Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Conocidos los
resultados de las elecciones llamadas sub-nacionales en Bolivia, todavía se
discute acerca de las circunstancias que caracterizan a los mismos. Un breve
aporte y criterio queremos dar al respecto, pero sólo de la victoria de la
derecha política en Santa Cruz. ¿Que por qué sólo de Santa Cruz? Porque mucho
ya se dijo de los otros departamentos y porque es importante hacerlo de este
otro en razón de que definirá, en ciertos sentidos, el futuro de la política a
nivel nacional en los próximos 10 o 20 años. Y lo hará porque el desarrollo del
capitalismo como perspectiva histórica tiene formas casi nuevas y novedosas y
definitorias para el país en su conjunto.
En este
departamento, tal vez con más profundidad y extensión que en los otros, es
donde las formas de producir valores de uso están marcadas con algún sello
característico del capitalismo. Desde el mismo hecho de las formas de uso de
las herramientas de trabajo, pasando por el relacionamiento de los trabajadores
entre sí mismos y, en muchos casos, entre éstos con un tercero que no forma
parte del proceso de producción, hasta el destino que se les da a los valores
de uso producidos, tienen su alma capitalista.
En las grandes
fábricas, en los pequeños talleres o en el trabajo asalariado que presenta
múltiples formas de manifestarse en las ciudades, en el trabajo del pequeño productor
campesino o del jornalero en el área rural, hasta en el famoso trabajo por
cuenta propia o el de los comerciantes pequeños o grandes, todo está signado
por la marca de la bestia del capital. Posiblemente en muy poco pudieran
exceptuarse de esta oscura sombra que cubre la sociedad algunas comunidades
indígenas guaraníes, chiquitanas, guarayas y ayoreas, en las cuales todavía se
practican formas de producción no capitalistas. Pero ahí mismo la civilización
capitalista ha penetrado de una y de mil maneras hasta desvirtuarlas,
modificarlas, tergiversarlas y darles unas formas contemporáneas
características.
Si eso
observamos en el ámbito de la producción, muchísimas más particularidades se
aprecian en el mundo de las ideas, de las ideologías, de los valores, de la
moral. Aquí sí, el imperialismo y el capitalismo local hicieron y hacen actividades
sin fin para justificar, disimular, maquillar, tergiversar, ocultar las
verdaderas formas y contenidos de la sociedad actual, de la sociedad
capitalista, de las formas de producción y reproducción de la sociedad
capitalista en Santa Cruz.
Actúan
incidiendo muy bien sobre la sociedad en ese sentido. Desde la escuela, el
cuartel, la universidad, las iglesias (como instituciones, no como religiosidad
popular que es diferente), los medios de comunicación, especialmente la
televisión, tienen su rol, consciente o no, de generadores, divulgadores,
propagadores de las ideas, valores y moral propios de la civilización actual.
Y es en este
ámbito espiritual y cultural donde debieran librarse muchas de las batallas
contra el capitalismo en Santa Cruz, porque es el campo de la expresión de la
palabra, del reflejo mental-hablado de lo que es la sociedad. Aquí, desde hace
siglos las clases explotadoras hicieron lo que deben hacer; pero a partir
aproximadamente del año 2.002 las estrategias y tácticas ideológicas de las
castas dominantes cruceñas van asumiendo otras formas, renovadas, actualizadas,
abiertas unas veces, encubiertas otras, sutiles o directas, pero que tienen un
solo propósito: desplegar poderosamente la justificación de la existencia y
reproducción del capitalismo en Santa Cruz.
No se lo dice
con esas palabras, pero se lo hace. Hasta tal grado de penetración han llegado
esas actividades de persuasión-convencimiento, que en este departamento,
singularmente en su ciudad capital, las personas son de las más alienadas que
se pueden encontrar en toda Bolivia. A su modo se despliega esta alienación,
estas formas de pensar y de actuar que doblegan, mutilan, tuercen el normal
desarrollo espiritual y de conducta humanas, al punto que ahora lo inmoral es
virtud.
Es en este
ámbito donde de entrada tenían -y tienen- gran ventaja los representantes y los
serviles del capital en Santa Cruz. Sus permanentes campañas de adoctrinamiento
racista y regionalista desenvueltas en sus propios círculos sociales y entre
muchas unidades educativas, por ejemplo; sus alianzas bien pactadas con dirigentes
comprados de diferentes sectores sociales; su uso eficiente de la televisión,
entre otros, estaban por delante de lo que se hizo por parte del MAS en la
campaña electoral para elegir Gobernador y asambleístas en nuestro
departamento.
Nuestra lucha,
sin ningún género de duda, es por la construcción de una sociedad nueva y mejor;
lo que en términos históricos y sociológicos se identifica como Socialismo y
que en Bolivia se especifica como Socialismo Comunitario. He aquí la diferencia
de contenido y de forma de las propuestas del horizonte de vida para la
humanidad y para los bolivianos. Son dos perspectivas diferentes
inconfundibles. La de quienes actúan por mantener el actual estado de cosas y
la de quienes luchan por construir una nueva civilización, una nueva sociedad.
Ese simple
hecho debería diferenciar las ideas y los comportamientos de uno y de otro
bando. Esta sencilla delimitación define a la derecha y a la izquierda política.
No existe mucho problema a la hora de observar el comportamiento de quienes son
representantes genuinos del capital, a los capitalistas y de quienes sin serlo
se esmeran, deliberadamente o no, en reproducir la actual sociedad. Pero sí se
observa, y observó durante la campaña electoral dicha, un grave problema entre las
filas del MAS.
Aquello que
debiera haberse convertido en una lucha contra la explotación, la opresión, el
engaño, la mentira, no fue más que otras formas de reproducir lo mismo. Es
decir, la campaña del MAS no se alineó del lado de la izquierda, en los términos
dichos párrafos arriba, pues no fue expresión manifiesta del horizonte
socialista comunitario. Desde quienes fueron “elegidos” para ser candidatos a
Gobernador y asambleístas, salvo raras excepciones, no representaron ni
representarán jamás la perspectiva socialista.
Si ampliamos el
espectro de asambleístas a los nacionales y departamentales, a concejales y
alcaldes (los que fungieron, los que son y los que serán), la mayoría tienen
diversos grados de corrupción en su haber, desde quienes roban de manera
descarada hasta quienes viven bien de los “diezmos” conseguidos por obras y por
el trabajo de “servidores” públicos. La mayoría de la población en edad de
votar lo sabe, y ¿se puede creer que éstos van a votar por aquellos?
¿Escucharon o
vieron los “discursos” de los mencionados candidatos? Otra vez salvo raras
excepciones, de la mayoría fue, y es, una vergüenza en todo sentido. Pero si
esas fueron las personas, parecidas fueron sus propuestas. Muchos ciudadanos
llegaron a decir “parece que fueran todos de lo mismo”; valga decir, las
propuestas de los opositores y del MAS no tenían diferencias. Si el pueblo
votante todavía vive en condiciones de pobreza económica y social ¿encontró en
las propuestas del MAS algo que le lleve a la superación de sus actuales
condiciones de pobreza? Pues, no.
Una parte de la
campaña del MAS fueron sus mítines o concentraciones públicas. Aquí se notaron
varios aspectos de la actual situación de este movimiento político. Para
convocar y concentrar al público se acudió al expediente del sorteo de diversos
objetos entre los presentes. Con esto simplemente se mostró que muy pocos
estaban interesados en ir a ver y escuchar a los candidatos, sencillamente
porque éstos no valían la pena. Parecía que quedaban lejos las campañas que
realizábamos antes de que el MAS sea gobierno, cuando la gente acudía
espontánea y conscientemente; cuando los aportes eran centavo tras centavo, y
no miles de dólares (que no se saben dónde van) como ahora se observa.
En los actuales
tiempos posiblemente un 90% o más de un discurso político, de un liderazgo, de
una campaña electoral, de una campaña política, de lo que puede decir una
organización política es un dispositivo audiovisual, especialmente la
televisión. Esto es radicalmente importante comprenderlo y practicarlo. Pero
aquí, una vez más, aplazo casi total. La presencia de la mayoría de los
candidatos en televisión, con un discurso y un uso de medios mediocre. Una
propaganda que no daban ganas ni de verla, por sus mensajes descontextualizados,
colores, movimientos y formas aburridos para ser propios de imagen televisiva.
Resultado,
siendo que Evo Morales no fue candidato, la mayoría o casi todos los votos
logrados fueron por él, por su gestión, no por los candidatos a Gobernador y
asambleístas.
Mientras exista
pobreza en el mundo, mientras perviva la explotación del ser humano por unos
cuantos individuos, en tanto se estén destruyendo las condiciones de
reproducción de la vida en el planeta, mientras se siga alienando las mentes y
comportamientos de la humanidad, no puede dejar de haber lucha contra el
capitalismo en el mundo y aquí, en Santa Cruz. Esta es nuestra profesión de fe
y de vida.
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