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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

Historia del movimiento obrero en Bolivia


Por: Agustín Tarifa Camacho
(Tercera Parte)
En anteriores entregas publicamos las primeras partes de la Historia del movimiento obrero en Bolivia, referida al periodo de articulación y consolidación clasista (1900-1936), así como a la experiencia y conquistas de los trabajadores mineros. A continuación proseguimos con nuestro recuento histórico.
El proletariado urbano a principios del siglo XX
Si bien a inicios del siglo XX, la principal actividad productiva en Bolivia continuó siendo la minería ligada al mercado externo con la explotación y exportación del estaño; también es cierto que esta actividad a más de incorporar en el imaginario colectivo nacional un proceso de proletarización, desarrolló en rededor suyo actividades como el comercio y la industria, que estarán fuertemente vinculadas a mercados locales dependientes; la minería es la que absorberá una importante fuerza de trabajo, principalmente rural.
El ferrocarril como medio indispensable para el transporte del mineral desde los centros mineros hacia la costa, y luego como vinculación comercial al interior de un país mutilado por la guerra del Pacífico, junto a la electrificación de los principales centros urbanos de la época, hacen al escenario donde se desarrollarán en la primera década de 1900 actividades comerciales destinadas a reproducir la demanda de miles de trabajadores mineros y de familias que dependen de esa actividad, desarrollando también una incipiente industria manufacturera de productos textiles y alimenticios en las ciudades de La Paz, Oruro y Cochabamba, principalmente; dinamizando una economía que dará lugar a nuevos actores sociales productivos tanto empresariales como laborales dentro de la lógica de “modernización” que el liberalismo pregonó, esto sin olvidar la importancia de la siringa en el noreste del país.
En este contexto, y paralelamente a la minería, en las ciudades se conformará una clase obrera urbana que luego será parte de la constitución del movimiento obrero de inicios del siglo XX, aspectos que en esta segunda parte describiremos someramente bajo dos características a destacar; la primera tiene que ver con los actores herederos de una dinámica comercial y casi mercantilista de gremios y oficios del siglo XIX, para transitar a un proceso de proletarización urbana; la segunda característica es que a partir de la introducción del ferrocarril y la electricidad se fundan compañías que inicialmente tomarán a mano experiencia laboral tanto argentina como chilena; fuerza laboriosa u obrera portadora de experiencias de acción colectiva de tipo reivindicativo y luego político organizativo que contribuirán a la conformación de organizaciones inicialmente sindicales y luego políticas, con influencia anarquista, socialista y luego marxista. Esas son algunas de las condiciones formativas del proletariado urbano que a continuación pasamos a describir.
De los gremios al sindicato
La herencia de un modo de producción de tipo feudal colonial (pre-capitalista) de la época de la plata en la que ya existían asociaciones de trabajadoras y trabajadores artesanos de diferentes oficios organizados en gremios, son los antecedentes de las primeras estructuras laborales de tipo sindical a inicios de 1900, prototipos que darán paso a la organización política sindical de las obreras y obreros de la época; las asociaciones de beneficencia, mutuales de socorro y las ligas de obreros entre otras, si bien fueron organizaciones de tipo asistencialista, benéfico y hasta altruista entorno a un determinado oficio y de estilo gremial, pronto se convertirán en organizaciones reivindicativas por la conquista de derechos laborales enfrentados a la dinámica del capital sobre el trabajo y, junto a ellos, la emergencia de nuevos actores que la laboriosidad de la nueva Capital de facto, incorporará en su desarrollo.
La organización productiva del capitalismo al interior de los gremios hará cambiar la concepción de organización de tipo asistencialista por una de tipo sindical, incorporando a los antiguos oficios a la dinámica de una producción extensiva en unos casos, y otra en defensa del rubro al que pertenecían como en el caso de los sastres, carpinteros, talabarteros y gráficos; estos últimos ligados a la imprenta y la incorporación de nuevas tecnologías de producción gráfica, pero por sobre todo, a la propaganda liberal por medio de periódicos oficiales como en el caso del Periódico “El Diario” de la ciudad de La Paz. Por otro lado, los obreros del ferrocarril, tanto los que construyen las vías como los que trabajan en los ferrocarriles, forman las primeras organizaciones sindicales que aparecerán entre 1900 y 1910; en todos los casos, las condiciones de trabajo distintas a las del siglo XIX, hacen germinar la necesidad de asociación.
Asociaciones gráficas
En 1905, aún con influencia de tipo gremial, se funda la Unión Gráfica Nacional con el objetivo de proteger las fuentes de trabajo como oficio frente a la creciente incorporación de empresas gráficas, que no sólo imprimen papel si no que lo hacen a menor costo, en menor tiempo y con mayor rapidez; condiciones que enfrentaron al oficio del imprentero, del redactor o el tipógrafo, con la amenaza del obrero que sólo dirige una máquina, como la de los periódicos o el auge de las imprentas con mejor tecnología.
Estas asociaciones, bajo las mismas consignas, se replicaron en Cochabamba y Sucre con la fundación del Centro Tipográfico al estilo mutualista, en 1914, en contraposición a las organizaciones liberales como la Unión Grafica. En el mismo sentido, en oposición al gobierno de Ismael Montes y su influencia en la prensa escrita, se funda la Federación de Artes Gráficas en 1916, mismas que para 1929, bajo un nuevo componente de tipo sindical, desplazará a los oficios por el obrero gráfico.
La asociación ferroviaria
Entre 1900 y 1905, se realiza la apertura de una línea ferrocarrilera entre Uyuni y Potosí para el traslado de mineral que interconectará con la costa; su construcción exigía celeridad, por lo que las jornadas de trabajo se extendieron más allá de las 12 horas y con salarios impagos, situación que generó que los trabajadores paralicen labores y realicen la primera huelga conocida del sector, en demanda de mejores condiciones de trabajo, y se funde el primer sindicato de ferroviarios.
Sin embargo, para que este sector pueda organizarse bajo un modelo sindical, tuvieron que pasar casi diez años y recién en 1912 se conforma la Liga de Empleados y Obreros de Ferrocarril, siguiendo una línea benéfico asistencialista que culminará en sindicato reivindicacioncita de corte marxista hacia finales de la década de 1920; esta liga estuvo conformada inicialmente por delegados de las diferentes empresas ferroviarias constituidas hasta ese entonces en las ciudades de Cochabamba y Oruro, posteriormente se incorporan los trabajadores ferroviarios y empleados tranviarios de la ciudad de La Paz. La característica principal de estas experiencias asociativas del proletariado ferroviario es que tuvieron influencia de la lucha de los trabajadores chilenos del mismo rubro, influencia que se debió máxime por el vínculo con la costa, por ello muchas acciones de protesta y ayuda económica para los gastos de las movilizaciones se realizaron en coordinación entre trabajadores chilenos y bolivianos.

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