Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Camilo
Torres, sacerdote colombiano caído en combate contra el ejército en
febrero de 1966
Andrés
Figueroa Cornejo
1.
Habitantes de Buenos Aires celebran al nuevo Papa Francisco I como si
hubieran ganado la final del Mundial de Fútbol contra Brasil. 'Ahora
Dios atiende en Buenos Aires y es peronista', comenta medio en broma
una señora apretujada en el subterráneo metropolitano que aumenta
de precio al ritmo de la devaluación de los salarios.
Quien
escribe se educó en Chile con los jesuitas durante la tiranía.
Varios de sus sacerdotes fueron y son ardientes defensores de los
Derechos Humanos. Refugiaron perseguidos políticos, ofrecieron sus
dependencias para la antidictatorial Federación de Estudiantes
Secundarios, se jugaron el pellejo. Pero la Compañía de Jesús
también cuenta en su seno con representantes del conservadurismo más
endiablado. Al igual que en Argentina. Y ocurre que el primer Papa de
un país y un continente empobrecido, sí participó en la
ultraderechista 'Guardia de Hierro' de los 70', sí es homofóbico,
si fue amigo de la dictadura de 1976, y en particular, del
representante de la Armada, Emilio Massera.
Jorge
Bergoglio nació en un territorio dependiente, saqueado, expoliado
antes y ahora mismo; una Argentina quebrada, primario agroextractiva,
donde la mayoría de los migrantes fronterizos realizan los peores
trabajos, y sólo en la Capital existen más de 5 mil talleres
clandestinos en los cuales incontables bolivianos son víctimas de la
esclavitud laboral. El 55 % de los asalariados en Argentina obtiene
la mitad del costo de una canasta familiar básica y hay 600 mil
niños desnutridos.
La
misma Argentina contradictoria que es vanguardia en matrimonio
igualitario para personas del mismo sexo, pero que en el artículo
segundo de su Constitución declara que el Estado sostiene
económicamente a la Iglesia. Y el año pasado la manutención fiscal
alcanzó la friolera de 2.500 millones de pesos (USD 500 mil, según
la cotización oficial).
¿Por
qué un Papa latinoamericano? ¿Sólo porque la mitad de su población
es católica?
Geopolíticamente,
América Latina es suelo impredecible para la hegemonía imperialista
del capital. Su historia es la historia de las rebeliones, las
resistencias, los indígenas en lucha, fuerzas sociales
anticapitalistas que han ganado gobiernos tanto por elecciones, como
por medio del pueblo armado. Continente de la Teología de la
Liberación y la Teoría de la Dependencia. De Mariátegui, Guevara,
Allende, Chávez; del Subcomandante Marcos, las FARC, del rojo y el
negro, de internacionalistas estelares, de independentistas de madera
incombustible, de jugados por terminar con los nacionalismos
burgueses y destruir las fronteras de los pocos que administran la
miseria. De lúcidas y lucidas mujeres y hombres que en este momento
organizan en la acción directa, la caminata dura del poder popular,
en desfinanciadas campañas electorales, pero siempre en medio del
pueblo trabajador y de los excluidos, por todos los medios y
empleando todas las formas de lucha, el próximo empeño
revolucionario.
Francisco
I es un conciliador social, un mediador sincrético para enfriar el
calor popular y alentar la caridad analgésica. Un bombero para
mantener el injusto y transitorio orden de las cosas. El Papa es una
pieza más de la estrategia de los capitalismos centrales, en su
madura fase imperialista y de dominio financiero, que está sentado
en una localidad simbólicamente poderosa para los latinoamericanos.
Una figura bordada de dispositivos mágicos y presta a colaborar con
la alienación a escala mayor y facilitar la apropiación
imperialista de las economías y recursos del continente. Un Papa
que habla perfectamente en latinoamericano, da señales mediáticas
de austeridad, se hace el pobre. El Papa 'sudaca', próximo,
'nuestro'. El Papa-pardismo en acción. El Papa de los cristianos de
misa culpógena y falsa conciencia, pero no de los embarrados, los
de abajo del puente, los desesperados, los curas del Cristo vivo
que, al experenciarlo el nicaragüense Ernesto Cardenal cuando
era un joven sacerdote en Solentiname, retrató: ‘Lo que más
nos radicalizó políticamente fue el Evangelio. Todos los domingos
en la misa comentábamos con los campesinos en forma de diálogo el
Evangelio, y ellos con admirable sencillez y profundidad teológica
comenzaron a entender la esencia del mensaje evangélico: el anuncio
del reino de Dios. Esto es: el establecimiento en la tierra de una
sociedad justa, sin explotadores ni explotados, con todos los bienes
en común, como la sociedad que vivieron los primeros
cristianos’.
2.
La cultura popular es el rastro y el rostro genuino de los pueblos.
La piedra esculpida por los átomos profundos de la identidad.
Siempre ha existido, como la rebeldía, pese a la violencia de
los poderosos por aniquilarla, cooptarla, folclorizarla para imponer
formas estéticas que representan su visión del mundo. Por eso el
arte popular es un peligro para los que mandan. Lejos de los museos
oficiales y las fachadas de la minoría que ordena, se reproduce,
hace historia, se torna leyenda y mantiene su vigencia porque
refleja la mirada y los talentos de la mayoría. Lejos de fórmulas
‘neorrealistas’, de ‘realismo socialista’, de propaganda
fácil, esa mirada, una vez con humor, otra con acidez e ironía,
cuestiona el orden de los pocos sobre los muchos, pone el mundo
patas arriba.
Porque
las manifestaciones culturales no permanecen ajenas, ingenuamente,
en una sociedad de clases de intereses irreconciliablemente
antagónicos, injusta y desigual como la Argentina, donde los pobres
se cuentan por decenas de millones y hay 600 mil niños
desnutridos.
La
Sala Alberdi queda en el sexto piso del Centro Cultural San Martín
de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, por más de 15 años
funcionaron talleres abiertos de un amplio conjunto de disciplinas
artísticas. Los jóvenes eran sus protagonistas, como los jóvenes
son sus principales defensores. Sin embargo, el gobierno del
ultraliberal y candidato a la Presidencia de la nación para el
2015, Mauricio Macri, pretende privatizar la Sala a
costa de la producción artística popular. Por eso la Sala Alberdi
ocupada por los artistas populares es un riesgo para Macri. Por eso
la justicia, las policías y los medios estigmatizan a esos jóvenes
como 'lumpen', 'vagabundos' o 'delincuentes'. Y con esos argumentos,
Macri usó la justicia -o la injusticia institucionalizada- y la
Policía Metropolitana. A través de la orden de su ministro de
Seguridad, Guillermo Montenegro, durante la noche del 13 de marzo
desalojó a balazos de plomo y de goma, lacrimógenas y palos, a los
muchachos, con un saldo de tres heridos y 10 detenidos, uno menor de
edad.
Lo
de Macri son los negocios, la compra y venta de acciones, el
enriquecimiento de unos pocos. Su vocación tecnocrática no sabe de
artes dramáticas, literatura, muralismo, producciones audiovisuales
ni de trabajadores de la cultura. Macri los reprimió con brutalidad,
mientras Atahualpa Yupanqui lo maldice con guitarra vibrante y
haciendo puntería con el clavijero.
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