Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por Agustin Gallardo
En Roma, en vísperas del inicio del sínodo sobre la familia, este
prelado declaró su homosexualidad y presentó a su novio. La Iglesia lo separó
de dos de sus cargos: secretario adjunto y docente de Teología.
¿Qué hace falta para
dar bien un golpe de efecto? Krzysztof Olaf Charamsa, el cura que ayer confesó
su orientación sexual, seguramente supo que el secreto –en este caso– para que
su anuncio sacudiera a la Iglesia se trataba, simplemente, de elegir el día
correcto. Es decir, ayer. Justo un día antes del sínodo sobre la familia que
lleva adelante el Vaticano. Este hasta ahora desconocido sacerdote polaco de 43
años pateó el tablero y reveló que que es homosexual, y lo hizo en una
conferencia de prensa mostrando a Eduard, su pareja.
“Sé que la Iglesia
me verá como alguien que no supo cumplir con su deber de castidad, que se
extravió y, por si fuera poco, no con una mujer, ¡sino con un hombre!”, dijo
con énfasis, reconociendo que tendrá que renunciar a su ministerio.
Charamsa, sacerdote desde 2003, pertenece a la Congregación para la Doctrina de la Fe y, hasta ayer, era secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional del Vaticano y profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Hace tres semanas,
el cura dio una entrevista radial en Barcelona donde empezaba a mostrar la
punta del iceberg. “Creo que hay que empezar a conocer a las personas:
homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales... el misterio
de la vida de cada uno. Creo que en la Iglesia muchas veces tenemos falsas
imágenes de estas personas, estereotipos del siglo pasado. Y hay una confusión
que les duele mucho, que es la de asociar homosexualidad con pedofilia, una
idea muy difundida en muchos ambientes católicos”, decía en una radio de Barcelona
este religioso que habla castellano, alemán e inglés, y además ve por internet
Tele 3 para aprender a hablar catalán. Casualmente, el idioma de su pareja:
Eduard.
Ahora, Krzysztof
remarcó que no hace esto para vivir con su novio sino, “para mí, para mi
comunidad, para la Iglesia”. Y aclaró: “Es una decisión mucho más profunda que
nace de mi reflexión sobre lo que predica la Iglesia”. Sin pelos en la lengua,
tuvo un fuerte mensaje hacia el clero, del que dijo que lleva retraso respecto
a los conocimientos que alcanzó la humanidad. “Es hora de que abra los ojos
frente a los homosexuales creyentes y entienda que la solución que propone,
esto es la abstinencia total y una vida sin amor, no es humana”, dijo.
Postura oficial.
Krzysztof llamó a que la Iglesia despierte y dejé de perseguir a los inocentes:
“No quiero destruir a la Iglesia, quiero ayudarla y, sobre todo, quiero ayudar
a quienes persigue. Mi salida del closet tiene que ser un llamamiento al sínodo
para que la Iglesia cese sus acciones paranoicas hacia las minorías sexuales”.
Y agregó en un mensaje directo a los 360 participantes del sínodo que se
realiza hoy: “Quisiera decirles que el amor homosexual es un amor
familiar, que necesita a la familia. Todos, incluidos los gays, las lesbianas y
los transexuales, llevan en el corazón un deseo de amor y de familia”.
Apenas se
reprodujeron sus declaraciones, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi,
señaló que la elección del cura de declarar su homosexualidad en la víspera del
sínodo resultó “muy grave” y “no responsable”, ya que sometió a la Asamblea
Sinodal a “una presión mediática injustificada”.
El cura polaco fue
por más y acusó en una entrevista de homofobia al Vaticano: “Pido perdón por
todos los años durante los que he sufrido en silencio ante la paranoia, la
homofobia, el odio y el rechazo a los homosexuales que he vivido en el seno de
la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el corazón de la homofobia en
la Iglesia”.
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