Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...

¿El fin del buen salvaje?


Por: Yuri F. Tórrez
En su tercer viaje a América, Cristóbal Colón dijo haber arribado a un lugar atiborrado por un entorno exuberante, semejante a un paraíso terrenal. En efecto, más allá de la construcción de la narrativa cristiana, seguramente ese lugar se parecía al jardín del edén. Incluso tal parece que cuando el navegante italiano observó tanta maravilla, su imaginación se desbordó, atribuyendo todo tipo de bondades a los “naturales”, como se calificaba a los indígenas en los documentos coloniales de aquella época. Así nació en el imaginario colonial la figura del “buen salvaje” (e igualmente su contrario, la del “mal salvaje”) para usarse como dispositivo cultural orientado a legitimar la dominación colonial.
Desde Rousseau y Hobbes, se asume a los individuos como esencias naturales y preexistentes, sin percatarse que son básicamente consecuencias de tecnologías históricas de poder, más aún si son coloniales.
De allí que el indígena también sea un producto de las relaciones sociales; por lo tanto, siguiendo a Michel Foucault, es consecuencia del ejercicio de poder sobre su ser. De esta manera, la idea del buen salvaje se erigió como aquel discurso legitimador de la visión paternalista respecto al indígena, ya que se lo concebía un ser casi angelical e inocente que debía ser salvado y encaminado por las luces de la “civilización”. Por el contrario, igualmente devino la idea de rescatar de ellos valores sublimes para la convivencia de los hombres y de éstos con la (propia) naturaleza. En ambos casos se concebía al indígena como la encarnación de la piedad y lo más humano.
En el caso boliviano, este mito del buen salvaje se hizo presente en el contexto de la puesta en marcha de la descolonización, se remozó la idea que el indígena es el portador de todos aquellos valores supremos necesarios para acuñar un nuevo orden “civilizatorio”. Y obviamente se le localizó, por lo menos en la nueva Carta Magna, en el eje de la construcción del Estado Plurinacional.
Sin embargo, la revelación de los casos de corrupción que implican a no pocos dirigentes indígenas, donde el asunto del Fondo Indígena quizás es el ejemplo más paradigmático, marca una inflexión inequívoca para desestructurar aquella idea esencialista asociada al mito del Buen salvaje. En reiteradas oportunidades, el propio presidente Evo Morales ha señalado que los pueblos indígenas eran la reserva moral de Bolivia e incluso del mundo. Empero, hace poco el Mandatario puso en duda esta afirmación, sosteniendo que, por culpa de algunos dirigentes “deshonestos”, el movimiento indígena habría dejado de ser aquella reserva moral que antes se le atribuía.
Bajo esas consideraciones, el indígena, como referente axiológico del proceso de cambio, ya no estaría de moda, hasta vendría a ser una noción políticamente incorrecta en los pasillos del poder, salvo como una simbología que aún soporta y posee eficacia en la imagen presidencial. En la misma sociedad, en los últimos años la noción idílica sobre los pueblos indígenas se evapora cuando suman las denuncias de corrupción que involucra a sus dirigentes, sin haber la voluntad política para esclarecer los hechos.
Esta realidad trastoca, pues, las visiones construidas en determinados ámbitos intelectuales y activistas que invitan a asumir al indígena como alternativa descolonizadora para un Vivir Bien. En este contexto, el indígena, al igual que los “otros” —como diría Silvia Rivera— llevan a cuestas la huella colonial y, por lo tanto, son productos y (re)producen el colonialismo interno.
Síguenos en Facebook:  Escuela Nacional de Formacion Politica 
Twitter: @escuelanfp

Rellene el siguiente formulario para suscribirse.




En Bolivia:








 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pedro Ignacio Muiba, el héroe

Por: Homero Carvalho Oliva En 1975, mi padre, Antonio Carvalho Urey, terminó una investigación iniciada en la década de los sesenta que habría de cambiar la historia nacional. Después de muchas visitas al Archivo Nacional de Bolivia, dirigido en ese entonces por Gunnar Mendoza, extraordinario intelectual e historiador, quien le ayudó a ubicar los folios que habrían de probar toda una hazaña que da testimonio que los indígenas moxeños participaron activamente en la Guerra de la Independencia de nuestro país, al mando del cacique Pedro Ignacio Muiba. Esta investigación se publicó, primero en septiembre de 1975, en un policopiado financiado por la Universidad Técnica del Beni, en un pequeño tiraje de 200 ejemplares y luego en la famosa Biblioteca del Sesquicentenario de Bolivia. Dos años más tarde, en 1977, Antonio publicó el libro titulándolo Pedro Ignacio Muiba, el Héroe y de esa manera se reparó una injusticia histórica. En sus investigaciones, Antonio se basó, entre otros, en...

La despatriarcalización

Por: Julieta Paredes Al igual que el Seguro Universal de Salud (SUS), la despatriarcalización, como nombre para una política pública, tardó mucho, pero llegó. Entonces, en este marzo de luchas de las obreras, es necesario analizar, ¿qué es lo que realmente llegó? Fruto de una serie de movilizaciones de mujeres pertenecientes a las organizaciones sociales del proceso de cambio, se lograron algunas medidas en el Ejecutivo. Fueron movilizaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, con encuentros departamentales. Así fue que se logró concretar un listado de demandas que más o menos se repitieron a lo largo de estos años, con algunas interesantes novedades. Entre ellas podemos señalar la exigencia del salario al trabajo doméstico y la necesidad de un espacio en el Gobierno para este sector. Algo así como un Ministerio de las Mujeres, instancia que tenga la jerarquía necesaria para efectuar las tareas que corresponden a la mitad de la población de Bolivia que somos las mu...

Idiosincrasia e ideología

Por: Félix Tarqui Triguero No son posibles las revoluciones económicas sin las revoluciones culturales porque todos aquellos contenidos que constituyen el fundamento de determinada cosmovisión propia de cada nacionalidad o sociedad pueden ayudar o frenar su avance por ser una manera de pensar de cada agrupación humana, en funcion a su historia y cultura. Así nace la idiosincrasia propia de cada pueblo, sin embargo, se enfrenta a la idiosincrasia forzada o alienante que influye día a día a las grandes masas de la población mundial de manera globalizante, en ese contexto necesitamos ver que Bolivia es un país de molde capitalista y sub desarrollado (empobrecido por la clase dominante que gobernó desde 1825 exceptuando a Antonio José de Sucre, Andrés de Santa C. hasta el 2005), La ideología como el estudio de las ideas es también un proceso de construcción critica, influenciado tan pronto el individuo se encuentra inmerso en las realidades sociales, económicas, culturales...