Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Gerardo Lissardy
Un
escenario alternativo para las economías de América Latina, bastante
más sombrío que el actual, comenzó a ser esbozado por organismos
internacionales ante la amenaza de otra crisis financiera global.
El
Fondo Monetario Internacional (FMI) y analistas privados prevén que la
región volverá a crecer el año que viene (2012), pero menos que años
anteriores y con riesgos de un deterioro importante de la coyuntura.
El
temor es que un agravamiento de la crisis de deuda en Europa impacte en
las economías de Asia y en el comercio mundial, bajando más los precios
de las materias primas que son vitales para Sudamérica.
Esta
posibilidad parece generar actualmente mayor inquietud que el peligro
de un recalentamiento de las economías de la región y un repunte
inflacionario, que hasta hace algunas semanas desvelaban a muchos.
"Los
riesgos ahora están en que puede haber una baja importante en la
demanda global para las exportaciones latinoamericanas y un aplanamiento
en los términos de intercambio", definió Augusto de la Torre,
economista jefe del Banco Mundial para América Latina, en diálogo con
BBC Mundo.
Escenario uno
El
FMI indicó en un informe divulgado este mes que habrá una reducción
"moderada" del crecimiento de América Latina, que llegaría a 4,5% este
año y 4% el año que viene.
Estas
cifras son menores a la expansión de 6% que la región tuvo el año
pasado y están 0,1% por debajo de los pronósticos que el Fondo publicó
en junio, debido a la desaceleración económica global.
Este
panorama de crecimiento reducido, que de todos modos podría ser la
envidia de muchas economías ricas, es el "escenario base" con que
trabajan los organismos internacionales en este momento.
"La
gente todavía está pensando junto con nosotros que es más posible que
la situación no sea catastrófica", explicó De la Torre.
Las proyecciones contemplan la posibilidad de un crecimiento débil de Estados Unidos y Europa.
Pero
reflejan la esperanza de que la liquidez global y los precios de las
materias primas sigan empujando a América Latina, fundamentalmente por
el comercio con China, aunque con menos fuerza.
Para
los analistas, este escenario de desaceleración en la región y de una
menor demanda doméstica podría ayudar a aliviar las presiones
inflacionarias y a la vez las tendencias al alza de sus monedas.
Escenario dos
Sin
embargo, De la Torre advirtió que "hay también otro escenario más
adverso" para proyectar el futuro económico de América Latina.
Agregó
que esto contempla una hipótesis en la que "los problemas en Europa no
se solucionan y la situación más bien se deteriora generando fuertes
reacciones y turbulencias en los mercados financieros internacionales,
tan fuertes que ni siquiera el crecimiento en China podría sostenerse".
"En
ese escenario, que sería muy negativo, los canales financieros de
transmisión (de la crisis) serían fuertes, parecidos quizás a los que el
mundo experimentó cuando cayó Lehman Brothers", dijo en alusión a la
quiebra del banco estadounidense que desató la depresión global en
septiembre de 2008.
Aquella
crisis provocó una fuerte desaceleración en América Latina, que pasó de
un crecimiento en torno a 5% a una pequeña contracción en promedio
durante 2009.
El
riesgo de una frenada brusca del comercio global también fue evocado en
el informe que el FMI divulgó a comienzos de mes, que advierte que un
contagio en América Latina "podría cambiar la dirección de los vientos e
incidir negativamente en los países exportadores de materias primas".
"Pregunta del millón"
Un
dato que sustenta estos temores es la volatilidad e incluso la
tendencia a la baja que experimentaron recientemente los precios de
algunas materias primas, como el cobre chileno y peruano o la soja
argentina.
En
los últimos años, el alza en la cotización de las materias primas fue
un motor clave del crecimiento económico en América Latina, una región
que según el FMI es en promedio tan dependiente de sus materias primas
hace 40 años.
En
Sudamérica, las exportaciones de materias primas llegaron a sumar 10%
del PIB el año pasado, bastante por encima del 6% que representaban en
1970.
De
acuerdo a consultas formuladas por los corresponsales de BBC Mundo en
la región, esto se manifiesta de diferentes formas en los países.
En
Argentina, muchos advierten que la economía es demasiado dependiente de
la venta de soja, y prevén problemas si el gobierno mantiene su nivel
actual de gastos (que ha generado un déficit fiscal de cerca de US$2.785
millones).
En
Colombia, el petróleo, carbón y níquel concentran el 70% del valor de
las exportaciones del país, que pese a su crecimiento tiene una tasa
anual de inflación de apenas 3,73% a septiembre.
"A
largo plazo las perspectivas son muy favorables. Lo único que podría
alterarlo sería un choque muy fuerte producto del desplome en los
precios de nuestros principales productos de exportación", dijo Carlos
Ramos, analista macroeconómico de la agencia InterBolsa, consultado por
BBC Mundo.
Este
panorama sudamericano contrasta con lo que ocurre en México y América
Central, donde las materias primas pasaron de ser la mitad de las
exportaciones totales hace unas décadas a sólo 25% el año pasado, según
el FMI.
Daniel
Titelman, jefe de la Unidad de Estudios del Desarrollo de la CEPAL,
dijo que "la pregunta del millón" para la región ahora es si los precios
de las materias primas seguirán bajando en el mediano plazo.
"Uno podría esperar una suerte de moderación en los precios de los commodities en el futuro cercano", dijo Titelman a BBC Mundo.
Para los países exportadores de materias primas, agregó, "eso tiene un impacto sobre la entrada de recursos", que se reducirían.
"(Pero) en el caso de los países de Centroamérica, que importan fundamentalmente commodities, la noticia es buena", comparó.
Publicado a finales de 2011
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