Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Publicado en La Jornada el 13 de mayo de 2012
Foto: Agencias
Nueva
York— La llamada guerra contras las drogas no está
fracasando, sino que sus consecuencias son intencionales tanto dentro de
Estados Unidos como en el hemisferio, afirmó Noam Chomsky, quien también
enfatizó que el cambio más notable en las Américas es su creciente
independencia de Washington.
"Decir
que la guerra contra las drogas ha fracasado es no entender algo. Es cierto que
durante 40 años la guerra contra las drogas ha fracasado en sus objetivos
declarados. Todos saben que la prevención y el tratamiento es la forma más
eficiente para abordar el problema de las drogas, y que operaciones en el
extranjero es la manera más ineficiente. Uno tiene que preguntarse qué está en
la mente de los planeadores ante tanta evidencia de que no funciona lo que
dicen que están intentando lograr. ¿Cuáles son las intenciones probables? Las
consecuencias predecibles son buenos indicadores de efecto", explicó.
Dado que
el envenenamiento de cosechas en lugares como Colombia a través de la
fumigación antidrogas beneficia a los grandes intereses agrarios y destruye la
vida de los campesinos, que la violencia ha desplazado o destruido el tejido
social de comunidades en varios países de América Latina y debido a que las
políticas antinarcóticos aplicadas dentro de Estados Unidos han encarcelado a
un vasto sector de la población pobre, sobre toda la afroestadounidense y
latina, se tiene que preguntar si estas son consecuencias predecibles, o sea
intencionales, de las políticas antinarcóticos.
En
comentarios –sin ponencia– para festejar aquí el 45 aniversario de la
publicación NACLA, el lingüista y filósofo ofreció sus apreciaciones sobre los
cambios en el hemisferio, y abundó respecto de lo que está detrás de la
política antinarcóticos del gobierno de Estados Unidos y las élites políticas y
económicas en la región que la apoyan.
Recordó
que dentro de Estados Unidos estas políticas están haciendo lo mismo que se
logró después del fin de la esclavitud en la década de 1870, cuando los
afroestadounidenses gozaron de su libertad formal en ese periodo, pero que
"se logró resclavizarlos a través de criminalizarlos". Esto fue clave
porque la fuerza laboral sujeta a estas condiciones resclavizada sirvió como
motor de la revolución industrial en Estados Unidos: el Estado fue el proveedor
de trabajadores encarcelados, con lo cual las empresas no tenían que
preocuparse de sindicatos ni contratos de ningún tipo.
Lo
anterior duró hasta la Segunda Guerra Mundial, que fue seguida por dos décadas
de crecimiento económico acelerado y sostenido, pero eso se frenó en la década
de los años 70 con la supremacía del sector financiero en la economía y con el
traslado de producción al exterior. Ahí, bajo el pretexto de la guerra contra
las drogas, se inició la encarcelación masiva de hombres afroestadounidenses y
latinos.
En
América Latina hay enormes flujos de dinero que benefician a las élites, y un
amplio sector empresarial está de alguna manera involucrado con el
narcotráfico. Por otro lado, Chomsky ofreció ejemplos en Colombia y otros
países donde, bajo el pretexto de esa guerra, se han podido controlar y anular
esfuerzos económicos autónomos de diversas comunidades en la región, en
beneficio de intereses poderosos. Todo mientras no se logra cumplir con los
objetivos oficiales de frenar la droga y sus consecuencias.
"No
creo que la guerra contra las drogas es un fracaso, tiene un propósito
diferente al anunciado", concluyó Chomsky. "El problema de las drogas
en América Latina está aquí en Estados Unidos. Nosotros suplimos la demanda,
las armas, y ellos (en América Latina) sufren".
Pero
justo en torno a este asunto, por el creciente cuestionamiento de la política
antinarcóticos estadounidense, como el de las relaciones con Cuba, se expresa
una creciente autonomía de América Latina frente a Washington, indicó Chomsky.
"Estados
Unidos ya no decreta en América Latina" ya que la región determina cada
vez más su propio futuro, tal como se manifestó en la última Cumbre de las
Américas. Ahí, dijo, no se pudo adoptar una declaración final por falta de
unanimidad. Ante un abrumador apoyo para la inclusión de Cuba en las cumbres
futuras, sólo Washington y Ottawa se opusieron; igual, ante cada vez más
consenso sobre la despenalización de las drogas, solamente hubo dos objeciones,
las mismas de Washington y Ottawa.
"Se
tiene que reconocer que algo notable ha sucedido en América Latina: los días en
que Estados Unidos imponía su voluntad sobre el hemisferio ya están muy en el
pasado". Indicó que esto aún no se registra por los medios de comunicación
estadounidenses, y que todavía no se entiende "que las cosas han
cambiado".
Además,
también hay un cambio en la conciencia popular dentro de la región, marcada por
la elección de Inacio Lula da Silva, de Ollanta Humala, de Evo Morales y otros,
donde las mayorías están instalando como líderes a "gente como
ellos", y no a las élites educadas en el extranjero y provenientes de la
clase dominante. A la vez, los procesos de integración regional, y la creciente
exclusión de Estados Unidos en estos, son otra muestra de una nueva relación.
En la
celebración del 45 aniversario de la fundación de NACLA se otorgaron premios a
Chomsky, Javier Sicilia y Eduardo del Río (Rius)–éste último no pudo asistir y
su premio fue aceptado por su amigo, el caricaturista mexicano Feggo. Chomsky
subrayó que cuando NACLA fue fundada, fue al inicio de una ola de represión y
dictadura respaldadas por Washington, y que vale celebrar las transformaciones
que han sucedido, por lo menos al grado de que el orden decretado desde Estados
Unidos ya no impera en América Latina en comparación con hace medio siglo.
Después
de décadas de políticas estadounidenses diseñadas para "matar la
esperanza" en América Latina, comentó Chomsky, ahora estamos ante un
momento donde esa región ahora está "inspirando la esperanza" para
todos.
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