Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Una
linda canción de Víctor Jara, cantautor chileno revolucionario, es “Ni chicha
ni limonada”, canción que bien le queda a los que no toman partido por los de
arriba ni por los de abajo.
Cito y
recomiendo escuchar esta obra porque es buen momento para continuar la
discusión sobre las clases medias en un contexto de varias elecciones en
Latinoamérica y en las que el voto del pueblo decidirá sobre la continuidad de
los procesos de cambio.
Estos
días, a propósito de las recientes elecciones en Argentina, salió un gráfico
que muestra en seis escenas la actitud pendulante de la clase media:
1.-
Viene un gobierno popular 2.- aumenta la clase media 3.- la clase media empieza
a creerse oligarquía y apoya a la derecha 4.- la derecha destruye a la clase
media 5.- la clase media empobrecida vota por un gobierno popular 6.- viene un
gobierno popular.
Ahora,
los actores de los procesos de cambio se preguntan qué está pasando con el
pueblo que los apoyaba abrumadoramente tiempo atrás; sin duda parte de la
izquierda argentina no durmió por esa pregunta el domingo pasado.
En los
países con gobiernos progresistas la clase media ha crecido bastante y
posiblemente muchos de sus sectores sean los que ya no apoyan a los gobiernos
que los llevaron allí. Es un crucial tema a debatir porque la crisis del
capitalismo, cuya expresión más reciente es la crisis financiera, continuará
afectando a la región, y muestra de ello es la reciente caída de la moneda china
que ha causado un fuerte impacto en países sudamericanos que han devaluado sus
monedas.
No está
mal que se hayan mejorado las condiciones de vida del pueblo, lo malo es que
ese proceso no se ha realizado junto a transformaciones estructurales en lo
ideológico y económico, que le den carácter irreversible.
En lo
ideológico, transformando la conciencia del pueblo, a través de proyectos que
construyan el poder popular, que a la par de llevar programas en beneficio de
la población fortalezcan sus lazos de comunidad, organización, debate y acción,
para alcanzar los proyectos que se trazan como colectivos y no como individuos;
por ejemplo, construir un colegio haciendo que la gente del lugar sea la que
también tenga que trabajar, cuidar los materiales y que cada quien sepa con qué
y cómo se está haciendo la obra y cuánto se está disponiendo, es decir,
involucrando a todos y que todos asuman su rol.
En lo
económico, modificando las relaciones sociales de producción y esto tiene que
ver con la propiedad de los medios de producción, no se habla aquí de casas,
electrodomésticos ni autos, sino de medios de producción como fábricas y minas,
que siendo de los trabajadores puedan ellos disfrutar de la riqueza que
generan, y sean ellos los que asuman el crecimiento de las unidades productivas
en base a la autogestión obrera. También distribuyendo tierras productivas a
las comunidades, fortaleciendo así la propiedad comunitaria o estatizando los
sectores estratégicos que no pueden pertenecer a individuos ni a grupos de personas
sino a todo el pueblo a través del Estado.
Estas
son algunas tareas pendientes, y vale la pena puntualizar que mientras más
avanza un proceso mayor es la amenaza al sistema.
La
actitud tiene que cambiar, no podemos ser ni chicha ni limonada, o marchamos
hacia la revolución o perderemos lo hasta aquí avanzado.
y Twitter: @escuelanfp
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