Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Efectivamente, la minería es la
segunda causa más importante de la desaparición de superficie de cultivo de
alimentos (solamente superada por sequías severas). La situación es grave, pues
esta actividad causa la pérdida de unos 7 millones de hectáreas al año en el
mundo, según agencias de la ONU. Asimismo, los estudiosos consideran que
la minería genera al año en México, algo así como 69 por ciento de emisiones
tóxicas reportadas del sector industrial, excluyendo a Pemex y CFE.
Fuente:
Mi Ambiente
Aún cuando en México se
desconoce oficialmente el número de hectáreas agrícolas perdidas al año por la
industria minera, no quiere decir que no exista el problema. Simplemente se
trata de ocultar la información.
Sin embargo, el poder
destructivo y de transformación de la minería a cielo abierto es tan grande que
prácticamente afecta todo aquello que se encuentre a su alcance en 170
kilómetros a la redonda.
De acuerdo con estudiosos de la
UNAM, una mina como Cerro de San Pedro (SLP), por cada gramo de oro que se
extrae se producen por lo menos, 4 millones de gramos de desechos sólidos con
diversos grados de toxicidad y 2 millones de gramos de agua altamente tóxica.
Estas cifras habrá que multiplicarlas por 2 millones 834 mil 952.31 gramos del
metal áureo que produce al año esa mina a cielo abierto.
La Compañía de Fresnillo en el
Saucillo, Zacatecas, reporta emisiones tóxicas anuales de 36 millones de
kilogramos; en tanto que la Compañía Minera Nuevo Monte, en Zimapán, Hidalgo,
utiliza 6.7 millones de kilogramos de arsénico.
Claro que en el país existen
minas de menor importancia que la citada, pero también existen otras que la
superan con mucho. Además, el número de minas en manos de empresas extranjeras
dicadas a la explotación de metales preciosos ascienden, al menos, a 500 y unas
200 que están en poder de menos; Carlos Slim es uno de ellos.
Asimismo, los estudiosos
consideran que la minería genera al año en México, algo así como 69 por ciento
de emisiones tóxicas reportadas del sector industrial, excluyendo a Pemex y
CFE.
Tampoco hay que olvidar los
miles y miles de millones de toneladas de jales mineros que dejan abandonados,
mismos que contaminan suelo, agua y aire. Además, de los polvos o material
particulado que daña gravemente a los humanos.
La devastación que causa la
minería es impresionante y su impacto inmediato, medio y largo plazo en lo
medioambiental, salud, social y económico es demoledor.
La minería, así como otros
factores, influeyen en la degradación del suelo, cuyo daño anual asciende a 74
mil 564 millones de pesos; la contaminación por residuos sólidos, en lo que la
minería participa activamente, tiene un costo de 51 mil 569 millones de pesos.
En lo que se refiere a la
contaminación del agua, que es multifactorial, la minería también tiene que ver
mucho en ello, ese perjuicio representa un costo de 64 mil 632 millones de
pesos.
Por lo que hace al agotamiento
de recursos forestales y agua subterránea, la minería genera costos que
ascienden a 14 mil 174 millones de pesos y 29 mil 478 millones de pesos,
respectivamente.
Desde luego que la industria
minera también participa en forma importante en la contaminación, del aire que
se respira. Esa polución representa un costo de 532 mil 679 millones de pesos
anuales.
Aunque algunas otras fuentes
indican que los daños causados directamente por la minería alcanzaría 219 mil
138.2 millones de pesos por año.
Después de la anterior
exposición, lo peor de todo es que las mineras solamente pagan por la concesión
de cada hectárea, de 5.08 a 111.27 pesos por año, mientras que sus ganancias
superan los 15 mil millones de dólares anuales, datos de estudios elaborados
para la Cámara de Diputados.
Asimismo, se establece que el
gobierno mexicano concesionó, hasta el 2010, a las empresas nacionales y
trasnacionales, 56 millones de hectáreas. Eso representa algo así como una
cuarta parte del país.
Sin embargo, se sabe que para
el 2012, la superficie concesionada alcanzaba los 60 millones de hectáreas.
Otras investigaciones señalan
que de acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Economía, se establece
que de 1993 a 2012 se dieron 43,675 concesiones que representan 95 millones 765
mil 800 hectáreas. Eso quiere decir que casi medio país fue entregado a las
mineras.
fuente: noalamineria.org
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