Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
La creciente catástrofe
Por: Harvey Wasserman
Fukushima
sigue expeliendo radiación. Las cantidades parecen aumentar, así como los
impactos.
El sitio ha
sido infiltrado por el crimen organizado. Hay horrendas señales de desastre
ecológico en el Pacífico e impactos en la salud humana en EE.UU.
Pero dentro
de Japón, una nueva Ley de Secretos de Estado hace que hablar del tema sea
punible con hasta diez años de cárcel.
Taro
Yamamoto, un legislador japonés, dice que la ley “representa un golpe de
Estado” que conduce a la “re-creación de un Estado fascista”. El poderoso
periódico Asahi Shimbun la compara con las leyes
“conspirativas” promulgadas por el Japón totalitario que preparó el terreno
para Pearl Harbor, y advierte que podría terminar con la información
independiente sobre Fukushima.
El primer
ministro Shinzo Abe ha estado conduciendo a Japón en una dirección cada vez más
militarista. Las tensiones con China han aumentado. Masivas manifestaciones han
sido denunciadas hablando de “traición”.
Pero es
Fukushima la que representa la amenaza más peligrosa para la nación y el mundo.
Tokyo Electric
Power ha iniciado el descenso de las barras de combustibles suspendidas en lo
alto sobre la fuertemente dañada Unidad Cuatro. Las primeras ensambladuras que
fueron extraídas pueden haber contenido barras no usadas. Éstas pueden haber
sido extremadamente radiactivas.
Tepco ha
tomado medidas drásticas contra la cobertura mediática y se queja por los
helicópteros de los medios noticiosos que filman la remoción de las barras de
combustible.
Según la
nueva Ley de Secretos de Estado, el gobierno podría prohibir –y detener– todos
los medios independientes bajo cualesquier condicion en Fukushima, cubriendo
con un manto oscuro un desastre que nos amenaza a todos.
Sin lugar a
dudas, cualquier posible limpieza durará décadas. La ciudad de Fairfax,
California, ha llamado ahora a una apropiación global de Fukushima. Más de
150.000 firmantes han solicitado a la ONU una intervención semejante.
Como
corporación privada, Tepco está orientada a ahorrar, reducir salarios y
convertir la limpieza en un centro de beneficios privados.
Tendrá
amplias oportunidades. La piscina de combustible en la Unidad Cuatro plantea
inmensos peligros cuya eliminación puede tardar años. Pero lo mismo vale para
los peligros existentes en la Unidad Uno, Dos y Tres. En general el lugar está
lleno de miles de barras intensamente radiactivas y otros materiales cuya
potencial contaminación es miles de veces mayor que la que afectó a Hiroshima
en 1945.
Poco después
del accidente, Tepco redujo la mano de obra disponible en Fukushima. Desde
entonces la ha restaurado en parte, pero ha reducido los salarios. Sospechosos
contratistas llevan a cientos de jornaleros sin capacitación para que trabajen
en horribles condiciones. Reuters dice que el lugar está
fuertemente infiltrado por el crimen organizado, creando el espectro de
materiales radiactivos robados para bombas sucias y otros usos.
Miles de
toneladas de agua radiactiva se encuentran ahora en depósitos permeables
construidos por trabajadores temporales que advierten de la mala calidad de su
construcción. Es seguro que se derrumbarán en caso de un fuerte terremoto.
Tepco dice
que en todo caso podría verter el exceso de agua al Pacífico. El experto
nuclear Arjun Makhijani ha propugnado que el agua sea almacenada en
superpetroleros hasta que pueda ser tratada, pero la sugerencia ha sido
ignorada.
Cientos de
toneladas de agua también fluyen a diario de las montañas a través del lugar
contaminado y hacia el Océano Pacífico. El ingeniero nuclear Arnie Gundersen
solicitó hace tiempo a Tepco que cavara una zanja repleta de absorbentes para
desviar ese flujo. Pero se le dijo que costaría demasiado dinero.
Ahora Tepco
quiere instalar un muro de hielo. Pero no puede ser construido hasta por lo
menos dentro de dos años. No es claro de dónde provendrá la energía para mantener
congelado el muro, o si funcionará definitivamente.
Mientras
tanto, la radiación está llegando a niveles récord en el aire y el agua.
La lluvia
radiactiva ya ha sido detectada frente a la costa de Alaska. Circulará a lo
largo de la costa oeste de Canadá y EE.UU. hacia el norte de México a fines de
2014. Se informa de la desaparición masiva de cachorros de leones marinos,
sardinas, salmón, ballenas asesinadas y otras formas de vida marina, junto con
una aterradora desintegración masiva de estrellas de mar. Un marinero ha
documentado una masiva “zona muerta” a más de 3.200 kilómetros de Fukushima. Ya
se han documentado impactos sobre seres humanos en California y otros sitios.
Sin
intervención global, isótopos de larga vida de Fukushima seguirán entrando a la
biosfera durante décadas.
La única
energía que ahora se produce en Fukushima proviene de un nuevo masivo molino de
viento que fue recientemente instalado mar adentro.
En medio de
un desastre que no puede manejar, el gobierno japonés sigue presionando para
volver a abrir los 50 reactores que fueron cerrados desde las fusiones. Quiere
evitar la repercusión pública en medio de una población aterrada, y en los
Juegos Olímpicos de 2020, planeados para una región de Tokio que ahora está
cubierta de manchas radiactivas. Por lo menos una cámara en el lugar ha dejado
de funcionar. Al parecer el gobierno también ha detenido el monitoreo de
radiación basado en helicópteros.
Hace un año
un profesor japonés fue detenido durante 20 días sin proceso por pronunciarse
contra la incineración al aire libre de desechos radiactivos.
Ahora el
primer ministro Abe puede hacer algo mucho peor. The Times of India informa
que la Ley de Secretos del Estado es impopular, y que la tasa de aprobación de
Abe ha bajado debido a su aprobación.
Pero la
nueva ley puede convertir la democracia de Japón en una reliquia de su pasado
anterior a Fukushima.
Es la marca
cancerosa de un régimen nuclear que trata de controlar todo conocimiento de una
catástrofe letal global que ahora aumenta incesantemente.
[Harvey Wasserman edita el sitio en la web
NukeFree.org y es autor de SOLARTOPIA!
OUR GREEN-POWERED EARTH.]
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