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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...

Historia del movimiento obrero en Bolivia


Por: Agustín Tarifa Camacho
(Segunda parte)
Continuando la publicación que realizamos hace unas semanas con la primera parte de este trabajo, compartimos la continuación:

La experiencia y conquistas de los trabajadores mineros
La actividad minera con capital privado que se nutrió del latifundio, heredera del sistema de explotación y organización productiva de la época de la plata, es el antecedente inmediato de la formación de la clase obrera de las minas del estaño; una característica importante es que en empresas mineras de propiedad de Patiño se incorporan sistemas de trabajo de tipo capitalista, rompiendo con los esquemas y vínculos comunitarios de la fuerza de trabajo para disciplinarlas, por lo que las medidas para este sector en cuanto a los primeros derechos laborales reconocidos, no fueron aplicables a los trabajadores de las minas, es así que durante el gobierno de José Manuel Pando, se reconoce el derecho de descanso dominical para trabajadores de varios sectores, excepto para los mineros que fueron considerados por el gobierno como el sector “más peligroso” por su rebeldía frente a los intentos de normativizar el trabajo al estilo fordista.
Por otro lado, los intentos de normativizar y controlar los ritmos de trabajo de los mineros, tenían que ver también con sanciones a la indisciplina mediante recortes salariales o congelamiento de salarios común en las minas de propiedad de Patiño.
Las condiciones de trabajo con tecnología del siglo XIX, es decir, a fuerza de espalda y brazos, jornadas laborales por turnos de 24 horas e inseguridad completa en el trabajo por derrumbes constantes que provocaban innumerables muertes sin coste para la empresa, o el simple endeudamiento vía pulpería (tienda) como sujeción del trabajador a la mina, son algunas condiciones que naturalmente propiciaron un escenario de resistencia y lucha por cambiar esa situación ya de por sí precaria y depauperizante. Ante estas condiciones, los obreros de las minas desarrollarán una lucha de tipo reivindicativo e individual inicialmente, y luego colectivo, dando lugar al sindicato.
Estas luchas de tipo reivindicativo son la principal característica entre 1900 y 1910, mismas que conformarán los primeros sindicatos durante la siguiente década impulsados por medidas gubernamentales como el derecho a la huelga, promulgada por medio de una Ley de la República en 1915.
A partir de 1920 el anarquismo tiene influencia en los obreros mineros y fortalece la acción organizativa de tipo revolucionario, dando forma a un movimiento obrero minero de tipo clasista, como el caso de Uncía que, entre socialistas y anarquistas, funda una de las primeras asociaciones obreras que va a agrupar a distintos sindicatos mineros; empero como en todo el recorrido de la clase obrera cuando el trabajo se revela al capital, soportará el embate del empresariado que detenta el poder político, es así que estas primigenias experiencias del movimiento minero soportarán duras represiones y siempre con costos de vida.
Hacia los años 1930, y a pesar de la crisis de 1929, la minería boliviana se encuentra aún en auge, también cuenta con uno de los movimientos obreros más consolidados de la época; movimiento que entrará en sopor hasta 1936 producto de la contienda del Chaco.
A continuación se enuncian los principales hitos y conquistas del movimiento minero en su lucha sindical y política entre 1900 y 1930.

● 1904. Los trabajadores mineros de Huanchaca, propiedad de Simón I. Patiño se organizaron en “asociación de trabajadores” para exigir aumento de salarios por parte del administrador de la empresa, ya que se había decidido congelarlos por constantes faltas al trabajo por parte de los trabajadores.
● 1910. Los trabajadores de la mina Avicaya, con influencia de trabajadores de mandos medios de origen chileno, luego de una reunión, declaran la conformación de un sindicato para atender las demandas de salarios y herramientas de trabajo, pero la empresa niega esa posibilidad con despidos y represaría a las familias de los mineros.
Bajo la misma bandera se organiza el sindicato de la empresa minera de Portugalete, que logra su objetivo como conquista al derecho a la organización sindical con influencia socialista.
● 1915. Trabajadores mineros de Coro Coro son despedidos por celebrar la Ch’alla y extenderse en la fiesta, medida que provoca reclamos en los trabajadores y a partir de esos reclamos se conforma el sindicato de esta empresa.
● 1918. A partir de las experiencias de otros centros mineros, los trabajadores de Uncía volvieron a intentar la conformación de un sindicato comenzando desde un huelga por mejores salarios, pero intervino el ejército y la policía privada de la empresa, donde varios “cabecillas” fueron asesinados en la represión. El mismo año, los administradores de la empresa minera de Pulacayo –de origen chileno–, asumieron medidas disciplinarias con despidos en contra de trabajadores que faltaban al trabajo y se embriagaban en interior mina para soportar la jornada; en respuesta, los trabajadores se movilizaron en defensa de sus fuentes de trabajo y lograron la expulsión de ese personal, pero no se constituyeron en sindicato.
● 1919. Mineros de Huanuni realizaron una de las primeras marchas conocidas, exigiendo mejores condiciones de trabajo, destacando la exigibilidad de una jornada laboral de 8 horas, reivindicación que se consiguió con esa movilización. Siguiendo el mismo ejemplo, se movilizan los trabajadores de la empresa minera La Salvadora, de propiedad de Patiño, reclamando el pago parcial de sus salarios y reivindicando la jornada de 8 horas, pero esta movilización es reprimida brutalmente y desencadenó en una masacre.
● 1920. El naciente movimiento minero se nutre del anarquismo y el socialismo para desarrollar el sindicalismo minero.
● 1923. Se constituye la Federación Obrera de la Central Uncía (FOCU) con influencia anarquista y socialista, pretendiendo agrupar a delegaciones sindicales de Catavi, Llallagua y Uncía, con la finalidad de conformar una sola agrupación de trabajadores mineros para la defensa común de derechos y conquista, pero nuevamente este intento terminó en masacre.
● 1930. Bajo la bandera del derecho a la organización sindical, los trabajadores del centro minero de Huanuni se movilizaron y consiguieron conformar y fundar su sindicato. 
Este es un primer recorrido del movimiento obrero de las minas que, paralelamente a este proceso, se encuentra en la conformación de organizaciones sindicales de las ciudades que más adelante describiremos.

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