Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Henrique
Ferreira Bueno
El gobierno Cartes a primera hora del día 26 de marzo consideró que las reivindicaciones de la huelga son legítimas y convocó a las centrales sindicales y movimientos campesinos a una mesa de dialogo encabeza por el vicepresidente de la república y asistencia de ministros. Antes se había convocado a las centrales a reuniones en el Ministerio del Trabajo recién formado y con un ministro interino, convocatoria que realmente no podía tomarse en serio.
La actitud de Cartes contrasta con la de su ministro del Interior que días atrás difundía primero por medios de comunicación y luego acercara al Ministerio Público un supuesto audio donde supuestos huelguistas charlaban sobre un plan para generar hechos violentos, hay que tener en cuenta la acción de un ministro es por extensión la posición del presidente.
El partido colorado por su parte actuó de manera a generar la imagen de un partido unificado y fuerte ante la huelga (dirigida contra el gobierno) y los partidos de oposición que cerraron filas en favor de las reivindicaciones de las Centrales Sindicales. Por un lado mostró unidad con las fuerzas del orden (hay que recordar que fue Lilian Samaniego presidenta de dicho partido quien afirmó que se tenía información de infiltrados en la huelga) y por otro bajo línea a ciertos sindicatos de la función pública para que estos "no se adhirieran a la huelga pues este gobierno lucha contra la desigualdad y la corrupción".
¿Por qué el cambio de tono del gobierno ante la huelga?
Si bien los representantes de las centrales sindicales en varias ocasiones mencionaron que la huelga tendría un alto acatamiento, el gobierno no tomo en serio esto al no entablar antes mesas de negociaciones, si bien generó un ambiente de miedo que lo que deseaba era menguar la convocatoria.
Evidentemente el gobierno esperaba que al empezar el día 26 las calles estén llenos de buses llevando a la gente a su trabajo. Esto no sucedió, las calles estuvieron libres de buses.
La Central de Transportes del Área Metropolitana (Gremio Empresario) una semana antes había anunciado que respetaría el derecho a huelga de los trabajadores, un tono suave teniendo en cuenta que dicho gremio, por sus antecedentes le importa un ápice el derecho laboral, recordemos a los trabajadores de la línea 30 (agremiada a la CETRAPAM) que tuvieron que crucificarse por ser despedidos al momento de crear un sindicato. Llamativa actitud de dicho gremio ante la huelga.
La Asociación Rural Paraguay tomo un tono hostil ante la Huelga, mientras que los Gremios empresariales vinculados al comercio y servicios y la Unión de Industriales asumió un rol de apoyo mesurado al gobierno, respetando el derecho a huelga y de terceros.
El Gobierno tampoco esperaba el acatamiento huelguistico en distintos puntos del país, a lo que ahora tratará de poner paños fríos a la series de focos movilizados, que en tendencia parecen que buscan crecer. El hecho significativo de esta huelga fue la unificación con la XXI Marcha del Campesino Pobre organizado por la Federación Nacional Campesina.
Las Centrales Sindicales anunciaron que si en la mesa de dialogo no se colocan respuestas rápidas, en 4 meses se convocará a una nueva huelga.
Algunas observaciones de la Huelga.
En primer lugar, la marcha tuvo dos cierres uno de las Centrales Sindicales en la Plaza de la Democracia y otra en frente al Congreso Nacional realizada por el campesinado. En total entre los dos cierres se habrán movilizado alrededor de 9000 personas.
Los sindicatos del Ministerio de Educación tuvieron una concurrencia baja (sindicatos con tradición de lucha callejera), el Sindicato de la ANDE y de la Comisión de Telecomunicaciones marcaron presencia importante.
Lo que aun uno se puede ver es la casi ausencia de sindicatos del sector privado, las empresas privadas aun "son territorios libres de respeto a las libertades sindicales". Ésta ola de descontento ojalá empuje a que la auto-organización llegue al sector privado.
Las nuevas movidas en los sectores de trabajadores asalariados y campesinos ante las políticas del gobierno en los próximos meses indefectiblemente iniciaran una nueva configuración de los sectores sociales.
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