Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Rafael Rico
Ríos
A las 23:16 de la noche, hora venezolana, el Centro Nacional Electoral,
CNE, lee el primer boletín con resultados irreversibles. Con un escrutinio del
99,12% Nicolás Maduro Moros, gana las elecciones presidenciales de 2013 con un
50,66% y 7.505.338 votos, frente a un 49,07% y 7.270.403 votos, de Capriles
Radonsky. La noche caraqueña rompe un silencio tenso que parecía interminable
con una avalancha de gritos que hasta el mismísimo Chávez pudo escuchar desde
el más allá.
Son 17 victorias del Chavismo en 18 procesos electorales a lo
largo de 14 años y la primera con la ausencia de Hugo Chávez. La participación
ha sido del 78,71% lo que supone sólo un 3% menos que las elecciones
presidenciales del 7 de octubre. El Chavismo gana por apenas 300.000 votos,
con unos resultados mucho menores que los que pronosticaban las encuestas y
demasiado justos para la estabilidad del país y la oposición venezolana pide
contar todos los votos para reconocer los resultados.
Aun así se trata de una nueva victoria del Chavismo cuya primera
conclusión es que se confirma que la Revolución Bolivariana no es sólo Hugo
Chávez, se trata de un verdadero movimiento político y social. Por otro lado,
en esta campaña electoral se ha puesto de manifiesto que la oposición venezolana
está conformada por un grupo heterogéneo de partidos políticos, sin una
dirección política clara, cuyo nexo de unión, más que una cuestión ideológica,
ha sido, hasta ahora, sacar a Chávez del poder y acabar con el Chavismo.
Esto demuestra que uno de los más importantes legados de Hugo Chávez
haya sido formar un poderoso movimiento ideológico de izquierdas y romper con
el paradigma de la política venezolana caracterizada por el juego de partidos
unidos sólo por un conjunto de intereses personales sin apenas fondo
ideológico.
Esta campaña electoral ha sido muy corta, apenas 10 días, caracterizada
por marchas maratonianas y exhibiciones de convocatorias por uno y otro bando,
donde el debate político ha estado marcado por las cuestiones sociales. El Chavismo
ha conseguido que la derecha venezolana centre su discurso en los aspectos
sociales y que los más pobres sean los protagonistas de las campañas.
A pesar de esta nueva orientación social del discurso de la derecha, los
medios de comunicación comerciales han tratado de des-ideologizar la campaña
centrando su cobertura comunicacional en la anécdota y ridiculizando el Chavismo. En
algunos casos se ha caído en la trampa y el Chavismo se ha enredado en
el debate de estas anécdotas difundidas por los medios comerciales, en lugar de
analizar la profundidad del debate de lucha de clases y construcción de una
nueva sociedad más justa.
La sociedad venezolana, con su Revolución Bolivariana, ha conseguido
poner sobre la mesa el debate de las contradicciones sociales. El votante chavista,
que ha mantenido el apoyo al proceso, ha demostrado que no le importan las
anécdotas, ni la imagen, ni las formas, le importa un compromiso político que
ha adquirido en los últimos tiempos y, muy especialmente, con la muerte de Hugo
Chávez.
La campaña electoral ha estado marcada por la fuerza del lema: Chávez
te lo juro. Un lema que va más allá del “Chávez, lo juro, mi voto es pa'
Maduro”, como se ha cantado y coreado una y otra vez durante toda la campaña. Chávez
te lo juro nace de un sentimiento popular aparecido los días posteriores a
la muerte de Hugo Chávez. Se trata de un fuerte compromiso político
interiorizado por miles de venezolanos y venezolanas que se fue fraguando los
días después de la muerte de Chávez y que le da una nueva dimensión a este
proceso.
La derecha derrotada, que una vez más ve cómo los inmensos recursos
energéticos de la primera reserva mundial de petróleo se escapan de su control
por apenas 300.000 votos, no acepta los resultados y trata de denunciar un
fraude electoral.
El reto de
Maduro ante una victoria pírrica
Con esta mínima
victoria del Chavismo, se inicia una nueva etapa en la historia de
Venezuela donde Nicolás Maduro tiene que responder a la responsabilidad de
continuar con la Revolución Bolivariana y debe afrontar la construcción de una
nueva sociedad con una ideología llamada socialismo del siglo XXI . Además,
tiene que mantener la unidad del Chavismo, defender el proceso de los
ataques de la derecha y superar los grandes errores en la gestión del gobierno
bolivariano que le están pasando factura.
Deberá superar
los principales problemas que más preocupan a la sociedad venezolana, como La
violencia, la corrupción, la ineficiencia en la gestión pública y
las distorsiones económicas que generan fenómenos que afectan a los sectores
populares como la inflación. Deberá aplicar el Programa de la Patria 2013-2019 donde están
contenidas las bases de desarrollo de Venezuela diseñadas por Hugo Chávez para
este periodo presidencial. Un periodo presidencial que pudiera quedar interrumpido
a mitad del mandato por un referéndum revocatorio, contemplado en la
Constitución Bolivariana, en caso de que el gobierno bolivariano no mejore su
gestión.
En el plano
internacional, deberá continuar con la integración latinoamericana, la ALBA,
UNASUR y CELAC, además de profundizar en las relaciones Sur-Sur y el modelo de
cooperación para los países del Sur, la relación de América y África, la
relación con los Estados Unidos de América, la integración en el Mercosur y la
construcción de un mundo multipolar.
Por otra parte,
continuará la batalla con los medios de comunicación comerciales y los
intereses que defienden. Deberá mejorar la eficiencia de los medios de
comunicación públicos para transmitir los progresos en la gestión del gobierno,
profundizar en el derecho a la información y aclarar el papel de los medios
alternativos dentro del Sistema Nacional de Medios Públicos.
En lo social,
necesitará cumplir con el reimpulso y la revisión de las misiones sociales,
fortalecer el sistema educativo y el sistema de salud. Continuar el debate del
papel de la mujer en la nueva sociedad, sobre el desarrollo integral de los
niños, la cuestión indígena y su enfrentamiento a los grandes terratenientes,
avanzar en las políticas de inclusión social y continuar con la lucha contra la
marginalidad.
Deberá
continuar con la Gran Misión Vivienda y el impacto que tiene en la deuda
pública, las importaciones y el crecimiento económico. Ampliar las grandes
infraestructuras del país, continuar con la red de ferrocarriles y autopistas
que des-masifiquen las principales ciudades.
En la ciencia,
tecnología y el conocimiento, deberá profundizar en la soberanía tecnológica,
continuar con la implantación del Software Libre en la administración pública,
debatir sobre la propiedad intelectual y su impacto en el desarrollo económico
y buscar mecanismos de innovación ligados al desarrollo productivo y social.
Deberá de
potenciar la producción agropecuaria y la industria de alimentos. Continuará el
debate sobre la cuestión petrolera, sobre la recuperación de los sectores
estratégicos del país y la gestión de las casi 1200 empresas expropiadas.
Tendrá que apostar por la industrialización. Deberá resolver el debate de los
modelos de cogestión y autogestión obrera, empresas comunales, el cooperativismo,
las empresas mixtas y las empresas públicas transnacionales.
En cuanto a la
organización política y social y el poder popular, deberá continuar el debate
sobre la función del poder popular y sus organizaciones sociales, la necesidad
de la organización política, el fomentar el surgimiento de nuevos liderazgos,
los consejos comunales y la comuna, el sindicalismo y el desarrollo del
movimiento obrero y el campesinado.
En lo
ideológico deberá desarrollar el llamado socialismo del siglo XXI, el socialismo
bolivariano y reflexionar sobre sobre el Estado burgués, la burocracia y la
construcción de un nuevo Estado.
Pero quizás el
gran reto para Nicolás será conseguir ganar la confianza de todos los sectores
que apoyan el Chavismo, que votaron por él y que, por petición de Hugo
Chávez, depositaron en él sus esperanzas de mantener el proceso. Porque lo que
le ha llevado a la victoria han sido millones de juramentos. A partir de ahora,
deberá ganarse un apoyo que tiene que ver con la identificación de clase entre
líderes y pueblo, dar paso al poder popular y a un liderazgo colectivo. Esa
identificación de clase y el compromiso interno de ese Chávez te lo juro
de cada uno de esos millones de venezolanos y venezolanas que ahora son
Chávez, es lo que podría mantener viva la Revolución Bolivariana.
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