Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Arturo
Villanueva Imaña
El 17 de febrero de 2013, el Vicepresidente del Estado Plurinacional
publicó un artículo en el periódico La Razón de La Paz, titulado Topología del
Estado, cuya gravitación e importancia está relacionada con el modelo de
desarrollo que se está impulsando en Bolivia o lo que él mismo define como “la
manera en que la geografía es articulada a la vida económica y política de un
país”.
El asunto no es menor tomando en cuenta la ausencia de un Programa
Político que permita operativizar la tesis política aprobada en el último
congreso nacional del MAS y que plantea la construcción del socialismo
comunitario para Vivir Bien.
Tomando en cuenta que el Presidente Evo Morales planteó la Agenda
Patriótica de 13 puntos que se espera cumplir hasta el año 2025, cuando se
conmemore el segundo centenario de la independencia nacional; el artículo del
Vicepresidente Alvaro García Linera puede ser entendido como un documento
complementario que expresa y contiene el enfoque y modelo de desarrollo que se
encuentra ausente en la Agenda Patriótica, que tiene como base a los Objetivos
del Milenio y responden a una agenda internacional de desarrollo capitalista y
neoliberal, acordada en el marco de las Naciones Unidas a finales del siglo
pasado.
Al respecto, 3 son los temas centrales que destacan en el documento
sobre la Topología del Estado del Vicepresidente: el modelo de desarrollo que
entraña dicha topología, el concepto de soberanía (nacional) utilizado y el
carácter extractivista y pro-colonial que deviene del enfoque y el modelo que
Alvaro García Linera busca destacar como un esfuerzo encomiable del
Estado Plurinacional, luego de 500 años.
El modelo de desarrollo
Luego
de una revisión resumida, pero lúcida, de las características topológicas de
las civilizaciones andinas y amazónicas precoloniales que permitieron “construir
una territorialidad caracterizada por la ocupación homogénea de la geografía”, para
irradiar, universalizar y expandir métodos tecnológicos y productivos que
fueron completamente distorsionados y desvirtuados por la colonización y los
diversos regímenes republicanos que le siguieron; llama profundamente la
atención el hecho de que el Vicepresidente del Estado Plurinacional plantee
como objetivo central del modelo topológico del Estado a:
1. “La
integración de la totalidad de las clases sociales y la totalidad de los
pueblos y naciones indígena originario campesinas en la estructura de mando del
poder político, del poder económico y del poder cultural del país”.
2. “La
irradiación de la conducción del Estado hacia todos los confines de la sociedad
boliviana para organizar su autogobierno unificado”.
3. “La
territorialidad del Estado Plurinacional es homogénea, (…) con múltiples polos
de desarrollo, nodos de irradiación de oportunidades, de conocimientos y
beneficios capaces de equilibrar el bienestar de una región con respecto a las
otras regiones que componen la patria”.
Es
decir, dicho planteamiento anula e ignora la principal característica de las
civilizaciones precoloniales que ya habían logrado un sistema topológico que
ahora se plantea como objetivo y que consistió en irradiar y expandir métodos
tecnológicos y productivos que actualmente equivaldrían a promover la
transformación económica y productiva, el impulso y desarrollo de sistemas
productivos asociativos y comunitarios, así como la construcción de una
economía orientada al socialismo comunitario para Vivir Bien.
A
cambio de ello, el planteamiento se limita a destacar la irradiación de la
conducción del Estado a todos los confines de la sociedad para organizar un
gobierno unificado y, por otra parte, se conforma con establecer múltiples
polos de desarrollo, nodos de irradiación de oportunidades (…) para equilibrar
el bienestar de las regiones, lo cual, indudablemente, responde a una visión
desarrollista de corte redistributivo, acorde a objetivos de reducción de la
pobreza y de las brechas de desigualdad, pero de ninguna manera son
consubstanciales con el mandato de atacar y resolver las causas estructurales
que originan la desigualdad, la pobreza y la explotación capitalistas.
El concepto de soberanía
Junto
a lo anteriormente analizado y no menos importante de cara a establecer pautas
sobre el modelo de desarrollo que se busca establecer y consolidar, también
encontramos el siguiente texto que hace referencia al concepto de soberanía: “esta
manera del uso económico del concepto de topología hace referencia (…) al modo
histórico concreto en que la geografía de un país es recibida, es asumida por
la organización material del Estado para verificar su soberanía”.
Según
este criterio, la soberanía nacional reside en la forma cómo el Estado recibe y
asume su geografía, para dar lugar a la verificación de su soberanía, luego de
haber transitado diversos modos de vida social, política y económica. Es decir,
no implica una decisión autodeterminativa como corresponde a todo acto
soberano, y más bien es entendida como un acto pasivo de recepción, tal como se
plantea en la topología del Estado descrita por el Vicepresidente.
En
la práctica y al margen de omitir la esencia autoderminativa de la soberanía,
este modo de concebirla está orientada a justificar y ensalzar un modelo
extractivo desarrollista como mostraremos más adelante. Es más, olvida
mencionar (intencionalmente) que la decisión principal de todo acto soberano
de un país dependiente y sometido por el neocolonialismo, es el de emprender
las tareas de liberación nacional, la descolonización y lucha contra el
imperialismo (que además es lo que corresponde al ideario y la tesis política
del partido de gobierno y el mandato popular). Es decir, que el concepto de
soberanía sirve para justificar y asumir el modelo extractivista que Alvaro
García Linera se encarga de ensalzar como la topología del Estado, pero no para
encarar la construcción del socialismo comunitario para Vivir Bien y la
descolonización, que constituyen el mandato político, popular y constitucional
del gobierno.
Desde
esa perspectiva, es claro que dicho concepto de soberanía no solo anula el
atributo de autodeterminación de todo acto de soberanía nacional, sino que
omite mencionar las tareas y objetivos fundamentales de una decisión soberana
en países dependientes y sometidos al neocolonialismo, como ocurre con nuestro
país.
La territorialidad policéntrica extractivista y
pro-colonial
En
lo que corresponde a la territorialidad policéntrica compuesta por 7 vértices “en
la que cada uno (…) juega el papel de núcleo irradiante y equilibrante de las
fuerzas productivas de la economía y el bienestar social”, es muy
importante destacar que todos y cada uno de los mismos está basado y funciona
sobre la base del carácter extractivista del recurso natural disponible en su
región (sea ésta de hidrocarburos, hierro, litio o bosques), esté eventualmente
asociado a la producción agroindustrial y/o tenga un componente de
industrialización.
Como
se puede apreciar de la lectura del documento publicado por el Vicepresidente,
además del carácter extractivista de materias primas disponibles en el
territorio nacional que a su turno implican emprendimientos e iniciativas de
gran enverdadura que requieren la inyección (y dependencia) de grandes
inversiones de capital, así como la atracción y establecimiento de empresas
transnacionales que explotarán dichos recursos naturales; no existe ni siquiera
una mención simbólica para el establecimiento de emprendimientos productivos
asociativos y comunitarios que deberían ser la base para la transformación de
la economía y la producción nacional, o el impulso al establecimiento y
desarrollo de la economía social comunitaria, que efectivamente estarían en
consonancia con las tareas de transformación y cambio democrático cultural.
Al
margen del ensalzamiento “irradiante y equilibrante” que supuestamente
impulsarán dichos vértices económicos del heptágono de la topología, no parecen
importar las implicaciones de dependencia y neocolonialismo que supone (más
allá de la nacionalización de los recursos naturales), continuar supeditados al
capital transnacional y la tecnología, sobre todo cuando adicionalmente se
decide contratar la instalación de industrias “llave en mano”, lo que supone
poner en marcha complejos tecnológicos absolutamente desconocidos en el país,
consolidar la completa dependencia del conocimiento y la tecnología
internacionales a las que no se tendrá acceso porque se trata de paquetes
cerrados y, lo que es peor, someter al país a una condición de ignorancia
tecnológica e incapacidad para desarrollar sistemas acordes a las necesidades,
la envergadura y el modelo económico y productivo que debería impulsarse.
Para
concluir este sucinto análisis, sea oportuno mencionar que al estar ausente (o
haberse relegado) en la Topología del Estado y la propia Agenda Patriótica para
el 2025 (que puede ser entendida como el Programa Político del proceso de
cambio y transformación), aquellas tareas de liberación nacional, la
descolonización, la lucha contra el imperialismo y la construcción de una
economía social comunitaria (que deberían plantearse indisolublemente ligadas a
la rearticulación del sujeto social revolucionario en base al Pacto de Unidad
actualmente fracturado); deberemos estar concientes que se están dejando de
lado o se han abandonado las tareas esenciales que hacen al proceso de cambio y
transformación democrático cultural.
(*)
Sociólogo, boliviano. Cochabamba – Bolivia; Febrero 27 de 2013.
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