Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Juan Manuel Karg
El
presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, pateó el tablero regional
al convertirse en el primer exponente de la “nueva derecha” latinoamericana en
acceder al gobierno de su país, algo que aún no pudieron hacer Henrique
Capriles (Venezuela), Aécio Neves (Brasil), Mauricio Rodas (Ecuador) y Luis Lacalle
Pou (Uruguay), los otros exponentes de este espacio político aún en
conformación. Esto, más allá de significar un cambio concreto en la actual
correlación de fuerzas -que aún sigue teniendo un fuerte peso de líderes de
extracción nacional-popular, progresistas y de izquierda- también abre
discusiones nuevas en el plano regional, donde Macri apuntará, tal cual dijo, a
intentar converger con la Alianza del Pacífico, pretendiendo asimismo avanzar
en un acuerdo de libre comercio con la Unión Europa.
Hay un
punto adicional de la propuesta de Macri que ha tomado carácter público
reiteradas veces en las últimas semanas: la posibilidad de aplicar la
denominada “cláusula democrática” del Mercosur a la República Bolivariana
de Venezuela. Aquí hay varias cuestiones a repasar, ya que el tema ha dado
lugar a diversos debates en nuestros países. En primer lugar, dar cuenta que sólo la
interrupción del orden democrático en un país del bloque permite aplicar dicha
normativa. Un ejemplo claro, concreto, fue el Paraguay de Federico Franco,
quien tras el “golpe parlamentario” a Fernando Lugo fue retirado del Mercosur
por el resto de los integrantes, retornando tras la votación que consagró a
Horacio Cartes como presidente.
Luego
hay otro punto
a atender: más allá de la opinión que se pueda tener sobre la política interna
de Venezuela, y sobre los hechos que determinaron la prisión de Leopoldo
López tras las violentas “guarimbas” de la oposición en 2014, nadie puede
dudar que el país caribeño realizó 19 elecciones desde la llegada de Hugo
Chávez al poder, ganando en 18 oportunidades. Este es un dato objetivo,
refrendado por observadores internacionales que, invitados por el oficialismo y
la oposición, pueden dar cuenta de aquello. Y ahora aquel país se apronta a ir
a elecciones legislativas el próximo 6 de diciembre, con todas las miradas
de la región (y muchas del mundo) posadas sobre Caracas, en una elección que,
salga como salga, tendrá repercusiones tanto internas como externas.
Ahora
bien, ¿encontró Macri apoyo en el resto de los países del Mercosur para avanzar
en una hipotética aplicación de la “cláusula democrática” que permita separar a
Venezuela del bloque? La respuesta es, por el momento, no. El primero que se
posicionó contra la propuesta del presidente electo fue Uruguay, quien a través
de su canciller Nin Novoa expresó que “estamos lejos de una alteración en el
orden democrático en Venezuela”. A su vez, Brasil espera que Macri no lleve el
tema a la próxima cumbre del Mercosur -que se llevará a cabo el 21 de diciembre
en Asunción- tal como afirma el periodista Marcelo Falak, especializado en la
relación Argentina-Brasil, en un reciente artículo publicado en su blog. Allí
Falak cuenta que el canciller brasilero Mauro Vieira, en su visita a la
Comisión de Relaciones Internacionales del Senado de Brasil días atrás,
manifestó que hay que esperar las próximas elecciones en Venezuela y que “no se
puede juzgar a priori” lo que allí suceda.
Y
Paraguay, que podría ser el “socio natural” de Macri en su aventura, también se
mostró, a priori, con un apoyo más bien tibio. Si bien su canciller, Loizaga,
dijo que va a “tomar nota” de la propuesta en relación a Venezuela, también
afirmó estar “convencido” de que las elecciones venezolanas “se van a realizar
en el marco legal, aprovechando la participación general de todos los
ciudadanos y el respeto a los resultados”, tal como declaró a los medios de
comunicación. Es decir: Macri no ha encontrado, por el momento, ningún apoyo
explícito a su pedido.
En
este punto, entonces, surge el interrogante sobre como seguirá el tema.
Diversos analistas dan a entender que lo que busca el presidente electo
argentino con estas declaraciones es mostrar su apoyo a la Mesa de Unidad
Democrática (MUD), que buscará arrebatarle al PSUV la mayoría legislativa en la
Asamblea Nacional (diputados y senadores) en una elección que será voto a voto.
De acuerdo con esa lectura, Macri no seguiría con su propuesta una vez que pase
aquella elección. En definitiva, Brasil espera que las palabras no se
concreten, para no afrontar el “dolor de cabeza” que significaría tener que
rechazar la propuesta argentina, principal socio comercial del país conducido
por Dilma Rousseff. Las propias elecciones del 6D en
Venezuela, junto a la asunción de Macri -con las responsabilidades
institucionales que ello implica tras la verborragia de la campaña-, serán
elementos que permitirán comprender mejor si la propuesta del presidente electo
argentino es viable o no. Por el momento, hasta el propio Paraguay pone paños
fríos sobre el tema.
y Twitter: @escuelanfp
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