Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Vivian
Collazo Montano
La Habana,
Cienfuegos y Sancti Spiritus (PL).- El cáncer, un término bajo el cual se
agrupan unas 200 enfermedades, constituye en la actualidad la primera causa de
muerte a nivel global. Se estima que cada año fallecen en el mundo 7,7 millones
de personas por tumores malignos (cerca del 13% del total de decesos). América
Latina y el Caribe se encuentran entre las regiones más afectadas. Según la
OMS, Cuba destaca en el desarrollo y búsqueda de fármacos biotecnológicos para
el cáncer; en 2008 registró la primera vacuna terapéutica para cáncer de pulmón
avanzado, y actualmente investiga más de 90 productos en más de 60 ensayos
clínicos.
El cáncer ha existido siempre y en todas partes del mundo.
Momias peruanas y diferentes huesos fosilizados en África, que datan de hace
cinco mil a seis mil años, muestran huellas de la afección. Alrededor del año
3.500 a.c. en rollos de papiros egipcios se relacionaban determinados tipos de
tumores. En otros momentos de la historia de la humanidad se describe también
la enfermedad.
Sus causas y relación con el medio ambiente y la genética
también fueron establecidas en épocas tempranas, sin embargo, no resulta fácil
registrar con exactitud y de forma oportuna la relación causa-efecto, es decir,
los factores potenciales cancerígenos externos y la aparición cada vez más
frecuente de un determinado tipo de neoplasia. Estas son algunas
consideraciones que recoge el primer capítulo del libro “Cáncer, el gran
desafío”, del doctor Franco Carvalli, profesor de oncología clínica de la Universidad
de Berna, Suiza.
En el volumen, de 157 páginas, el autor hace una reseña
histórica de la enfermedad, y explica además, en que consiste, como prevenirla
y combatirla, la lentitud de la investigación terapéutica, algunos de los tipos
de tumores más frecuentes e importantes, situación actual y problemas por
resolver. Estamos ganando científicamente la guerra contra el cáncer, pero la
perderemos muy probablemente de forma global, si no se realizan pronto cambios
radicales y a escala mundial en la asignación de los recursos disponibles,
expresó Carvalli, al presentar en La Habana la versión del texto en idioma
español.
Los tumores malignos son un gran desafío científico y social, un
fenómeno biológico muy complejo que evidencia los determinantes sociales y el
éxito o fracaso de las intervenciones humanas sobre las más de 200 entidades
que engloba este concepto, aseguró el experto a Prensa Latina.
Las causas de su aparición y desarrollo son muy amplias, pero
las infecciones virales y la occidentalización del modelo de vida en países
subdesarrollados están transformando la localización de los tumores que eran
típicos de sociedades industrializadas como mama, próstata, pulmón, también
ahora en las más pobres. El consumo incontrolado de tabaco, la propagación cada
vez más rápida de infecciones, los cambios en la conducta alimentaria, son muy
peligrosos, y tienen un efecto cancerígeno mayor, sin excluir las causas
genéticas que participan en esto.
Carvalli consideró importante individualizar cada uno de los
tipos de cáncer, pues mientras en unos la ciencia avanzó mucho en los últimos
30 años, en otros como el de páncreas no hubo ningún progreso y se debe
trabajar también en reducir la pobreza y cambiar los estilos de vida. Datos
recogidos en el libro aseguran que a principios de este milenio, se
diagnosticaban 11 millones de nuevos casos de cáncer por año, cifra que se
duplicará hacia 2030 por el crecimiento demográfico y envejecimiento de la
población.
De acuerdo con un artículo recientemente divulgado en la revista
The Lancet Oncology, las tasas de incidencia de cáncer en América Latina y el
Caribe -163 casos por cada cien mil habitantes- son más bajas que en Europa o
Estados Unidos (264 y 300 respectivamente por cada cien mil habitantes); sin
embargo, la cifra de fallecidos es casi el doble, y los pronósticos hablan de
un incremento en los diagnósticos, con una mortalidad también superior.
El informe, elaborado por una comisión de expertos dirigidos por
el profesor Paul Goss, de la Universidad de Harvard, indica que los estados
latinoamericanos y caribeños han centrado su inversión sanitaria en la
prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas, mientras que el gasto en
procesos no transmisibles, como el cáncer, no ha seguido el mismo ritmo. Si no
se actúa rápidamente, las consecuencias humanas y económicas serán graves,
advirtió Goss.
Este creciente problema amenaza con provocar un gran sufrimiento
y riesgo económico en los países del área, aseveró el experto, quien observó
con preocupación un aumento de estilos de vida sedentarios, hábitos
alimentarios no saludables, consumo indiscriminado de tabaco y alcohol,
exposición a la radiación solar, urbanización y envejecimiento de la población,
todos ellos factores de riesgo del cáncer.
Por otra parte, la investigación constata desigualdades en
cuanto a detección y tratamiento del padecimiento, por diferencias existentes
en el acceso a la atención -más significativo entre la población urbana y
rural-, esta última con un estatus socioeconómico, nivel de educación y cobertura
sanitaria menor. Otro problema en la región es el número insuficiente de
especialistas en oncología que reciben capacitación, a lo que se suma la “fuga
de cerebros” en busca de oportunidades en otras naciones.
La investigación también resalta el trabajo que realizan algunos
estados como Argentina y Chile, donde hay planes para tratar determinadas
neoplasias malignas, y México, que prepara una estrategia nacional para abordar
el control de todos los tumores. Asimismo, Goss prepondera el enfoque de Cuba,
con servicios de salud universales, basados en la equidad, prevención,
evidencia científica y técnica, participación comunitaria, instituciones
públicas y del gobierno en la medicina.
Todo esto refleja la buena organización del sistema sanitario,
que cuenta con el personal adecuado y más de 450 policlínicos comunitarios
integrados en una red nacional de salud, donde se ofrecen servicios de
prevención. Cuba también tiene la tasa de médico por persona más alta del mundo,
con un profesional por cada 147 personas (en comparación con uno cada 388 en
los Estados Unidos). Para el tratamiento del cáncer, además se ofrecen
servicios de radioterapia de vanguardia, agrega la publicación The Lancet
Oncology.
El Ministerio de Salud Pública de Cuba reorganizó su programa de
cáncer en 2006 para crear un único Programa Integral de Control del Cáncer en
una Unidad de Control de Cáncer Nacional, donde se dirigen las estrategias para
la prevención y control de la afección. Asimismo coordina el Registro Nacional
de Cáncer, el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, y el Polo
Científico, que lidera la investigación en salud en la nación.
Franco Carvalli resalta el sistema de salud cubano y las
investigaciones que se realizan en instituciones del polo científico de la
isla, en especial las relacionadas con tumores malignos, avaladas además por la
Organización Mundial de la Salud. Cuba marcha a la vanguardia en los estudios
de anticuerpos monoclonales y vacunas contra el cáncer, de las cuales se
realizan ensayos clínicos en varios países con gran rigor.
No obstante, aún cuando la nación cubana realiza una de las
mayores inversiones en el gasto en salud pública, tiene una alta incidencia de
tumores malignos (sólo superado por Argentina, Barbados, Guadalupe, Martinica,
Puerto Rico y Uruguay).
CIGB-300, un nuevo concepto en la oncología
Para los cubanos, los tumores malignos se han convertido en una
seria amenaza, y ya ocupan el segundo lugar en la mortalidad del país, después
de las enfermedades cardiacas. De acuerdo con estadísticas de salud, las
principales localizaciones de cáncer en la isla, en el caso de los hombres son
pulmón y próstata, mientras para la mujer destacan mama y cuello de útero. Como
consecuencia de éste último mueren anualmente en Cuba unas 400 féminas, a pesar
de ser uno de los tipos de neoplasia más prevenible, detectable y tratable, y
existir un programa nacional encaminado al diagnóstico precoz.
Investigadores cubanos se afanan en la búsqueda de un fármaco
eficaz para el tratamiento de los tumores cervicouterinos, algo en lo que
trabajan desde hace algunos años especialistas del Centro de Ingeniería
Genética y Biotecnología (CIGB). Entre estos destaca un estudio que realiza un
equipo de expertos liderado por el doctor en Ciencias Silvio Perea Rodríguez,
el cual explora la actividad antitumoral de un péptido sintético capaz de
bloquear la enzima caseína kinasa dos (CK2), y provocar la muerte programada de
las células tumorales.
Esta molécula, muy conocida en la comunidad científica, no había
sido considerada como un objeto destacable en la lucha contra el cáncer; sin
embargo hemos visto que se encuentra sobreexpresada o sobreproducida en altos
niveles en la mayoría de las modalidades de ese mal, de ahí la relevancia de su
análisis, declaró Perea a Prensa Latina.
CIGB-300 es el nombre provisional del compuesto diseñado por los
especialistas, con el que se ha tratado ya a un pequeño grupo de pacientes con
resultados positivos. Esperamos en un corto plazo comenzar estudios de
confirmación terapéutica para comprobar la eficacia del medicamento, indicado
no solo en cáncer de útero, también en condilomas del tracto genital, explicó
Perea.
Señaló además que según las tendencias actuales de tratamiento,
la molécula se combinaría con las terapias tradicionales, como las radiaciones
y los citostáticos. El CIGB-300 explora un nuevo concepto en la oncología, no
hay similares en el mercado, por lo cual constituye un reto para la ciencia
cubana. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó los adelantos
de Cuba en el desarrollo y búsqueda de fármacos biotecnológicos para cáncer.
“El enorme beneficio derivado de esta inversión en biotecnología de la salud es
que se están produciendo medicamentos más asequibles para luchar contra
enfermedades cuya incidencia está aumentando de forma exponencial en los países
de ingresos bajos y medianos”, sostuvo el doctor José Luis Di Fabio, director
de la Oficina de la OMS en Cuba.
El representante de esa institución de Naciones Unidas resaltó
que el Ministerio de Salud Pública del país registró en 2008 la primera vacuna
terapéutica para cáncer de pulmón avanzado, el Nimotuzumab, desarrollada por el
Centro de Inmunología Molecular (CIM).
El Nimotuzumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une
a determinadas moléculas específicas de las células cancerígenas. El blanco de
ese anticuerpo monoclonal es una proteína que puede ocasionar la división y el
crecimiento descontrolados de las células. El compuesto, conocido como CIMAher,
tiene un potente efecto anti-angiogénico, y se indica en combinación con
radioterapia en el tratamiento de tumores de cabeza y cuello en estadios
avanzados, detalló Norkis Arteaga, gerente general de CIMAB SA.
También se utiliza para prolongar la vida de niños con
astrocitoma de alto grado de malignidad, refractarios a otras terapias, y en
pacientes portadores de tumores malignos de esófago de origen epitelial no
operables, en combinación con la quimioterapia. Está registrado en 26 países de
América Latina, Medio Oriente y Asia, y se encuentra en trámites de registro en
igual cantidad de naciones.
A comienzos de 2013 quedó patentada una segunda vacuna cubana
contra este mismo tipo de cáncer, el Racotumomab. Fue el resultado más
relevante del 2012 para el CIM. El producto, de fácil utilización, puede
aplicarse en el nivel primario de salud y muestra resultados alentadores en los
ensayos clínicos, destacó el doctor Agustín Lage Dávila, director-fundador del
CIM.
En una entrevista con el periódico Granma, el científico destacó
que con este producto Cuba ya suma dos vacunas terapéuticas para la mencionada
dolencia, junto a la CIMAVAX-EGF. Lo anterior nos convierte en la única nación
del mundo en evaluar de manera simultánea dos productos de ese tipo para tratar
la enfermedad.
En el caso específico de la Racotumomab, la capacidad de
producción disponible permite ampliar su cobertura de aplicación en los
pacientes aquejados de esa neoplasia en el país, y propiciar el comienzo de las
acciones dirigidas a su registro en el exterior. Las experiencias presentadas
por una investigadora del centro sobre el empleo de esta vacuna en la terapia
del cáncer pulmonar fueron reconocidas en el Congreso de la Sociedad Europea de
Oncología Médica, y publicadas posteriormente en la revista Lancet Oncology,
como uno de los sucesos más relevantes del evento.
Lage afirmó que un objetivo esencial de la institución es lograr
convertir el cáncer en una enfermedad crónica que pueda controlarse por
prolongados periodos, al retrasar o detener su progresión, propiciando a los
enfermos más años de supervivencia con una calidad de vida aceptable.
Dentro de los impactos notables del pasado año aparece, además,
la solicitud de registro del anticuerpo monoclonal humanizado ITOLIZUMAB
anti-CD6, cuyos ensayos clínicos demostraron evidente acción terapéutica en el
tratamiento de la psoriasis severa. También figura el anticuerpo monoclonal
Anti-CD20 para el tratamiento de linfomas, que es un biosimilar de uno importado
por el Ministerio de Salud Pública a elevados precios. Actualmente se encuentra
en fase de ensayo clínico en el Instituto de Hematología y en otras entidades
nacionales que tratan tales tumores.
Por otro lado, el Grupo Empresarial de los Laboratorios Biológicos
Farmacéuticos (Labiofam) produce con veneno de escorpión el anticancerígeno
Vidatox 30CH. Este medicamento homeopático fue desarrollado durante 15 años y
ensayado desde 2010 en miles de pacientes en la Isla y el extranjero. Las
evidencias demuestran que el fármaco mejora la calidad de vida, ayuda a
recuperar el peso corporal y el apetito.
Se trata de un bioterapéutico de comprobados efectos
analgésicos, antinflamatorios y antitumorales en enfermos que sufren de tumores
cancerígenos en pulmón, mamas, cuello del útero, colon, próstata y páncreas,
con efectos similares a la quimioterapia o la radioterapia, pero sin las mismas
consecuencias de tales procedimientos. La terapia alternativa consta de una
efectividad aprobada desde hace dos años, cuando fue incluida en el cuadro
básico de medicamentos en Cuba.
Comprobaciones mediante ensayos clínicos en centros de atención
primaria de salud de La Habana y la ciudad china de Xian así lo acreditaron.
Unos 15 mil pacientes nacionales y otros 40 mil en el exterior emplearon de
manera voluntaria el novedoso producto fabricado por la industria
biotecnológica en la mayor de las Antillas. A principios de mayo Cuba realizó
la primera exportación del fármaco derivado de la toxina del alacrán.
Con una dotación de 7.500 ejemplares del alacrán cubano
(Rophalurus Junceus), se fabrica en Cienfuegos unos 20 mil frascos mensuales
del medicamento, informó Fabio Linares, jefe del laboratorio homeopático de
Labiofam. En la Ciudad de Sancti Spíritus, se extrae la toxina a más de tres
mil escorpiones azules, especie endémica de ese artrópodo de Cuba, y en los
próximos años contarán con el equipamiento necesario para procesar la toxina de
cerca de 20 mil alacranes.
Xiomara Ruiz, especialista del criadero de alacranes
espirituano, explicó que unos 400 mililitros de veneno se envían mensualmente a
la capital del país donde se concluye el proceso del medicamento. Según los
especialistas, cada ejemplar de este género puede aportar, con la aplicación de
estímulos eléctricos, hasta cinco gotas de acuerdo con su fortaleza, un
promedio de 0,02 milímetros.
Según la OMS, en estos momentos la industria biotecnológica
cubana posee 1.200 patentes y comercializa productos farmacéuticos y vacunas en
más de 50 países. Actualmente se encuentran en etapa de investigación más de 90
productos biotecnológicos para combatir el cáncer en más de 60 ensayos
clínicos. Las exportaciones aumentan y generan ingresos de cientos de millones
de dólares.
La autora es Editora jefa de la Redacción de Ciencia y Técnica de Prensa
Latina.
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