Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Luisa Gonzales
“Las dictaduras no fueron, las dictaduras pueden
volver. Porque estas se dan por intereses económicos de grupos que siguen
existiendo. Por eso es tan importante trabajar por la memoria, para que no
ocurran nunca más" (Antonio Peredo, 2007).
Recuerden bolivianos la época en que nuestras paredes tenían escrita esta frase: Se viene el estallido.
Aquel 1997, cuando Bolivia fue vista con vergüenza por haber reelegido democráticamente
a Hugo Banzer (un ex dictador). No es necesario hacer mucho esfuerzo para indignarnos
por pactos parlamentarios (alianza entre ADN, UCS, MIR, CONDEPA, NFR) que
llevaron a la Presidencia
a Banzer con sólo un 20% de votación. En ese momento fue algo constitucional
por supuesto, ya que nuestra Constitución no poseía garantías para que este enredo parlamentario sea
frenado por el pueblo. Se nos acusó de ser un país sin memoria, pero tal
vez, fuimos un pueblo atropellado por intereses de partidos y parlamentarios.
El segundo gobierno de Banzer (a pesar de ser democrático) fue
responsable de muertes, encarcelamientos, persecuciones políticas y censura a la
prensa. En 1999, llegó a Bolivia Carla Artes, hija de desaparecidos en la dictadura
banzerista (1971-1978) para recoger los restos de su padre y denunciar las
torturas que sufrió siendo bebita por autoridades banzeristas en centros
clandestinos. La revista Informe R se animó a sacar un reportaje con su
historia y fue incautada por el Ministerio del Interior, en una acción
dictatorial ejecutada en tiempos democráticos.

¿Por qué este juicio político no es legítimo? En primer lugar,
porque la principal acusación del juicio a Lugo fue la muerte de 17 personas en
un enfrentamiento entre policías y campesinos en Curuguaty, enfrentamiento que
se dio durante una ocupación de tierras pertenecientes al senador Blas
Riquelme, del Partido Colorado (partido de extrema derecha que gobernó
dictatorialmente el Paraguay por más de
40 años). Según datos del último censo agropecuario, Blas Riquelme es parte del 2, 06% de la población que posee más del 85,44% de
tierras paraguayas (obtenidas ilegalmente durante la dictadura de Stroessner).
Este enfrentamiento en Curuguaty no se terminó
de esclarecer. Sin embargo, campesinos informaron que los disparos asesinos
fueron directamente hacia los dirigentes y fueron ejecutados por
francotiradores que no respondían al estado. Esto nos da una idea de que dicho
enfrentamiento no fue una represión estatal, sino una matanza planificada por grupos de
poder. No puedo afirmarlo, porque como dije antes, el caso no está esclarecido.
A pesar de ello, los congresistas paraguayos juzgaron al Presidente Lugo y lo
destituyeron de su cargo por este hecho.

Aparte de la arbitrariedad del juicio, el 67% de la población
paraguaya estaba en contra del juicio político, por tanto el acto parlamentario fue antipopular.
El día del golpe de Estado, el pueblo paraguayo se plantó en la Plaza Principal
para respaldar a su Presidente Constitucional, mientras el parlamento se
encontraba custodiado por militares, policías y francotiradores, que luego de
la destitución del Presidente Lugo reprimieron duramente a los demócratas. No es constitucional preparar una represión
frente a un pueblo que sólo se manifestó por la democracia de forma pacífica.
El inicio de una represión estatal de esta índole, muestra el quiebre
democrático con el que inició el nuevo gobierno de Franco.

El gobierno golpista tomó la
TV pública paraguaya, reduciendo a sólo una hora el programa
Micrófono Abierto, único programa habilitado para atender reclamos de la
ciudadanía. La programación habitual de Radio Nacional Paraguay fue levantada. La jerarquía católica recomendó no tratar el
tema político ni hablar mal del nuevo gobierno en Radio Caritas, la
programación del medio público Unici para comunidades indígenas también fue
eliminada. Y la revista digital alternativa E’a recibió varios ataques en su
página web. A pesar de la toma de TV pública y de los francotiradores instalados
en el lugar, los demócratas paraguayos se manifestaron en las puertas del
canal, para expresar su repudio al golpe en medio de discursos, cantos y
actuaciones teatrales, en un festival por la democracia.
El nuevo gabinete paraguayo está integrado por miembros del
partido liberal y el partido colorado. Todos los integrantes del nuevo gobierno
juraron con un saludo nazi, mostrando al mundo la impunidad con la que se instauraron ilegítimamente en
el gobierno paraguayo.
La presión internacional frente al regreso de los golpes de estado
en América Latina, no se hizo esperar. Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay,
Ecuador y Venezuela retiraron a sus
embajadores del territorio paraguayo, Perú manifestó su rechazo al golpe, e incluso los países con gobiernos
derechistas democráticos, desconocieron al nuevo Presidente paraguayo. Los
únicos apoyos que tuvo el gobierno golpista en su primer día fueron de España,
Alemania y el Vaticano. La presión de Francia logró que España desconozca a
Franco y llame a su embajador a consulta, Alemania tuvo que rechazar el golpe
debido a la presión de la
Unión Europea. Por tanto, el único estado que reconoce al
gobierno golpista es el Vaticano. Es importante recalcar que el representante
del Vaticano es el Papa Benedicto XVI, que tampoco fue elegido
democráticamente.
Ningún país perteneciente a la OEA apoyó a Franco y la UNASUR repudió el hecho. El
mismo día de la cumbre del MERCOSUR, brasileros y paraguayos cortaron las rutas
en Ciudad del Este y las manifestaciones
en el área rural estuvieron presentes en más de 10 departamentos paraguayos. La
sanción del MERCOSUR aisló al Paraguay, que también fue retirado de la
presidencia pro témpore de la
UNASUR y suspendido hasta que se den elecciones democráticas.
La resolución del MERCOSUR fue vista como insuficiente por parte de la
resistencia paraguaya, que desde el día del golpe exigía la restitución del Presidente Lugo. El
Presidente Franco respondió a este aislamiento de manera irónica, afirmando que
el país ahorraría por el hecho de no tener que viajar a las reuniones del
MERCOSUR.

Se inició una campaña nacional de desafiliación masiva a los
partidos políticos que participaron del golpe. Y a nivel mundial comenzó una
campaña de excomulgación masiva en solidaridad con la democracia paraguaya y en
repudio a la postura golpista del Vaticano. Las marchas internacionales de
apoyo al Paraguay estuvieron presentes en más de 7 países.
La resistencia paraguaya continúa, en las calles, en el campo, en
los partidos políticos, en los medios alternativos, en las redes sociales y en
la esperanza de todo un pueblo que el 2008 decidió romper con el unipartidismo
colorado, e iniciar un cambio coyuntural que fue frenado por el golpe.
Este es uno de los hechos políticos más impactantes que se dio
durante los últimos años en América Latina, la existencia de una dictadura es
un terrible retroceso cultural, social y político. Parece ser que Antonio
Peredo tenía razón, y a pesar de que no tengo su recorrido político ni su talle
periodístico, me animo a finalizar este artículo con una frase que él escribió
y le costó la cárcel. Sé que a mí no me costará, porque crecí en un continente
al que su democracia le costó luchas y sangre, frente a los abusos cometidos
contra nuestros hermanos paraguayos me animo a decir a los golpistas: ¡Cabrones
váyanse!
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