Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Yizbeleni Gallardo
El 4 de abril de 1949, se firma en Washington el Tratado del
Atlántico Norte en el que surge la alianza militar denominada 'Organización del
Tratado del Atlántico Norte' (OTAN). El surgimiento de
la OTAN representaría la materialización de la división del mundo entre los
vencedores de la 2ª Guerra Mundial. La conformación bélica de la misma se dio
hasta 1955 después de la guerra de Corea y de la creación del Pacto de Varsovia.
Durante sus primeros 40 años, la estrategia estará determinada
fundamentalmente por el balance de fuerzas Este-Oeste y la evolución
tecnológica de los sistemas de armas, principalmente nucleares.
En los años 1960 la OTAN desarrolló una estrategia denominada
'Respuesta Masiva', que no era más que la legitimación del discurso
norteamericano de supremacía bélica nuclear y de la intención de aterrorizar al
mundo con una posible guerra mundial nuclear, hecho que haría desarrollar
velozmente la industria armamentista norteamericana generando grandes
beneficios económicos a dicha nación.
En 1987 bajo la estrategia de "Respuesta Flexible" la
OTAN cambia de la amenaza nuclear de largo alcance al despliegue europeo de
misiles tácticos, clara antesala de la desintegración de la URSS. En 1991 tras
la disolución del Pacto de Varsovia y de la desintegración de la URSS, la OTAN
ya no tendría más razón de existir, es allí, donde viene el
replanteamiento bélico-expansionista norteamericano. El mismo año desde
Roma George Bush formula los nuevos objetivos: 1. Dotar a la OTAN de capacidad
para realizar acciones fuera de la zona asignada en el protocolo inicial
"misiones fuera de protocolo"; 2. Vincular la defensa europea a
EE.UU. "Fuerzas separables pero no separadas" en la que cualquier
fuerza europea estará indisolublemente unida a las fuerzas y mandos militares
de Estados Unidos.
Es en este punto donde surgen los enemigos "grises" de
la OTAN y se definen los nuevos peligros para la misma: las exrepúblicas
soviéticas en nacionalismos expansionistas con todo el potencial de su arsenal
heredado de la Guerra Fría y la naciente amenaza en el Oriente Medio y los
conflictos del Mediterráneo y los Balcanes.
Sería la guerra que culminó con el desmembramiento de Yugoslavia
el campo de experimentación de la materialización de la "Nueva OTAN".
Este nuevo concepto estratégico de la OTAN suponía un paso en favor de la
barbarie, donde el organismo de la Europa armada se transforma en el
"matón" del barrio.
En este contexto, en los últimos años, de la mano de Vladímir Putin, Rusia se
ha reposicionado económica, política y militarmente como una potencia mundial,
ahora desde un rencuentro con su tradición milenaria.
En el 2002 con la creación del G8 en el que Rusia se convierte en
miembro, salvo por la intervención bélica de Estados Unidos en Irak y
Afganistán, la OTAN de nuevo, ya no tendría más razón de existir en Europa, es
por ello que casi 10 años después en el 2013 tras la exclusión de Rusia del G8
y el cuasi simultaneo surgimiento de los conflictos en Siria y Ucrania, la OTAN
revive y vuelve a encontrar razón de ser. Es así como el nuevo enemigo a
combatir se convierte como en sus inicios la nueva Rusia.
Actualmente Estados Unidos mantiene armamento nuclear en Alemania,
Países Bajos, Bélgica, Italia, República Checa, Polonia y Turquía y ha
desplegado bases antimisilisticas en Estonia, Letonia, Lituania y mantiene
presencia en el bloque euro-asiático-africano. Ni en los peores momentos de la
Guerra Fría, a la URSS se le ocurrió instalar bases en ningún país limítrofe de
Estados Unidos.
La pretensión de sustituir el armamento nuclear actualmente
existente en Europa por armamento actualizado de mayor precisión supondría una
flagrante violación al Tratado de No Proliferación que prohíbe la transferencia
de armas nucleares de un Estado a otro.
Los gobiernos que pertenecen a la OTAN se han dejado seducir por
EE.UU. hacia al enfrentamiento con Rusia, y al incremento de las tensiones en
Oriente Medio, el Mediterráneo y el África subsahariana, una de las razones del
exponencial surgimiento de la actual crisis migratoria en Europa, oxígeno que
sin duda alimentará el fuego de la OTAN.
Los ejercicios bélicos que en estos días y hasta el 6 de noviembre
se llevan a cabo en España y Portugal por parte de la OTAN, son sin duda en
respuesta al brillante y eficaz combate a los grupos terroristas en Siria que
Rusia ha desarrollado, menguando sensiblemente en un mes las actividades
criminales del Estado Islámico, Al
Nusra y los "rebeldes" sirios. Bajo su lógica, ahora la amenaza es
rusa por atentar contra el terrorismo en Oriente Medio que ellos (EE.UU.) han
creado y alimentado durante los últimos años.
Hoy una inmensa ola de migrantes (se habla de más de 50.000) irrumpe por los
Balcanes al comienzo del frío invierno. ¿A quién habría que responsabilizar de
esta nueva avalancha que apunta a la desestabilización de Europa? ¿A la OTAN
otra vez?
y Twitter: @escuelanfp
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