Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Anselmo
Esprella
“En tiempos de la
colonia, decían “estos indios perezosos no tienen alma”, pero ahora el hermano
Papa Francisco, ha consagrado Cardenal a un indígena”
Evo Morales.
Apenas
el Vaticano, anunció que designaría a un Cardenal indígena, la jerarquía de la
iglesia católica boliviana, declaró que Toribio Ticona, “no los representaba” y
las redes sociales, inundaron la web con información fidedigna de que la
reciente autoridad, “tenía mujer y varios hijos”.
Cómo
podría representar Toribio Ticona, a la oscurantista Conferencia Episcopal
Boliviana, un hombre silvestre que había sabido ser lustrabotas, canillita,
minero, albañil y hasta alcalde de un pueblo olvidado en la árida geografía de
Bolivia.
El
13 de octubre de 1992, un día después de cumplirse 500 años de la invasión
europea a, Abya Yala (nombre indígena del continente), en Santo Domingo, el
Papa Pablo II, pidió perdón “por los crímenes durante la colonización de
América Latina”. Por su parte, el actual Papa, declaró: “…pido perdón, por los
crímenes contra los pueblos originarios, durante la llamada conquista de
América”.
Pero
Tomás de Torquemada y la jerarquía eclesiástica boliviana, insisten en regresar
al siglo XVI.
“Toribio,
no es la voz oficial de la Iglesia Católica Boliviana” dijeron los herederos de
la inquisición, cabe preguntarse, ¿y entonces quién es?
No
existe espacio en la vida social, en que no se manifieste la lucha de clases.
Por supuesto, una de las instituciones más conservadoras de la tierra, no es la
excepción.
La
iglesia del pueblo y la opción preferencial por los ricos
El
martes 6 de febrero de 1973, Radio Fides, expulsa a Luis Espinal. El sacerdote
y periodista, había felicitado a la Iglesia, por la ordenación del primer
diácono aimara: “un primer paso claro y decidido para hacer la Iglesia
boliviana mucho más autóctona” dijo. Pero también expresó su oposición al
nombramiento de obispos, “…ancianos y biológicamente más inclinados a conservar
y frenar que a abrir nuevos caminos”, sostuvo. Aquella declaración provocó la
protesta del embajador del Vaticano en Bolivia que determinó su expulsión de
Radio Fides.
Desde
el inicio del gobierno de Evo Morales, el anterior Cardenal, llamado Julio
Terrazas, rápidamente se alineó a los empresarios y latifundistas, por lo que
recibió “La Medalla al Mérito Cruceño” de manos terratenientes del Comité pro
Santa Cruz, ente que aglutina los intereses de las logias de aquella región. La
Conferencia Episcopal Boliviana, jamás dijo: “este Cardenal no nos representa”.
Salvo
extraordinarias excepciones, la iglesia católica caminó por la historia, de la
mano de poderosos reyes y señores feudales, bendijo las espadas y las armas de
dictadores como René Barrientos, Hugo Banzer, García Meza, etc.
Pero
también fue coherente y leal al pueblo. En 1974, en plena dictadura, ante la
evidencia de la violación de los derechos humanos, 21 obispos bolivianos,
redactaron un documento denunciando las atrocidades de la dictadura: “… la
realidad económica del pueblo boliviano es grave y a veces desesperada… debe
evitarse la persecución, el exilio, la tortura y el encarcelamiento injusto… la
Independencia, dio a Bolivia la soberanía política pero no la económica… los
precios de las materias primas, son fijados con arbitrariedad por el mercado
internacional… el pobre, está desamparado en una sociedad donde el dinero da
poder…” dijeron.
Sin
embargo, Luis Espinal, era aún más contundente y categórico: “La iglesia debe
compartir con los pobres sus bienes, y si la iglesia no lo hace de a buenas,
quiera Dios que el pueblo se lo quite”, decía que “Una religión que no tenga la
valentía de hablar en favor del pueblo, tampoco tenía el derecho a hablar en
favor de Dios”.
Fue
asesinado el 22 de marzo de 1980, por los dueños de las cosas.
En
esta corriente de la iglesia junto a los excluidos, se inscriben Julio Tumiri,
Idelfonso de las Muñecas, Mauricio Lefebre, Monseñor Manrique, Alfonso
Pedrajas, Gregorio Iriarte, entre otros que compartieron su suerte, con la
suerte de los nadies.
“estos
indígenas no tienen alma, no les duele nada” repiten en la Conferencia
Episcopal.
“La
tierra es la Madre de Todos, es Pachamama”, responden aterrados los indígenas,
antes de ser despedazados por los perros asesinos que han traído los
conquistadores.
Toribio
Ticona, es lustrabotas y Cardenal. Sus abuelos ardieron en la hoguera, por
repetir la blasfemia de que la tierra; es la Madre de Todos.
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