Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Juan Carlos Monedero*
La izquierda apuesta por el cambio social siempre que amplíe el
número de los beneficiariosde la vida en
común. También cada vez que solvente una situación de subalternidad. De
izquierdas, según este criterio, serían Aspasia, la maestra de Pericles
,Espartaco, el Jesucristo del Sermón de la Montaña, Thomas Müntzer y sus
campesinos levantados contra los príncipes, Manuelita Sáez y Túpac Katari
enfrentados a la conquista española, Robespierre y Olympe de Gouges, los negros
insurrectos de Haití comandados por Toussaint de Louverture, las comunards de
París, Rosa Luxemburg, Lenin y Trotsky, Sandino, los revolucionarios de octubre
del 34 o los luchadores en armas contra la dictadura de Franco. Era más fácil
ser de izquierdas en el pasado. Miramos la historia con grandes trazos y eso
siempre facilita las categorías.
¿Era de izquierdas Stalin? ¿Y Felipe González, asesor del hombre más rico del mundo?¿Y un sindicalista imputado por un uso indebido de fondos públicos? ¿Es de izquierdas alguien que le impide a las generaciones futuras disfrutar de un medio ambiente sano? ¿Y quién lucha contra la explotación laboral o contra el imperialismo norteamericano pero usa servicios de prostitución o desprecia a los inmigrantes? ¿Lo es quien en nombre de fines de inclusión ejerce la violencia, articula organizaciones autoritarias, obliga a sacrificios no consensuados o usa a las personas como piezas de sus objetivos liberadores? ¿Y quién olvida que una de cada dos personas en ese mundo de emancipación es mujer?
La izquierda es un aire de familia. Es más fácil que sea de izquierdas un programa político que un partido. Una evocación que una persona. La realidad siempre es mestizada y todos estamos llenos de contradicciones. Por eso hace fortuna decir "arriba o abajo". Aunque tiene los mismos problemas. Como si los subalternos tuvieran cualidades morales superiores sólo por estar sometidos.
Ser de izquierdas, en cualquier caso, exige no ser egoísta. No hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros. Tener empatía, incluso con los que no han nacido y con otras especies. Dialogar constantemente la felicidad personal con la felicidad del grupo. Tener coraje para frenar a los abusadores. Buscar un equilibrio -que nunca será fijo- entre la libertad individual y la responsabilidad con el colectivo. Dejar que cada persona sea libre para tomar sus propias decisiones, enseñar a que cada cual sea consecuente con sus actos y exigir que sea responsable de los mismos. Y convertir todas estas intenciones en realidades sociales. No es extraño que haya tanta gente de derechas.
¿Era de izquierdas Stalin? ¿Y Felipe González, asesor del hombre más rico del mundo?¿Y un sindicalista imputado por un uso indebido de fondos públicos? ¿Es de izquierdas alguien que le impide a las generaciones futuras disfrutar de un medio ambiente sano? ¿Y quién lucha contra la explotación laboral o contra el imperialismo norteamericano pero usa servicios de prostitución o desprecia a los inmigrantes? ¿Lo es quien en nombre de fines de inclusión ejerce la violencia, articula organizaciones autoritarias, obliga a sacrificios no consensuados o usa a las personas como piezas de sus objetivos liberadores? ¿Y quién olvida que una de cada dos personas en ese mundo de emancipación es mujer?
La izquierda es un aire de familia. Es más fácil que sea de izquierdas un programa político que un partido. Una evocación que una persona. La realidad siempre es mestizada y todos estamos llenos de contradicciones. Por eso hace fortuna decir "arriba o abajo". Aunque tiene los mismos problemas. Como si los subalternos tuvieran cualidades morales superiores sólo por estar sometidos.
Ser de izquierdas, en cualquier caso, exige no ser egoísta. No hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros. Tener empatía, incluso con los que no han nacido y con otras especies. Dialogar constantemente la felicidad personal con la felicidad del grupo. Tener coraje para frenar a los abusadores. Buscar un equilibrio -que nunca será fijo- entre la libertad individual y la responsabilidad con el colectivo. Dejar que cada persona sea libre para tomar sus propias decisiones, enseñar a que cada cual sea consecuente con sus actos y exigir que sea responsable de los mismos. Y convertir todas estas intenciones en realidades sociales. No es extraño que haya tanta gente de derechas.
*Ensayista
y profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Univ. Complutense
de Madrid
publicado en la revista: Filosofía Hoy
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