Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Luis Camilo Romero
Cuando en plena batalla de la ideas,
en el preludio al referéndum del 21 de febrero, salen los rostros del pasado
inmediato tratando de justificar sus posturas aprovechando el momento actual,
vuelve a mí el pensamiento del Che, esa relación entre el pensar y actuar,
y me vuelvo a preguntar, si en medio de nuestra práctica política, habremos
consolidado la ideología del cambio en nuestras vidas, y por ende, la
coherencia en nuestro cotidiano actuar.
En medio de ese proceso reflexivo, al
escuchar al ex vocero Alex Contreras, me quedo pasmado de sus
afirmaciones, como si de un corte de navaja, anulara toda una historia (de éste
junto a organizaciones sociales y con el propio Evo Morales) construida con
mucha convicción, con plena identificación en lo que se quiere y se siente,
pero no había sido así.
Reviso esa historia y veo que, a este
señor, ya lo habían desnudado de sus trajines en su vida política, de sus
andanzas en terrenos pantanosos y de cómo en los últimos siete años, atravesó
la delgada línea roja de la traición.
Uno de los que se encargó de todo
ello fue Walter Chávez quien el 2008, cuando Contreras deja el gobierno, se
mandó una Carta abierta que fue de conocimiento de todos y a la que me permito
darle otros toques periodísticos, por lo que vi en su nuevo rol de acompañante
al gobierno municipal de Cochabamba, nada menos a quien el 2007 lo condenaba
con insultos.
La crisis del sistema político
neoliberal actual, lo dijimos varias veces, se expresa en la incapacidad de los
partidos tradicionales para presentar una propuesta al país, entonces se
recurre a rostros del pasado y buscan a este tipo de personajes que llegan con
toda la artillería política para tratar de justificarse, cuando saben que ya no
hay lugar porque sufrieron, no sólo del extravío ideológico, sino hasta de su
propia conducta.
Estos, que dicen estar formados desde
abajo, con una aparente y clara disciplina revolucionaria, se olvidaron de la
dialéctica, de la lucha de los contrarios, del armazón clasista de las
sociedades, en fin, sufrieron una amnesia al estilo del dictador García Meza y
labraron su camino con otros fines desligados totalmente de sus supuestas
convicciones revolucionarias.
Walter Chávez, en esa carta abierta a
Alex Contreras, si bien entró en temas íntimos a su vida cuando estuvo
vinculado al gobierno de Evo Morales, sin embargo, le faltó apuntar a otros
componentes de esos vicios y manías que, viendo el escenario
desde dónde se mueve, nos clarifican y confirman que, en definitiva, nunca
apostó por un proyecto político.
Chávez, en una semblanza humana, le
recordó a Contreras de sus primeras armas en el periodismo y
de cómo surgió "gambeteando a la pobreza", de su programa en
radio Centro: "Reporteros en la calle", junto a otros periodistas que
lo conocieron en la calle como fueron: Marco Carrillo e Iván Canelas.
También le recordaba de sus vínculos
con Manfred Reyes Villa, de temas de extorsión, de cómo llegó al gobierno y
trataba a la gente con la punta del zapato y los insultaba, los humillaba. De
igual forma, cómo trataba a los periodistas, porque decía que odiaba
a éstos porque él nunca fue periodista, no pisó la Universidad y nunca
leyó un código de ética.
Le recordó que al principio en el
gobierno sólo vestía chamarrita y después de unos meses se lo vio en los medios
“con traje y corbata, con chofer y sus amantes… todo un dandi”. Cerrando
el episodio final de su trayectoria por el gobierno, nos cuenta que estuvo en
Tarija bebiendo tres días con mujeres en el Hotel Los Ceibos y que
posteriormente, se había quedado con más de 500.000 dólares de los venezolanos!
Como siempre no faltan quienes se
deslumbran con los espejitos de colores que les ofrecen el poder en sus manos,
muchos se han “blanqueado” y han asumido la figura de patrón, siempre pasó y
seguirá pasando pues el olor del oro puede corromper a los más duros, eso
también le pasó a Alex.
Contreras como sintiéndose propietario
de una agrupación política, se auto rotuló como reconductor del proceso y,
que bien sonaría eso si fuera para fines que encaminen los procesos
revolucionarios, pero es mucho decir, porque, lo que no dijo Walter Chávez es
que Contreras más allá de pretender el poder, también puede aplastar a los de
su entorno y jamás respetar al otro.
Alex Contreras con la habilidad que
le caracteriza en su rol en los medios y de su esquizofrenia verbal, apela a
los instintos más retrógrados del ser humano, porque utiliza la mentira, la
sátira, la burla y remarca su postura como creyéndose que todos giran alrededor
de él.
En este tipo de conductas es difícil
hablar de fidelidad, coherencia o transparencia, con estos personajes jamás
podremos construir un proyecto. Una constante en el pensamiento
revolucionario es la coherencia, y a más de ser una decepción de su conducta
política, Alex nos mostró lo qué había detrás de la traición y, ¿qué más puede
haber detrás de la traición?
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
este nefasto gobierno se regodea de contratar criminales, aseesinos y terroristas, el propio vice es la expresión fallida de un terrorismo un poco gay pero terrorismo al fin. 2018 estam os hartos de este caudillismo asqueante
ResponderEliminar