Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
El
colonialismo es uno de los principales flagelos que sufrimos quienes no
encajamos en los parámetros etno y eurocentristas, parámetros que han sido
impuestos a sangre y fuego en nuestros territorios. El Colonialismo es una de
las peores expresiones que tiene la humanidad. Quienes alguna vez hemos sufrido
la discriminación y el racismo sabemos que lo que busca quien lo ejerce es
pisotear nuestra dignidad, es insultar nuestra identidad. A esos valores,
individualistas y egoístas, debemos oponer con fuerza la visión de nuestros
pueblos y recuperar nuestras culturas y nuestra identidad.
El
capitalismo, el colonialismo, el patriarcado y el imperialismo han sido y son
instrumentos de opresión de los pueblos. El racismo y la xenofobia son aliados
indispensables del colonialismo. El patriarcado, el imperialismo y el
capitalismo se complementan para discriminarnos, marginarnos y explotarnos, se
combinan para seguir manteniendo vivo este sistema injusto que beneficia a unos
pocos y perjudica a amplias mayorías.
Sabemos
también que el racismo es un sistema que ha logrado introducirse en nuestras
cabezas y nuestros cuerpos, que a veces reproducimos sin tener la intención de
hacerlo. Pero esto, lejos de hacernos renunciar a la lucha, nos obliga a
redoblar los esfuerzos y a buscar los modos de articular nuestras luchas. En
tal sentido, debemos avanzar en la aceptación y la afirmación de nuestras
identidades. El trabajo de la descolonización empieza por nosotros/as, por
nuestros cuerpos, nuestras cabezas y nuestros espíritus. Cada uno/a de
nosotros/as y nosotras debe convidar y contagiar a nuestros hermanos/as para
impedir el avance del imperialismo colonial, racista y patriarcal.
Desde la
época de la conquista, el racismo ha servido para justificar la opresión
sufrida por nuestros pueblos. Los cálculos indican que más de diecisiete
millones de personas fueron trasladadas como esclavos desde África hasta
nuestro continente entre el siglo XVI hasta comienzos del siglo XIX. Saqueos,
violaciones y genocidios han sido perpetrados utilizando como argumento la
supuesta superioridad que el color de la piel les daba a los conquistadores.
Pero lamentablemente, los efectos de esta práctica nefasta llegan hasta
nuestros días: la educación tradicional y los medios de comunicación masivos
refuerzan los paradigmas coloniales y patriarcales que queremos desterrar. La
vida moderna nos está conduciendo a la destrucción del planeta. Si las
economías se siguen moviendo en torno a la acumulación nos acercamos al final
de la existencia humana. Lo que sostiene el mundo colonial es un complejo
sistema que combina la cruz y la espada. Es indispensable aunar esfuerzos para
extirpar de una vez por todas al racismo y la discriminación, que son la
contracara necesaria de la expansión capitalista a nivel mundial, sus aliados
invisibilizados que perduran hasta nuestros días bajo nuevas formas
imperialistas, tanto materiales como simbólicas. Sino potenciamos nuestra
capacidad de inventar un mundo nuevo, sino podemos recuperar nuestros deseos,
sueños y espíritus, sucumbiremos ante el espíritu colonial moderno.
Vivimos
momentos intensos de lucha. Asistimos a una nueva ofensiva imperial para seguir
oprimiendo a nuestros pueblos. Son tiempos que nos obligan a redoblar los
esfuerzos y hacer los cambios necesarios para vivir bien. Ya no podemos vivir
desunidos, las luchas son de todos y todas, hay que unificar las luchas en cada
territorio hasta imponer un nuevo orden mundial, de los pueblos y para los
pueblos. Es tiempo de levantarse y rebelarse, defender lo conquistado y avanzar
más. En todas partes hay pueblos que resisten al imperialismo, inventando en
cada paso nuevas formas de construir sociedades más justas, libres y soberanas.
De Palestina a Venezuela, de Siria a Bolivia, de Chiapas al Congo, de Cuba a
Irán, de Argentina a Kurdistán, del Pueblo Mapuche a Grecia, en todo el mundo
obreros/as, campesinos/as, estudiantes, maestros/ as, pueblos originarios y
profesionales comprometidos/as luchan por una vida digna.
En todos
lados suenan las campanas de la rebelión, que esta vez debe ser definitiva,
porque lo que está en juego es el destino de la humanidad. No son tiempos de
paz, son tiempos de lucha. La aparente paz en la que vivimos nos tiene que
alertar y poner en disposición de lucha, para que de una vez por todas
terminemos con el flagelo de los pueblos. Tenemos que levantarnos y luchar
hasta vencer.
El
capitalismo y la riqueza concentrada siguen sembrando injusticia, miseria,
degradación, explotación, marginación y muerte. Lo que ocurre en Oriente Medio,
la historia de muerte que se inicia con la invasión a Irak por parte del
imperialismo yanqui ha generado un foco de contradicciones que ha dado lugar a
que cada día 43 mil personas huyan de sus países. 2014 es el año con la cifra
más alta de desplazados desde la segunda guerra mundial: son 60 millones de
hermanos/as que buscan un lugar donde vivir.
Estados
Unidos y Europa están cosechando lo que han sembrado, terror, muerte y
destrucción. El imperialismo es el que ha generado este caos, dado que el
capitalismo no está pensado para satisfacer necesidades humanas ni de la madre
tierra, sino para la acumulación de unos pocos. Durante 150 años las
multinacionales y los bancos norteamericanos dictaron la política imperial de
para América del Sur. El imperialismo, con la CIA y su ejército, realizó
invasiones y golpes militares para minar y debilitar las democracias. Sus
apéndices (BM, FMI, BID) impusieron políticas neoliberales para saquear
nuestros recursos naturales, imponernos deudas externas y esquilmar las fuerzas
productivas de nuestros pueblos. En la actualidad, recurren también a otros
mecanismos, más sofisticados, como ser los golpes blandos que incluso cuentan
con apoyos locales. La derechización de varios procesos de Latinoamérica
también debe ser una señal de alarma para nuestros pueblos. Pero fue, es y será
la organización y movilización de los/as explotados/as, de los/as oprimidos/as,
de los pueblos la única posibilidad de superar las relaciones de dominación del
capitalismo y generar nuevas prácticas y nuevos horizontes, con valores y
principios ligados a la solidaridad, la comunidad y la vida.
Es por eso
que quienes participamos de esta histórica cumbre declaramos nuestro repudio a
todas las formas de racismo y discriminación y nos comprometemos a enfrentarlo,
condenarlo y exterminarlo en todo el mundo. Es por eso que nos comprometemos a
unirnos en una lucha común contra la ofensiva imperialista y capitalista, que
intenta terminar con nuestros avances y conquistas. Sabemos que es un momento
para profundizar las conquistas y transformaciones, no es tiempo de conceder
nada, no es momento de retirada, no es momento de repliegue, no es momento de
vacilación, es momento de avance, de conquista, de lucha y pelea.
Aquellos/as
que piden moderación, aquellos/as que hablan de correlaciones de fuerzas
negativas e inmovilizan las luchas, ofenden y condenan a los pueblos a seguir
padeciendo la miseria, el hambre y la muerte. Es el momento que nuevamente se
levanten de los pueblos, de obreros/as, campesinos/as, estudiantes,
maestros/as, pueblos originarios y profesionales comprometidos/as. Son tiempos
de lucha y no de actitudes tibias y concesiones. El momento histórico nos lo
demanda, la industria cultural imperialista, la política guerrerista
imperialista, la intromisión política imperialista debilitan los procesos de
liberación y nos obliga a ponernos de pie y construir un definitivo
levantamiento de los pueblos oprimidos. Si fuera necesario, estamos
dispuestos/as a dar la vida en esta lucha por la liberación y la emancipación.
Nos acompañan los innumerables motines, sublevaciones y revueltas
protagonizadas por nuestros/as hermanos/as que se han levantado de norte a sur
y de este a oeste. Su lucha, anónima y subterránea, nos inspira en este camino
de la construcción del hombre y la mujer nueva.
Por
nuestros/as abuelos/as, por nuestras madres y nuestros padres, por nosotros/as
y por nuestros/as hijos/as es que proponemos:
•
La Historia de lucha de nuestros pueblos nos convoca a iniciar
desde ahora, el 2015 el Segundo y Definitivo Levantamiento Continental.
·
Intensificar
los métodos de lucha en todo el mundo y en todos los rincones donde se
encuentre el imperialismo.
·
Recuperar el nombre de Abya Yala para nuestro continente
·
Declarar la descolonización como piedra fundamental
·
Revalorizar el rol de la memoria y la transmisión oral como
forma de preservación de nuestras identidades
·
Incorporar en los planes de estudio escolares la
descolonización como eje transversal de todas las materias.
· Establecer escuelas populares de nuestras lenguas para
asegurarnos que se mantengan vivas las concepciones del mundo que estas lenguas
expresan
·
Exigir que nuestros medios estatales de comunicación disputen
en el imaginario social contra los conceptos etno y eurocéntricos y difundan la
visión de nuestros pueblos
·
Recuperar
nuestros héroes como forma de recobrar la historia de nuestras luchas
Nunca más
racismo y discriminación en nuestros territorios por una patria grande libre y
soberana hasta que el pueblo mande por un mundo donde quepan muchos mundos o se
muere el capitalismo o se muere la madre tierra
Hasta
la victoria siempre
Bolivia, La
Paz, noviembre del 2015
Viceministerio
de Descolonización del Estado Plurinacional de BoliviaSíguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios