Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Fidel Castro Ruz
El artículo más demoledor que he visto
en este momento sobre América Latina, fue escrito por Renán Vega Cantor,
profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá y publicado hace 3 días
en el sitio web Rebelión, bajo el título “Ecos de
la Cumbre de las Américas”.
Es breve y no debo hacer versiones, los
estudiosos del tema pueden buscarlo en el sitio indicado.
En más de una ocasión he mencionado el
infame acuerdo que EEUU impuso a los países de América Latina y el Caribe al
crear la OEA, en aquella reunión de cancilleres, que tuvo lugar en la ciudad de
Bogotá, en el mes de Abril de 1948; en esa fecha, por puro azar, me encontraba
allí promoviendo un congreso latinoamericano de estudiantes, cuyos objetivos
fundamentales eran la lucha contra las colonias europeas y las sangrientas
tiranías impuestas por Estados Unidos en este hemisferio.
Uno de los más brillantes líderes
políticos de Colombia, Jorge Eliécer Gaitán, que con creciente fuerza había
unido los sectores más progresistas de Colombia que se oponían al engendro
yanki y cuya próxima victoria electoral nadie dudaba, ofreció su apoyo al
congreso estudiantil. Fue asesinado alevosamente. Su muerte provocó la rebelión
que ha proseguido a lo largo de más de medio siglo.
Las luchas sociales se han prolongado a
lo largo de milenios, cuando los seres humanos, mediante la guerra dispusieron
de un excedente de producción para satisfacer las necesidades esenciales de la
vida.
Como se conoce los años de esclavitud
física, la forma más brutal de explotación, se extendieron en algunos países
hasta hace algo más de un siglo, como ocurrió en nuestra propia Patria en la
etapa final del poder colonial español.
En los propios Estados Unidos la
esclavitud de los descendientes de africanos se prolongó hasta la presidencia
de Abraham Lincoln. La abolición de esa forma brutal de explotación se produjo
apenas 30 años antes que en Cuba.
Martin Luther King soñaba con la
igualdad de los negros en Estados Unidos hasta hace apenas 44 años, cuando fue
vilmente asesinado, en abril de 1968.
Nuestra época se caracteriza por el
avance acelerado de la ciencia y la tecnología. Estemos o no conscientes de
ello, es lo que determina el futuro de la humanidad, se trata de una etapa
enteramente nueva. La lucha real de nuestra especie por su propia supervivencia
es lo que prevalece en todos los rincones del mundo globalizado.
En lo inmediato, todos los
latinoamericanos y de modo especial nuestro país, serán afectados por el
proceso que tiene lugar en Venezuela, cuna del Libertador de América.
Apenas necesito repetir lo que ustedes
conocen: los vínculos estrechos de nuestro pueblo con el pueblo venezolano, con
Hugo Chávez, promotor de la Revolución Bolivariana, y con el Partido Socialista
Unido creado por él.
Una de las primeras actividades
promovidas por la Revolución Bolivariana fue la Cooperación Médica de Cuba, un
campo en el que nuestro país alcanzó especial prestigio, reconocido hoy por la
opinión pública internacional. Miles de centros dotados con equipos de alta
tecnología que suministra la industria mundial especializada, fueron creados
por el Gobierno bolivariano para atender a su pueblo. Chávez por su parte no
seleccionó costosas clínicas privadas para atender su propia salud; puso esta
en manos de los servicios médicos que ofrecía a su pueblo.
Nuestros médicos además consagraron una
parte de su tiempo a la formación de médicos venezolanos en aulas debidamente
equipadas por el gobierno para esa tarea. El pueblo venezolano, con
independencia de sus ingresos personales, comenzó a recibir los servicios
especializados de nuestros médicos, ubicándolo entre los mejor atendidos del
mundo y sus índices de salud comenzaron a mejorar visiblemente.
El Presidente Obama conoce esto
perfectamente bien y lo ha comentado con alguno de sus visitantes. A uno de
ellos le expresó con franqueza: ”el problema es que Estados Unidos envía
soldados y Cuba, en cambio, envía médicos”.
Chávez, un líder, que en doce años no
conoció un minuto de descanso y con una salud de hierro se vió, sin embargo,
afectado por una inesperada enfermedad, descubierta y tratada por el propio
personal especializado que lo atendía, no fue fácil persuadirlo de la necesidad
de prestar atención máxima a su propia salud. Desde entonces, con ejemplar
conducta, ha cumplido estrictamente con las medidas pertinentes sin dejar de
atender sus deberes como Jefe de Estado y líder del país.
Me atrevo a calificar su actitud como
heroica y disciplinada. De su mente no se apartan, ni un solo minuto, sus
obligaciones, en ocasiones hasta el agotamiento. Puedo dar fe de ello porque no
he dejado de tener contacto e intercambiar con él. Su fecunda inteligencia no
ha cesado de consagrarse al estudio y análisis de los problemas del país. Le
divierten la bajeza y las calumnias de los voceros de la oligarquía y el
imperio. Jamás le escuché insultos ni bajezas al hablar de sus enemigos. No es
su lenguaje.
El enemigo conoce aristas de su carácter
y multiplica sus esfuerzos destinados a calumniar y golpear al Presidente
Chávez. Por mi parte no vacilo en afirmar mi modesta opinión ─emanada de más de
medio siglo de lucha─ de que la oligarquía jamás podría gobernar de nuevo ese
país. Es por ello preocupante que el Gobierno de Estados Unidos haya decidido
en tales circunstancias promover el derrocamiento del Gobierno bolivariano.
Por otro lado, insistir en la calumniosa
campaña de que en la alta dirección del Gobierno bolivariano existe una
desesperada lucha por la toma del mando del gobierno revolucionario si el
Presidente no logra superar su enfermedad, es una grosera mentira.
Por el contrario, he podido observar la
más estrecha unidad de la dirección de la Revolución Bolivariana.
Un error de Obama, en tales circunstancias,
puede ocasionar un río de sangre en Venezuela. La sangre venezolana, es sangre
ecuatoriana, brasileña, argentina, boliviana, chilena, uruguaya,
centroamericana, dominicana y cubana.
Hay que partir de esta realidad, al
analizar la situación política de Venezuela.
¿Se comprende por qué el himno de los
trabajadores exhorta a cambiar el mundo hundiendo el imperio burgués?
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