Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Alfredo Rada Vélez
Convocado
el referéndum para febrero de 2016, sobre la reforma constitucional que permita
una nueva postulación presidencial, las fuerzas políticas comienzan a definir sus
estrategias. El liderazgo de Evo Morales sumado a los movimientos sociales
indígenas, obreros y populares aglutinados en la Coordinadora Nacional por el
Cambio (Conalcam), apuntan a la continuidad y la profundización del proceso de
transformaciones, para lo que debe triunfar el voto por el SI. Las oposiciones
al gobierno de Evo, entre las que el proyecto que más avances políticos ha
logrado en los últimos años es el derechista Movimiento Demócrata Social (MDS)
del gobernador cruceño Rubén Costas, propugnan la conclusión del actual ciclo
gubernamental, para lo que debe triunfar el voto por el NO.
La
iniciativa de una reforma constitucional vino de los movimientos sociales
confirmando que son el factor dinámico del proceso de cambio; entonces no es
casual que la derecha les ataque sistemáticamente con denuncias de corrupción
en el Fondo Indígena que involucran a dirigentes de organizaciones campesinas e
indígenas, salpicando luego con esas denuncias a organizaciones que nada tienen
que ver con ese Fondo. Para aclarar esta manipulación es bueno saber que
Conalcam reúne a tres bloques sociales: 1) Los sindicatos obreros estructurados
en la Central Obrera Boliviana, que es la que más influencia tiene en la
actualidad, donde destacan los trabajadores mineros y metalurgistas, los
petroleros, los fabriles, los constructores y los obreros del sector de
energía; 2) El Pacto de Unidad indígena campesino originario, que tiene la
mayor presencia territorial y el mayor número de afiliados, pero ha sido
golpeado por las mencionadas denuncias; 3) Los sectores populares no
sindicalizados, donde están las juntas vecinales urbanas, las juntas escolares
de padres y madres de familia, los transportistas, los cooperativistas y los
microempresarios.
Otro
infundado ataque a los movimientos sociales, especialmente obreros, es que la
COB se habría convertido en una caja de resonancia del gobierno y que sus
dirigentes “están vendidos al MAS”. Se trata de un grotesco argumento cuya
falsedad quedó demostrada con la decisión que tomó la matriz sindical sobre la
flexibilización del plazo de pago por cuatro meses del segundo aguinaldo. El
rechazo cobista puso de manifiesto que pueden existir diferencias puntuales y
tácticas con el gobierno, lo que no significa que queden invalidados los acuerdos
estratégicos, como es por ejemplo impulsar de manera conjunta la campaña para
ganar el referéndum del 21 de febrero.
Quiero
acotar que el debate sobre el doble aguinaldo se da sobre la base de una
ampliación de los derechos de los trabajadores que, como parte del despliegue
del carácter nacionalizador y redistributivo del actual modelo económico,
recuperaron a fines del 2013 un beneficio social que el neoliberalismo les
arrebató con el Decreto 21060. ¡Qué distinta esta situación boliviana hoy comparada
con la de varios países europeos donde los programas de ajuste aplicados por
sus gobiernos son sinónimo de recortes salariales, despidos masivos y
disminución de las pensiones jubilatorias!
Es
cierto que hay un cambio en el escenario económico con el deterioro de algunas
variables como la balanza comercial y la fiscal, por la caída del valor neto de
nuestras exportaciones y el encarecimiento de nuestras importaciones por el
fortalecimiento del dólar. Se trata de un nuevo contexto que advertí en un artículo
(“Nuevo escenario económico y rol de los movimientos sociales”) publicado en
febrero de este año.
Pero
no ha sido afectado el núcleo del nuevo modelo económico que podemos resumir
en: nacionalización - estabilidad – crecimiento – redistribución. Para afrontar
la nueva situación y salvaguardar el modelo que ha tenido buenos resultados, el
país cuenta con un colchón en las Reservas Internacionales Netas y tiene
capacidad sostenible de endeudamiento. Pero también hay propuestas
alternativas, como las que discutió el último ampliado de la COB, que propuso
generar impuestos a la plusvalía de las grandes empresas constructoras, las
grandes importadoras de bienes suntuarios y los bancos, que están reportando
ganancias extraordinarias.
El
pueblo trabajador es consciente o al menos intuye que la continuidad de este
proceso significa no sólo la preservación de los derechos sociales logrados,
como ser bonos y rentas que llegan a grandes segmentos poblacionales, además
del incremento de la real capacidad adquisitiva de los salarios, sino también
la posibilidad de consolidarlos en el largo plazo a través de una nueva Ley
General del Trabajo acorde con la Constitución Política del Estado
Plurinacional. He aquí la explicación del respaldo de los movimientos sociales
a Evo; apoyan porque sus aspiraciones colectivas coinciden con los objetivos
del proceso de cambio.
Tanto
en la economía como en la política son fundamentales las expectativas de la
población, que los revolucionarios debemos tomar en cuenta. Se dirá que es un factor
subjetivo, pero la política también está constituida por subjetividades cuya
base material es la economía. Desde mi punto de vista la principal expectativa
social del momento es preservar la estabilidad social y económica que nos
mantenga al margen de las turbulencias (inflación, devaluación, carestía,
especulación) que afectan a varios países de Sudamérica.
Las
garantías para la estabilidad son un buen gobierno y un sistema político
sólido. Ni el más furibundo opositor puede negar la estabilidad democrática que
hemos alcanzado después de aprobada la nueva Constitución, o cerrar los ojos al
respaldo ciudadano a la gestión de Evo y a su estilo de trabajo que rompió
todos los esquemas anteriores.
La
derecha -ahora disfrazada de colectivos ciudadanos- con sus mensajes
descalificadores de todo cuanto hace el gobierno, con su plataforma discursiva
hipercrítica y ceropropositiva, con su neurótica apelación a la “dictadura”
supuestamente existente en Bolivia, con sus preeminentes figuras públicas
(Costas, Quiroga, Doria Medina) atadas al pasado neoliberal y regionalista, lo
que está haciendo es fijar de sí misma en la gente una imagen desestabilizadora
y confrontacional.
Se
está configurando una dicotomía estabilidad/inestabilidad, decisiva al momento
de emitir el voto.
y Twitter: @escuelanfp
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