Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
IGNACIO
RAMONET / LE MONDE DIPLOMATIQUE – Cada cuatro años, con el inicio del nuevo
mandato presidencial en Estados Unidos, el National Intelligence Council (NIC),
la oficina de análisis y de anticipación geopolítica y económica de la Central
Intelligence Agency (CIA), publica un informe que se convierte automáticamente
en una referencia para todas las cancillerías del mundo. Aunque obviamente se
trata de una visión muy parcial (la de Washington), elaborada por una agencia,
la CIA, cuya principal misión es defender los intereses de Estados Unidos, el
informe estratégico del NIC presenta una indiscutible utilidad porque resulta
de una puesta en común –revisada por todas las agencias de inteligencia de
EE.UU.– de estudios elaborados por expertos independientes de varias
universidades y de muchos otros países (Europa, China, la India, África,
América Latina, mundo árabe-musulmán, etc.).
El
documento confidencial que el presidente Barack Obama encontró sobre la mesa de
su despacho en la Casa Blanca el pasado 21 de enero al tomar posesión de su
segundo mandato, se acaba de publicar con el título: Global Trends 2030.
Alternative Worlds (Tendencias mundiales 2030: nuevos mundos posibles) (1).
¿Qué nos dice?
La
principal constatación es: el declive de Occidente. Por vez primera desde el
siglo XV, los países occidentales están perdiendo poderío frente a la subida de
las nuevas potencias emergentes (2). Empieza la fase final de un ciclo de cinco
siglos de dominación occidental del mundo. Aunque Estados Unidos seguirá siendo
una de las principales potencias planetarias, perderá su hegemonía económica en
favor de China. Y ya no ejercerá su “hegemonía militar solitaria” como lo hizo
desde el fin de la Guerra Fría (1989). Vamos hacia un mundo multipolar en el
que nuevos actores (China, la India, Brasil, Rusia, Sudáfrica) tienen vocación
de constituir sólidos polos continentales y de disputarle la supremacía
internacional a Washington y a sus aliados históricos (Japón, Alemania, Reino
Unido, Francia).
Para
tener una idea de la importancia y de la rapidez del desclasamiento occidental
que se avecina, baste con señalar estas cifras: la parte de los países
occidentales en la economía mundial va a pasar del 56% hoy, a un 25% en 2030… O
sea que, en menos de veinte años, Occidente perderá más de la mitad de su
preponderancia económica… Una de las principales consecuencias de esto es que
EE.UU. y sus aliados ya no tendrán probablemente los medios financieros para
asumir el rol de gendarmes del mundo… De tal modo que este cambio estructural
(añadido a la profunda crisis económico-financiera actual) podría lograr lo que
ni la Unión Soviética ni Al Qaeda consiguieron: debilitar durante mucho tiempo
a Occidente.
Según
este informe, en Europa la crisis durará al menos un decenio, es decir hasta
2023… Y, siempre según este documento de la CIA, no es seguro que la Unión
Europea logre mantener su cohesión. Entretanto, se confirma la emergencia de
China como segunda economía mundial y con vocación de convertirse en la
primera. Al mismo tiempo, los demás países del grupo llamado BRICS (Brasil,
Rusia, la India y Sudáfrica) se instalan en segunda línea compitiendo
directamente con los antiguos imperios dominantes del grupo JAFRU (Japón, Alemania,
Francia, Reino Unido).
En
tercera línea aparecen ahora una serie de potencias intermediarias, con
demografías en alza y fuertes tasas de crecimiento económico, llamadas a
convertirse también en polos hegemónicos regionales y con tendencia a transformarse
en grupo de influencia mundial, el CINETV (Colombia, Indonesia, Nigeria,
Etiopía, Turquía, Vietnam).
Pero
de aquí a 2030, en el Nuevo Sistema Internacional, algunas de las mayores
colectividades del mundo ya no serán países sino comunidades congregadas y
vinculadas entre sí por Internet y las redes sociales. Por ejemplo,
‘Facebooklandia’: más de mil millones de usuarios… O ‘Twitterlandia’, más de
800 millones… Cuya influencia, en el “juego de tronos” de la geopolítica
mundial, podrá revelarse decisivo. Las estructuras de poder se difuminarán
gracias al acceso universal a la Red y el uso de nuevas herramientas digitales.
A
este respecto, el informe de la CIA anuncia la aparición de tensiones entre los
ciudadanos y algunos gobiernos en unas dinámicas que varios sociólogos
califican de ‘post-políticas’ o ‘post-democráticas’… Por un lado, la
generalización del acceso a la Red y la universalización del uso de las nuevas
tecnologías permitirán a la ciudadanía alcanzar altas cuotas de libertad y
desafiar a sus representantes políticos (como durante las primaveras árabes o
la crisis de los “indignados”). Pero, a la vez, según los autores del informe,
estas mismas herramientas electrónicas proporcionarán a los gobiernos “una
capacidad sin precedentes para vigilar a sus ciudadanos” (3).
“La
tecnología –añaden los analistas de Global Trends 2030– continuará
siendo el gran nivelador, y los futuros magnates de Internet, como podría ser
el caso de los de Google y Facebook, poseen montañas enteras de bases de datos,
y manejan en tiempo real mucha más información que cualquier Gobierno”. Por
eso, la CIA recomienda a la Administración de EE.UU. que haga frente a esa
amenaza eventual de las grandes corporaciones de Internet activando el Special
Collection Service (4), un servicio de inteligencia ultrasecreto –administrado
conjuntamente por la NSA (National Security Service) y el SCE (Service
Cryptologic Elements) de las Fuerzas Armadas– especializado en la captación
clandestina de informaciones de origen electromagnético. El peligro de que un
grupo de empresas privadas controle toda esa masa de datos reside,
principalmente, en que podría condicionar el comportamiento a gran escala de la
población mundial e incluso de las entidades gubernamentales. También se teme
que el terrorismo yihadista sea reemplazado por un ciberterrorismo aún más
sobrecogedor.
La
CIA toma tan en serio este nuevo tipo de amenazas que, finalmente, el declive
de Estados Unidos no habrá sido provocado por una causa exterior sino por una
crisis interior: la quiebra económica acaecida a partir de 2008. El informe
insiste en que la geopolítica de hoy debe interesarse por nuevos fenómenos que
no poseen forzosamente un carácter militar. Pues, aunque las amenazas militares
no han desaparecido (véase les intimidaciones armadas contra Siria o la
reciente actitud de Corea del Norte y su anuncio de un uso posible del arma
nuclear), los peligros principales que corren hoy nuestras sociedades son de
orden no-militar: cambio climático, conflictos económicos, crimen organizado,
guerras electrónicas, agotamiento de los recursos naturales…
Sobre
este último aspecto, el informe indica que uno de los recursos que más
aceleradamente se está agotando es el agua dulce. En 2030, el 60% de la
población mundial tendrá problemas de abastecimiento de agua, dando lugar a la
aparición de “conflictos hídricos”… En cuanto al fin de los hidrocarburos en
cambio, la CIA se muestra mucho más optimista que los ecologistas. Gracias a
las nuevas técnicas de fracturación hidráulica, la explotación del petróleo y
del gas de esquisto está alcanzando niveles excepcionales. Ya Estados Unidos es
autosuficiente en gas, y en 2030 lo será en petróleo, lo cual abarata sus
costos de producción manufacturera y exhorta a la relocalización de sus
industrias. Pero si EE.UU. –principal importador actual de hidrocarburos– deja
de importar petróleo, es de prever que los precios se derrumbarán. ¿Cuáles
serán entonces las consecuencias para los actuales países exportadores?
En el
mundo hacia el que vamos, el 60% de las personas vivirá, por primera vez en la
historia de la humanidad, en las ciudades. Y, como consecuencia de la reducción
acelerada de la pobreza, las clases medias serán dominantes y se triplicarán,
pasando de los 1.000 a los 3.000 millones de personas. Esto, que en sí es una
revolución colosal, acarreará como secuela, entre otros efectos, un cambio
general en los hábitos culinarios y, en particular, un aumento del consumo de
carne a escala planetaria. Lo cual agravará la crisis medioambiental. Porque se
multiplicará la cría de ganado, de cerdos y de aves ; y eso supone un derroche
de agua (para producir piensos), de pastos, de fertilizantes y de energía. Con
derivaciones negativas en términos de efectos invernadero y calentamento
global…
El
informe de la CIA anuncia también que, en 2030, los habitantes del planeta
seremos 8.400 millones pero el aumento demográfico cesará en todos los
continentes menos en África, con el consiguiente envejecimiento general de la
población mundial. En cambio, el vínculo entre el ser humano y las tecnologías
protésicas acelerará la puesta a punto de nuevas generaciones de robots y la
aparición de “superhombres” capaces de proezas físicas e intelectuales
inéditas.
El
futuro es pocas veces predecible. No por ello hay que dejar de imaginarlo en
términos de prospectiva. Preparándonos para actuar ante diversas circunstancias
posibles, de las cuales una sola se producirá. Aunque ya advertimos que la CIA
tiene su propio punto de vista subjetivo sobre la marcha del mundo,
condicionado por el prisma de la defensa de los intereses estadounidenses, su
informe tetranual no deja de constituir una herramienta extremadamente útil. Su
lectura nos ayuda a tomar conciencia de las rápidas evoluciones en curso y a
reflexionar sobre la posibilidad de cada uno de nosotros a intervenir y a fijar
el rumbo. Para construir un futuro más justo.
Notas:
(1) http://www.dni.gov/index.php/about/organization/national-intelligence-council-global-trends.
Existe edición en francés: Le Monde en 2030 vu par la CIA, Editions des
Equateurs, Paris, 2013.
(2)
Léase el Atlas, Nuevas potencias emergentes, editado por Le Monde
diplomatique en español, Valencia, 2012.
(3)
En esa misma línea de alerta, léase Julian Assange (con Jacob Appelbaum, Aandy
Mûller-Maghun y Jérémie Zimmermann), Cypherpunks. La libertad y el futuro de
internet, Deusto, Bilbao, 2013.
(4) http://en.wikipedia.org/wiki/Central_Security_Service;
consúltese también: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/04/19/el-f6-el-servicio-de-espionaje-supersecreto-a-escala-mundial-96404/
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