Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Marianela
Jarroud
Multitudes manifestaron este jueves 11 en las
principales ciudades de Chile en busca de instalar las demandas de gratuidad y
mejor calidad de la educación en el centro del debate de la campaña para las
elecciones generales del 17 de noviembre.
Los organizadores señalaron que unas 150.000 personas, entre alumnos,
profesores y trabajadores en general, se congregaron solo en Santiago en la
primera protesta de este tipo del año, convocada por la Confederación de
Estudiantes de Chile (Confech). La policía no dio estimaciones de concurrencia.
La marcha se realizó pacíficamente por Santiago hasta llegar al Centro
Cultural Estación Mapocho, a cinco cuadras de la sede del gobierno, donde la
policía de Carabineros arremetió contra algunos manifestantes, generándose una
serie de escaramuzas con un saldo preliminar de 90 detenidos y cuatro heridos
por balines de pintura.
Los manifestantes avanzaron cerca de cuatro kilómetros portando letreros
que exigían "cárcel para los que lucran con la educación" y
cuestionando a los candidatos a la Presidencia de Chile que hasta ahora no han
abordado una propuesta de gratuidad total en la educación.
Solo la expresidenta Michelle Bachelet, precandidata de los partidos
Socialista y Por la Democracia, integrantes de la centroizquierdista
Concertación de Partidos por la Democracia, habló el lunes 8 de instaurar una
educación superior gratis, aunque no para todos.
"Yo puedo pagar la universidad de mi hija y no sería justo que el
Estado lo hiciera por mí. Creo que es regresivo que quienes pueden pagar, no
paguen", dijo Bachelet, una postura que molestó a los dirigentes
estudiantiles que depositaban en ella sus esperanzas.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica
de Chile y portavoz de la Confech, Diego Vela, dijo a IPS que la masividad de
la manifestación de este jueves "refleja que las injusticias que vivimos
en la educación están más latentes que nunca y que la ciudadanía en Chile no
está dispuesta a que se sigan vulnerando sus derechos".
"Vemos que de esta manera vamos a lograr los cambios de una vez por
todas y no se seguirán postergando los intereses de la mayoría por sobre los de
la población más privilegiada", añadió.
Para el politólogo Esteban Valenzuela, "es evidente que el país
quiere educación gratuita garantizada" y estas marchas "son una
interpelación demasiado profunda".
"Por lo tanto, creo que los discursos minimalistas del gradualismo
no van a funcionar, y eso obliga a un debate más de fondo", que esté
centrado en una reforma tributaria profunda para financiar la educación, añadió
Valenzuela, director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones
Internacionales de la Universidad Alberto Hurtado.
Valenzuela precisó a IPS que la reforma debe avanzar hacia una carga
fiscal de 30 por ciento, en línea con el promedio de los países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a la que
Chile pertenece.
Para el experto, desde el retorno a la democracia en 1990 hasta la fecha
solo se han realizado "pequeñas reformillas" que sitúan la carga
fiscal entre 18 y 20 por ciento.
"Entonces, los chilenos estamos dispuestos a una reforma tributaria
en la que las personas, pero por sobre todo las empresas, paguen más impuestos,
pero con la que la educación, que hoy es un monto muy significativo en el gasto
familiar, pase a ser fundamentalmente financiada por el Estado", explicó.
Actualmente, un estudiante universitario paga unos 600 dólares mensuales
para una carrera promedio y hasta 1.200 dólares por una carrera más cotizada,
como medicina.
A esto se suman los gastos en libros, cuadernos y materiales, que
obligan a las familias a endeudarse para educar a sus hijos. Todo esto en un
país con 16,6 millones de habitantes, donde los ingresos de los más ricos son
35 veces los de los más pobres y donde el salario mínimo no supera el equivalente
a 420 dólares mensuales.
"La sociedad está diciendo que queremos que el Estado asuma ciertos
servicios básicos sociales, como la educación, y como nada hace milagros, eso
requiere una reforma tributaria significativa", completó.
A juicio de Valenzuela, la manifestación de este jueves "obliga a
los candidatos presidenciales a abordar el tema".
En el escenario actual no sirve el discurso de la derecha política,
"que dice que el sistema funciona bien y que simplemente falta mejor
acreditación de la calidad", añadió.
"También queda desencajado el discurso de la (centroizquierdista)
Concertación: sí pero no, sí pero los que puedan deben pagar", remató.
Lo cierto es que la manifestación recordó los momentos más álgidos de
las movilizaciones estudiantiles de 2011, que pusieron en jaque al gobierno del
derechista Sebastián Piñera, quien el miércoles 10 se anticipó y anunció la
constitución del Fondo de Apoyo a la Educación Pública Municipal de Calidad,
que destinará 153 millones de dólares para fortalecer a ese sector.
Ese fondo no es nuevo, dicen en la oposición, ya estaba contenido en la
Ley de Presupuesto 2013, aprobada el año pasado.
Vela valoró la construcción del movimiento estudiantil de los últimos
años, pero subrayó el desafío que plantea este año electoral, cuando se podrá
discutir "qué país queremos para los próximos cuatro años y para las
siguientes dos décadas".
"Estamos buscando que nuestras necesidades no sean oportunidad de
abuso para algunos, que nuestros derechos no sean un negociado para otros, sino
que con hechos concretos cambiemos la realidad y dejemos de ser el segundo país
más segregado del mundo educacionalmente", afirmó.
El movimiento podrá seguir creciendo "si realmente no vemos hechos
concretos, si no cambiamos la segregación que hoy existe en el país",
agregó. "Somos miles los que hoy día pedimos justicia y queremos cambiar
esta realidad".
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