Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Esta
tormenta es entre 5 y 10 por ciento más fuerte por los cambios que ha provocado
el hombre sobre el clima, en el futuro se esperan que estos eventos extremos
más fuertes y más frecuentemente
El
cambio climático no ha
causado el huracán Sandy,
pero "sí ha hecho que
sus efectos sean entre un 5 y un 10 por ciento más fuertes de
lo que cabría esperar de una tormenta de estas características", asegura
el director de Análisis Climático del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de Estados Unidos
(NCAR), Kevin Trenberth.
"No
es el 90 por ciento, es decir, no hablamos de que un fenómeno como Sandyesté totalmente dominado
por el cambio climático, pero la temperatura del agua es mayor, las olas más
grandes y la lluvia más fuerte a consecuencia de la perturbación humana del
clima", explica el meteorólogo en una entrevista.
Trenberth,
quien abandera la investigación científica sobre la relación entre el cambio
climático y los eventos meteorológicos extremos, asegura que Sandy es una tormenta digna de recibir el
adjetivo de "histórica" por motivos como que haya
elevado la temperatura del mar hasta 2 grados.
Ello
se traduce "en un 10 por ciento más de agua evaporada alimentando esa
tormenta, y en consecuencia, en un 20 por ciento más de lluvia" de lo que
cabría esperar.
"Decir
que esta tormenta es entre un 5 y un 10 por ciento más severa por el cambio
climático puede parecer poca cosa, pero ese porcentaje es tremendamente
significativo y representa un tanto por ciento adicional que suele ser la gota
que colma el vaso y que hace que las consecuencias puedan ser
devastadoras", afirma.
Así,
el científico está convencido de que tanto este huracán como el resto de
eventos extremos ocurridos en lo que va de año "hubieran sucedido
seguramente sin cambio climático, pero no hubieran roto todos los récords
conocidos ni sus efectos hubieran sido tan mayúsculos".
Además,
el calentamiento no solo intensificará tormentas y sequías en el futuro sino
que las hará más frecuentes, destaca Trenberth, autor de una recién publicada
investigación titulada Framing
the way to relate climate extremes to climate change.
Debido
a la naturaleza de la atmósfera, estos
eventos "no ocurrirán siempre en el mismo lugar, sino que
se irán desplazando y su ubicación geográfica dependerá del fenómeno climático
llamado El Niño",
que calienta de manera extraordinaria las aguas del Pacífico tropical y tiene
capacidad de crear patrones meteorológicos con consecuencias globales.
El
Niño
"provocó una intensa sequía en Australia en 2009, acompañada de una ola de
calor y de fuertes incendios; en 2010 le tocó a Rusia, en 2011 al sur de
Estados Unidos y en 2012 a la zona central de Norteamérica, que ha batido
récords de altas temperaturas e incendios. Veremos a quien le toca en 2013,
seguramente a otro continente", asegura.
En
esa línea, Trenberth, uno de los autores de los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés) de
2003 y 2007 y revisor del próximo, que se presentará en septiembre de 2013,
critica que este órgano "no
esté haciendo las premisas adecuadas en cuanto a la relación entre cambio
climático y fenómenos extremos".
"El
tener a tantos científicos implicados, más de 2 mil 500 en la elaboración del
próximo informe, hace del IPCC un órgano cada vez más conservador, en el que
para lograr el consenso de tanta gente haya que descafeinar mucho cada
afirmación que se hace" , apunta el científico, quien forma parte del
Grupo I de trabajo del IPCC, encargado de estudiar los aspectos científicos del
sistema climático y el cambio climático.
"El
IPCC nunca ha sido ni el primer órgano científico ni el más preciso" a la
hora de evaluar el calentamiento y sus consecuencias, lamenta el meteorólogo.
Trenberth
avanza que en el próximo informe "ni conoceremos nada revolucionario, ni
sus conclusiones van a cambiar el rumbo de las negociaciones de Naciones
Unidas" para alcanzar un acuerdo global de reducción de emisiones.
En
ese aspecto, el director de Análisis Climático del NCAR considera que el G20
"es un foro más viable, que la ONU, para adoptar un iniciativa global para
combatir el cambio climático" .
"La
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático puede ser la
vía para desarrollar esa iniciativa, pero veo más factible que salga de una
reunión del G20 que de una Cumbre del Clima", concluye.
Publicado en El Universal de México
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