Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Amelia Duarte de la Rosa
Acaba de ocurrir de nuevo. La
primera independencia de América Latina llegó a sus 210 años sin memorias ni justiprecios.
Un silencio global todavía sepulta la revolución que tanta influencia tuvo en
Simón Bolívar y en la liberación de Sudamérica.
A MÁS DE DOS SIGLOS DE SU INDEPENDENCIA HAITÍ ES UNO DE LOS PAÍSES MÁS POBRES DE AMÉRICA LATINA.
Fue exactamente un 1ro. de enero
cuando la pequeña nación del Caribe conquistó el triunfo de la insurrección de
negros esclavos y mulatos, quienes aprendieron a sentir la libertad, a
procurarse la justicia por sí mismos, a organizarse en ejército y fundar la
primera república negra del continente, a la que nombraron Ayiti o Haití (que
en su lengua significa tierra montañosa).
Aquellos revolucionarios,
encabezados por Toussaint Louverture —el Espartaco Negro—, lucharon durante 13
años. La sublevación costó más de 200 000 muertes de criollos y franceses, bajo
el mando de Napoleón. Sin embargo, el primer día de 1804 el general Dessalines
proclamó la independencia del país, que luego se dotó de una constitución que
establecía que todas las personas nacen y son libres. Desde ese entonces, la
primera nación negra emancipada pasó de la rebelión a la maldición.
Las potencias coloniales le dieron
la espalda a la naciente república. En uno de sus artículos, Ignacio Ramonet
apunta: "Ese mal ejemplo se lo hicieron pagar. Nadie ayudó a la nueva
república negra. Al contrario, todos la boicotearon (... ) como si se prolongase
el escarmiento a los esclavos por haber osado liberarse".
El país se derrumbó en guerras
civiles y el paisaje, muchas veces incendiado y desforestado, se volvió
ensordecedor. A la cuenta de calamidades políticas y sociales se sumaron
después la ocupación de Estados Unidos que duró 35 años; dictadores despóticos
como Duvalier; dos golpes de Estado al gobierno de Jean-Bertrand Aristide; la
presencia de Naciones Unidas mediante el destacamento de la Misión de
Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH); las catástrofes
naturales y las enfermedades.
Con una sorprendente historia de
liberación y una amplísima y rica cultura, Haití pudo haber sido el paraíso de
este mundo. Pero lo cierto es que la inestabilidad política, la miseria
crónica, la ignorancia, el abandono, la fragmentación y el ostracismo a nivel
internacional la han convertido en la nación más pobre del continente.
Hoy, cuando pocos parecen recordar
la grandeza de los héroes haitianos, cuando el país caribeño solo llena
titulares en los grandes medios por su cataclismo histórico, los haitianos se
dan a la tarea de intentar levantar su país. Solo de esa manera serán capaces
de variar el curso de su condición desheredada, de vindicar su tradición con la
misma luz de sus antepasados.
Nuestros países latinoamericanos también lo han
asumido como tarea de todos y es así que, poco a poco, el primer país que
conmemoró el bicentenario de su independencia en América Latina podrá
nuevamente levantar su historia.
A nuestros hermanos haitianos jamás los
abandonaremos…
Por su parte durante un
acto celebrado para conmemorar el 55 aniversario del triunfo de la revolución
en esta ciudad, el presidente Raúl Castro, manifestó al pueblo y gobierno
haitianos que siempre podrá contar con su modesta colaboración.
“Ambas naciones hemos tenido que pagar un alto
precio por la audacia de enfrentar a los imperios dominantes. Al hermano pueblo
haitiano y a su gobierno, que los cubanos jamás los abandonaremos, y que
siempre podrán contar con nuestra modesta colaboración”, dijo Castro.
Al dirigir
un discurso con motivo de la efeméride, el Mandatario evocó la Independencia de
Haití, de 1804, la que, según dijo, tuvo una gran repercusión en Cuba, y
destacó que por las venas de no pocos orientales corre sangre haitiana.
“No
olvidamos la singular coincidencia histórica de que en una fecha como hoy, 1ro.
de enero, hace 210 años, triunfó la primera revolución en la región
latinoamericana y caribeña, la que también fue la primera y única victoria de
un movimiento revolucionario dirigido por negros esclavos que luchaban contra
ese oprobioso sistema y a la vez por la independencia nacional. Los efectos de
aquellos dramáticos acontecimientos repercutieron en Cuba, incluso por las
venas de no pocos orientales corre sangre haitiana”, manifestó el Gobernante.
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