
En
diciembre del año pasado se realizó el XXXII congreso de la FSTMB donde se
eligió a su nueva directiva. A la cabeza está un joven líder, proveniente del
centro minero de Colquiri, cuyo nombre es Orlando Gutiérrez Luna. La Época se dirigió a los predios de la
FSTMB en el prado paceño para hablar con él sobre la situación del proletariado
minero boliviano, los principales retos que deben encarar y el rol que juega
este sector en la actual coyuntura tras los resultados del referéndum del 21F.
¿Cuáles son los principales
retos que debe asumir el recientemente electo directorio de la FSTMB?
El reto
más importante en este momento es fortalecer el sector productivo. Se ha
hablado mucho de la reactivación del aparato reproductivo pero en realidad no
se ha hecho nada.
El Plan
Sectorial de Desarrollo Minero Metalúrgico involucra una inversión de 5.633 millones
de dólares para el sector minero-metalúrgico pero nosotros no vemos el resultado
de esa inversión. Creemos que no se ha ejecutado. Esperemos que, ahora, en las
reuniones que estamos entablando con el gobierno, se coordinen tareas al
respecto.
El reto
más duro que está asumiendo la FSTMB es el contexto de la baja en la cotización
de los minerales y su incidencia en el empleo. ¿Cómo garantizar que el patrón
respete los derechos laborales de los trabajadores mineros y las conquistas
adquiridas por los trabajadores? Ese es el reto, porque a título de crisis hay
mucha inestabilidad laboral en las empresas. Es difícil pero no imposible de
encarar. Lo vamos a hacer; vamos a garantizar la estabilidad laboral de
nuestros compañeros a nivel nacional.
¿Qué otras tareas han
identificado?
Como
mencionaba, otro reto es que nuevamente la FSTMB esté en la toma de decisiones importantes
del país.
Se
habla de la FSTMB como rica en historia, pero no se habla de la pobreza de
nuestra realidad. Desde el pasado hemos encarado luchas enormes que buscaban
generar condiciones de estabilidad laboral, económica, política y social para
todos los sectores laborales pero en todas estas luchas el sector minero no ha
ganado nada. Siempre salíamos a las luchas y todos se beneficiaban menos el
sector minero. Por eso decimos que nuestro sector siempre ha compartido con
todo el pueblo boliviano y ha luchado por todo el pueblo boliviano, sin encaramarse
nunca en el poder.
¿Qué papel desempeñan los
cooperativistas?
Los
cooperativistas juegan un rol de perjuicio al sector minero. Si hablamos del
sector minero nos referimos a la minería privada, estatal y cooperativizada.
Estos tres actores mineros son reconocidos por la Constitución Política del
Estado.
La
minería privada genera utilidades al Estado. La minería estatal genera
utilidades al Estado. La minería cooperativizada no genera nada; no da ningún
aporte al sector minero.
La
minería cooperativizada ha sido un importante generador de fuentes de trabajo
cuando se dio la relocalización de los trabajadores (años ochenta y noventa).
Entonces estábamos de acuerdo, pero ahora hay que preguntarse ¿cuál es el
sentido de la minería cooperativizada? En la misma palabra está el sentido:
cooperativa minera, es decir cooperar, hacer una distribución de los recursos
de manera equitativa pero eso lo han ido defenestrando y al final son pequeños
grandes empresarios, pequeños grandes gamonales que siguen desarrollando la
explotación del hombre por el hombre.
Los
cooperativistas están corrompiendo a la juventud. A muchachos de colegio les
meten a trabajar para que después salgan al colegio a dormir. Al final esos
muchachos reciben plata. Tenemos casos donde estos muchachos han faltado el
respeto a sus profesores haciendo comparaciones sobre pagos de salarios, sobre
que ellos ganaban más que el profesor.
Definitivamente
han sido oportunistas los cooperativistas.
Un
simple ejemplo. La gestión 2003, cuando nosotros estamos marchando por las
carreteras, cuando los mineros asalariados están muriendo, nosotros peleando
por la expulsión del gobierno neoliberal y la instauración de la Asamblea
Constituyente, lamentablemente los cooperativistas han estado colocándole el
guardatojo minero a Gonzalo Sánchez de Lozada. Ellos decían: “nosotros hemos
trabajado con todos los gobiernos”, como lo dijo claramente algún dirigente, y
tiene razón. Se han vendido a todos los gobiernos incluyendo este mismo.
El
sector cooperativista no aporta, en concreto, nada al sector minero, ni en ideas
sobre política, economía o aspectos sociales, mucho menos en cuestiones de
índole laboral.
¿Qué observaciones tienen al
Presidente Evo Morales y la dirección del proceso de cambio tras la derrota del
21F?
Lo
mismo que le dije en la reunión de la Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM)
y en la reunión con el directorio de la FSTMB: humildad. El gran error del
entorno que tiene el Presidente, de algunos de sus ministros, es alejarse de
las bases, dejar de tener esa relación con las bases, con el pueblo. Ahora el Presidente
tiene que abocarse a hacer gestión, encarar proyectos que lleguen a beneficiar
verdaderamente al pueblo boliviano.
Aplaudimos
que existan carreteras, hospitales, colegios, canchas, pero también hay
prioridades como los servicios básicos (el agua, la energía eléctrica, etc.).
Le decíamos al Presidente de que tiene que estar más cerca del pueblo y creo
que nos está haciendo caso porque en realidad está recibiendo a todos los
sectores sindicales.
¿Alguna otra recomendación?
Sí, tenemos
que cernir a la gente que está pudriendo este proceso de cambio. Puedes ver en
este momento que varios entran a instituciones públicas a nombre del Movimiento
al Socialismo (MAS), a nombre del proceso de cambio. Emenerristas, miristas y
adenistas “están con el proceso de cambio” y lo sucedido el 21 de febrero es el
resultado. Se ha venido recibiendo a cualquier gente. El Presidente abrió las
puertas con muy buena fe pero es ahí donde aprovechó la derecha. Metió gente
infiltrada al proceso, eso sin contar a los oportunistas.
Todo
mundo se cuelga del proceso de cambio por intereses personales. Por este motivo
varias instituciones estatales no son operativas. La recomendación que hicimos
fue la de cernir el proceso de cambio, inclusive refundarlo con nueva gente. El
pueblo ya está cansado de las mismas caras. Hay dirigentes que han trabajado y otros
que no, perjudicando al proceso y al Presidente.
Como dirigente de la FSTMB,
¿cuál debe ser el rol político que debe ejercer esta organización en el momento
actual?
Unificar
al pueblo. El pueblo está confundido. El pueblo ha sido engañado.
La
FSTMB definitivamente no puede permitir que la derecha, a la cabeza del
imperialismo yanqui, destruya lo que nos ha costado levantar con mucho trabajo,
esto sin contar a nuestros heridos y muertos.
Se ha
intentado bloquear económicamente a Bolivia, no lo lograron. Han intentado
crear división y caos (caso Rosza en 2008), no pudieron. Han intentado
destrozar la imagen del Presidente a nivel nacional e internacional, no lo
consiguieron. Ahora están entrando con la famosa estrategia del “golpe suave”,
generar el caos entre las bases sociales, e innegablemente están obteniendo
resultados.
La
FSTMB debe buscar maneras para hacer que el pueblo vuelva a confiar en el proceso,
buscar la unificación y el fortalecimiento político a favor del pueblo boliviano
con un líder. El líder histórico, nos guste o no, es el Presidente Evo Morales
Ayma.
El 21
de febrero el pueblo le ha dicho No a la modificación de la Constitución
Política del Estado. El resultado ya está dado. Entonces, ¿qué hacemos de aquí
a cuatro años? Quizá podrán nacer nuevos líderes que manejarán una visión
indígena, una visión urbana; un binomio entre la clase campesina y la clase
media, pero en realidad no vamos a poder igualar el liderazgo del Presidente Morales.
Lo que debemos hacer es buscar un liderazgo que le haga creer al pueblo en las
posibilidades de este proceso revolucionario de construcción del país.
El rol
que juega la FSTMB es importante y difícil. Nos ha tocado un momento coyuntural
muy complicado pero estamos para eso. Al final, como le decía anteriormente, el
pueblo boliviano ha esperado que los mineros nuevamente resurjan y estamos
saliendo dando una línea política al pueblo boliviano. El pueblo lo está
entendiendo. Nos llaman del Oriente, de aquí del Occidente, para respaldar la posición
que ha adoptado la Federación de Mineros.
La
Federación de Mineros no se vende a un partido político, debe defender el
interés colectivo del pueblo boliviano, ejemplo que nos han legado nuestros
abuelos, nuestros padres, el pelear por toda la gente, por toda la masa
trabajadora en pro de la construcción de un gobierno socialista que nos genere
estabilidad económica, fuentes de trabajo y, por ende, un Estado unido y
fortalecido, trabajando no solamente por los que son asalariados sino también
por las grandes mayorías. Eso es lo que tenemos que encarar desde la FSTMB, ver
las maneras de cómo generar esa unidad del pueblo boliviano, unidad que va a sacar
adelante este proceso.
Entrevista realizada por Rider Mollinedo/La época
y Twitter: @escuelanfp
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