Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...

La soberbia derrotada y la vanidad humillada



Si a la clase patronal chilena algo le duele y le hiere cual fierro al rojo vivo aplicado sobre la piel, es saberse derrotada y humillada por un adversario al que trató siempre con la punta del zapato creyéndolo inferior, mínimo. “Indios de mierda”, recuerdo que decían de Evo Morales y de su pueblo en reuniones y happy hours.
La humillación experimentada por la veleidad de las cofradías empresariales y políticas de Chile ante los ojos del mundo,  se ha podido observar también en las declaraciones emitidas por varios de sus más ‘eméritos’ representantes, independiente de la tienda partidista a la que puedan pertenecer. Para ellos resulta casi un atentado religioso que la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) rechazara categóricamente la argumentación presentada ante ese tribunal por personas tan “decentes”, y de buen aspecto físico al estilo ‘europeo y gente bien’, privilegiando las osadías destempladas que indígenas altiplánicos de piel muy morena y hablar pausado portaban cual banderas de razón y dignidad.
“¿Cómo ha sido posible que esto ocurriera?”, se pregunta esa clase de personas (que en Chile es minoría, lo que no ha sido óbice para que se adueñe del país). A esa interrogante agregan explicaciones que, de verdad, agreden a los chilenos. “Bolivia no ha ganado nada”, lenguajeó nuestra mandataria, dejándose llevar por la argumentación de políticos interesados en defender a ultranza intereses de sus verdaderos mandantes megaempresariales, por lo que no dudan en contravenir materias de derecho internacional apostando sus fichas exclusivamente al Tratado de 1904, cual si este fuera la panacea que soluciona las impetraciones, necesidades, avances tecnológicos y nuevas realidades de dos países supuestamente hermanos, aunque lo anterior se desglose de todo un siglo transcurrido desde su firma. 
Llama la atención y produce extrañeza que muchos chilenos pierdan los estribos ante un fallo de la CIJ que concluye afirmando su competencia para juzgar y dirimir la protesta interpuesta por el gobierno boliviano, pero, esos mismos compatriotas nada dijeron ante la indignante y antipatriótica entrega del borde costero y mar chileno a manos de siete familias dueñas de megaempresas. Hay un claro componente racista y clasista en todo este embrollo, pues si tales megaempresarios hubiesen sido bolivianos descendientes de una de sus históricas etnias, ¿Pablo Longueira y sus adláteres, les habrían regalado esas mismas franquicias?
Digámoslo sin medias tintas… las cofradías políticas del duopolio, así como la ‘flor y nata’ del megaempresariado chileno y sus ujieres militares y parlamentarios, siempre han metido en el mismo saco de la ignominia a mapuche, boliviano y peruano. Los Rapa-Nui se han salvado porque (tal como dijo un querido profesor en la universidad hace ya una punta de años), “bailan muy bien atrapando las miradas lascivas de turistas y racistas”, y además,  geográficamente, se encuentran muy lejos de las ambiciones de los depredadores y pirañas, por lo que estos no poseen intereses económicos en la isla.
En La Haya, la CIJ propinó sonora bofetada a la soberbia y vanidad de la clase propietaria de este país que en realidad es republicano, democrático e independiente sólo en las declaraciones y escritos mediáticos. Muchos de aquellos que hoy impetran dar un portazo a esa Corte Internacional de Justicia y a la propia nación boliviana, creyendo que de tal laya se defiende la soberanía e independencia de este país, necesitan saber que actualmente recorre el subcontinente una frase que es una férrea verdad: “en Sudamérica hay un país llamado Chile donde nada es de Chile”.
El agua, las carreteras, la telefonía, la salud, la previsión social, la energía eléctrica, los bosques, la minería, la banca, el mar, las sanitarias, el transporte público, los puertos, los lagos, la educación, las comunicaciones (e incluso parte importante de la geografía austral, como es aquella en manos de Douglas Tompkins), son elementos vitales de toda nación que, en nuestro caso, pertenecen en su totalidad a particulares.
Chile no posee un Foreign Office, como Inglaterra, ni un Torre Tagle, como Perú, lugares donde esas naciones forman, capacitan y estructuran a sus respectivos cuerpos diplomáticos para que ellos, independientemente del gobierno de turno, representen a sus países administrando una verdadera política de estado. Aquí, los dueños de la férula y el poder creen ser tan “distintos” al resto de los habitantes de América Latina que suponen más que suficiente, en materias internacionales, nominar a algunos individuos que conforman su “servicio político-doméstico” para representarlos en el exterior, especialmente cuando se trata de dialogar o discutir con naciones donde la mayoría de la población pertenece a raza no blanca”.
Por ello, a una clase dominante como esta que se montó en la grupa de Chile poniéndole bocado y riendas, le resulta inaceptable que algunos europeos (blancos y de ojos claros), privilegien la demanda de un país donde predominan –y gobiernan- las etnias originarias que en los salones del fundamentalismo católico-empresarial-militar son consideradas ‘inferiores’. No hay nada que a esas clases dominantes pueda dolerle más que su orgullo herido, su soberbia derrotada y su vanidad humillada.
“Te aseguro que será, precisamente, el enemigo que él desprecie por débil e inferior quien actuará como verdugo”(personaje Johannes Hindenburg, en la novela “A la sombra de la swástica”).
Publicado en El Clarín de Chile 
Síguenos en Facebook:  Escuela Nacional de Formacion Politica 
Twitter: @escuelanfp

Rellene el siguiente formulario para suscribirse.




En Bolivia:








 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pedro Ignacio Muiba, el héroe

Por: Homero Carvalho Oliva En 1975, mi padre, Antonio Carvalho Urey, terminó una investigación iniciada en la década de los sesenta que habría de cambiar la historia nacional. Después de muchas visitas al Archivo Nacional de Bolivia, dirigido en ese entonces por Gunnar Mendoza, extraordinario intelectual e historiador, quien le ayudó a ubicar los folios que habrían de probar toda una hazaña que da testimonio que los indígenas moxeños participaron activamente en la Guerra de la Independencia de nuestro país, al mando del cacique Pedro Ignacio Muiba. Esta investigación se publicó, primero en septiembre de 1975, en un policopiado financiado por la Universidad Técnica del Beni, en un pequeño tiraje de 200 ejemplares y luego en la famosa Biblioteca del Sesquicentenario de Bolivia. Dos años más tarde, en 1977, Antonio publicó el libro titulándolo Pedro Ignacio Muiba, el Héroe y de esa manera se reparó una injusticia histórica. En sus investigaciones, Antonio se basó, entre otros, en...

La despatriarcalización

Por: Julieta Paredes Al igual que el Seguro Universal de Salud (SUS), la despatriarcalización, como nombre para una política pública, tardó mucho, pero llegó. Entonces, en este marzo de luchas de las obreras, es necesario analizar, ¿qué es lo que realmente llegó? Fruto de una serie de movilizaciones de mujeres pertenecientes a las organizaciones sociales del proceso de cambio, se lograron algunas medidas en el Ejecutivo. Fueron movilizaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, con encuentros departamentales. Así fue que se logró concretar un listado de demandas que más o menos se repitieron a lo largo de estos años, con algunas interesantes novedades. Entre ellas podemos señalar la exigencia del salario al trabajo doméstico y la necesidad de un espacio en el Gobierno para este sector. Algo así como un Ministerio de las Mujeres, instancia que tenga la jerarquía necesaria para efectuar las tareas que corresponden a la mitad de la población de Bolivia que somos las mu...

Idiosincrasia e ideología

Por: Félix Tarqui Triguero No son posibles las revoluciones económicas sin las revoluciones culturales porque todos aquellos contenidos que constituyen el fundamento de determinada cosmovisión propia de cada nacionalidad o sociedad pueden ayudar o frenar su avance por ser una manera de pensar de cada agrupación humana, en funcion a su historia y cultura. Así nace la idiosincrasia propia de cada pueblo, sin embargo, se enfrenta a la idiosincrasia forzada o alienante que influye día a día a las grandes masas de la población mundial de manera globalizante, en ese contexto necesitamos ver que Bolivia es un país de molde capitalista y sub desarrollado (empobrecido por la clase dominante que gobernó desde 1825 exceptuando a Antonio José de Sucre, Andrés de Santa C. hasta el 2005), La ideología como el estudio de las ideas es también un proceso de construcción critica, influenciado tan pronto el individuo se encuentra inmerso en las realidades sociales, económicas, culturales...