Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Héctor
Menéndez
El peronismo como un proyecto político e ideológico
único no existió nunca. No pudo tener una ideología porque representaba
transitoriamente los intereses de dos clases antagónicas. Alimentados estos
intereses por el auge económico. Los distintos y diferentes gobiernos
peronistas fueron gobiernos sólidos socialmente por la distribución de la renta
y la cohesión de clase de su base obrera. Por eso estuvieron proscritos
veintiocho años desde el golpe militar de 1955. En las crisis y en la oposición
fueron siempre un desastre. Esta no es la excepción.
El nacionalismo burgués alimenta un
antiimperialismo de medias tintas que hace agua ante esta ofensiva del
imperialismo encabezada por Macri y la alianza Cambiemos. El programa completo
de esta blitzkrieg del gobierno lo tenía escrito el
imperialismo. Por eso Macri, que no tenía cuadros políticos y tuvo que apelar a
los gerentes empresarios de las multinacionales, de los bancos y de la ONU, ha
desarrollado en cambio una actividad legislativa por decreto y resoluciones
ejecutivas que modificaron todo el Estado, la economía, los ministerios y
reparticiones que han cambiado las relaciones entre las clases en el país. ¿Él
y los funcionarios porteños del Pro pensaron todas estas medidas que llegan a
modificar las relaciones exteriores, la política regional y de defensa a ciento
ochenta grados del gobierno anterior? No, ellos son incapaces de elaborar todas
estas medidas en tan corto tiempo. Comenzando por la mediocridad de Macri al
que le tienen que dictar lo que va a decir. Es el programa del Departamento de
Estado de los EE.UU. Por eso ahora el gobierno norteamericano dice en Davos
descaradamente que va a dejar de oponerse en el FMI y en todos los organismos
multilaterales de crédito a los préstamos que le corresponden a Argentina.
Perón decía que peronistas somos todos para
señalar que el peronismo no tenía límites ideológicos, que en su seno convivían
desde la extrema derecha hasta los izquierdistas. Néstor Kirchner, cuando el
presidente de EE.UU. George Bush hijo le preguntó cómo era posible que fuera
amigo de él y al mismo tiempo de Fidel Castro, le respondió porque yo
soy peronista.
El protagonismo y la iniciativa política de
Cristina Fernández en el gobierno ocultaba, en cierto modo, la heterogeneidad y
la dispersión política/ideológica de los políticos y los dirigentes sindicales
que militaban en el PJ, en el FpV, en La Cámpora, en Carta Abierta, en las
CGTs. La heterogeneidad en la base hace imprescindible el rol del caudillo para
mantener la unidad de un movimiento nacional contra el imperialismo. La
renuncia de CFK a postular un candidato de su corriente y anunciar su
continuidad en el gobierno como jefa de gabinete de ese presidente hubiera
triunfado. Su salida del gobierno y sus vacaciones como dirigente han producido
esta verdadera dispersión política. No hay un peronismo, hay cien. Hasta Macri
se anotó en esa interna proponiendo al otro buchón de la embajada Sergio Massa.
La falta de dirección política e ideológica
paraliza todas las instancias del peronismo y del kirchnerismo políticos,
mientras los trabajadores, votantes mayoritarios del FpV, son saqueados por la
gran burguesía nacional e imperialista en el poder. El gobierno Macri,
consciente de esta parálisis construye al ritmo de una blitzkrieg, de una
guerra rápida, otra Argentina burguesa globalizada por el imperialismo y sus
reservas financieras.
Esta derrota nacional y este saqueo a las masas
trabajadoras, sin respuesta adecuada, le plantea a los obreros avanzados, hasta
ayer peronistas, la necesidad de comprender que la única alternativa al
capitalismo en crisis es el socialismo, es su organización política
independiente y de clase para liderar la lucha por la liberación nacional y
social.
Esta reorganización política pasa por la
organización de una defensa y de una contraofensiva desde los lugares de
trabajo y desde los sindicatos. Este gobierno trata de aterrorizar
preventivamente a los trabajadores valiéndose de la desunión y la parálisis de
los altos dirigentes sindicales. Asambleas y manifestaciones a los sindicatos
exigiendo la convocatoria de un paro nacional y un plan de lucha hasta frenar
esta ofensiva. No hay otra alternativa, la lucha parlamentaria y de cada gremio
en las paritarias que se dará necesita partir del paro. En ese movimiento aparecerán
los nuevos dirigentes.
Los sectores de clase media que le dieron el voto a
Macri de la mano de la UCR y de la derecha peronista no sabrán defenderlo de la
lucha en las calles y en las fábricas.
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios