Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
A propósito de las Malvinas
La disputa por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del sur y los espacios marítimos circundantes no se resuelve mediante un referéndum en el que Inglaterra pregunte a los ingleses si quieren seguir siendo ingleses. Esa población es de origen implantado, se expulsaron a los habitantes nativos y se la militarizó a niveles extraordinarios. Los resultados de ese referéndum no sorprendieron, era esperable que los habitantes votaran de esa manera. Pero la República Argentina, así como muchos otros países y organismos internacionales rechazaron esa iniciativa. La disputa por la soberanía sigue en vigencia, ya que ha sido reconocida por la comunidad internacional.
Desde nuestro país desconocemos el referéndum pues creemos que no es el principio de libre autodeteminación el que resuelve el conflicto, sino el de integridad territorial. Y no solo eso, la República Argentina tiene tres criterios por los cuales considera que tiene derechos soberanos sobre estas tierras: el geográfico, el histórico y el político diplomático.
El geográfico tiene que ver con la cercanía de las islas a nuestro país, más específicamente a la provincia de Tierra del Fuego. El territorio en disputa se encuentra sobre la plataforma continental de la Argentina, a solo 500 Km. de Río Grande (la capital de la provincia), mientras que el Reino Unido a 14.000 Km. aproximadamente.
El criterio histórico está determinado por el hecho de que el archipiélago fue considerado parte de nuestro país desde el proceso de independencia que llevamos adelante en 1810, a partir de la Revolución de Mayo. Durante ese período, los gobiernos argentinos realizaron actos que demostraron su soberanía, mediante la legislación sobre los recursos y las tierras. En 1829 el gobierno argentino designó a Luis Vernet al frente de la Comandancia Política y Militar de las Malvinas. Pero en 1833 el Reino Unido retomó su interés sobre el Atlántico Sur y, mediante la fuerza, expulsó a las autoridades y población argentina que allí habitaban, tomando posesión de ese espacio territorial e implantando pobladores extraños a las islas. Desde ese momento, la Argentina, en reiteradas oportunidades, manifestó su intención de recuperar las Islas, teniendo como respuesta siempre una negativa a dialogar pacíficamente.
En relación a los criterios políticos diplomáticos, como mencionamos, la Argentina ha acudido a todos los organismos internacionales para resolver la disputa y ha realizado innumerables peticiones a Gran Bretaña para dialogar y llegar a soluciones en forma pacífica. La ONU, mediante 40 Resoluciones que ha expedido durante todas estas décadas, ha manifestado que la cuestión de las Islas Malvinas es considerada un caso especial de descolonización, y reconoce la existencia de una disputa de soberanía que debe ser resulta mediante negociaciones bilaterales. Cabe destacar que, en ese sentido, en 1985 la Asamblea General rechazó dos propuestas británicas para resolver el conflicto mediante el principio de libre determinación.
Es así que, desde la Argentina desconocemos y rechazamos el referéndum que se realizó en las Islas Malvinas. En esa línea, desde la Embajada Argentina en Bolivia organizamos una actividad junto al Grupo Boliviano de Apoyo a la Cuestión de las Islas Malvinas de la participaron movimientos sociales y personalidades de la política y la academia, en rechazo al referéndum realizado en las islas. Asimismo, la Cámara de Diputados de Bolivia emitió una declaración en repudio a la iniciativa británica. Subrayo entonces que no es Argentina la única nación que manifiesta estas solicitudes al Reino Unido.
La Organización de Estados Americanos (OEA), la CELAC, UNASUR, MERCOSUR y foros internacionales y birregionales, tales como el Grupo de los 77 más China, las Cumbres Iberoamericanas, de América del Sur-África (ASA), de América del Sur- Países Árabes (ASPA) y la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS) exhortan a ambos países dialogar y negociar pacíficamente esta problemática. Sin embargo, Reino Unido sigue con su postura de no dialogar.
Cabe recordar que Gran Bretaña esgrime el principio de libre autodeterminación cuando le es conveniente a sus intereses. En otros casos de descolonización utilizó otros criterios, así como en el archipiélago de Chagos (en el océano indico), donde expulsó a sus habitantes originarios, sin permitir que puedan ejercer su derecho a retornar a sus tierras. O como en el caso de Hong Kong, hizo caso omiso a la opinión de sus habitantes en relación a la restitución de ese territorio a la República Popular China. Muchos de los presidentes de la región realizaron declaraciones sobre el tema, apoyando la posición de la Argentina. Rafael Correa, por ejemplo, dijo que era una ridiculez este referéndum e incitó a hacer el mismo referéndum en el barrio latino de Londres para hacerlo parte de Latinoamérica. “Las Malvinas son argentinas”, exclamó.
Reino Unido posee un territorio estratégico para América del Sur, ha militarizado las islas a niveles nunca jamás vistos y los verdaderos motivos por sostener el archipiélago bajo su órbita de poder son económicos: las reservas de gas, petróleo y el acceso a la Antártida.
El referéndum no cambia en nada esta disputa. Argentina sigue reclamándole al Reino Unido dialogar pacíficamente para resolver este conflicto y pese a las numerosas solicitudes que se hicieron en Naciones Unidas, Gran Bretaña se sigue negando sistemáticamente. Nuestro país, así como quienes integramos MERCOSUR y UNASUR, entre otros países, rechazamos contundentemente los resultados del referéndum y sostenemos que este intento no alterará la esencia de la Cuestión Malvinas, y seguirá en pie la disputa de soberanía. Exhortamos a resolverlo conforme el Derecho Internacional y las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas relativas al tema
La voluntad expresada por parte de aquellos 1500 británicos no puede valer más que la opinión de miles de millones de pobladores del mundo que se oponen y rechazan contundentemente la posesión inglesa en territorio suramericano.
El autor es Embajador de la República Argentina en el Estado Plurinacional de Bolivia
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