Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás
Por: Fidel Castro Ruz
Pasado
mañana, 9 de mayo, se conmemorará el 70 aniversario de la Victoria del pueblo
soviético en la Gran Guerra Patria. Dada la diferencia de hora, cuando elaboro
estas líneas, los soldados y oficiales del Ejército de la Federación de Rusia
llenos de orgullo, estarán ejercitando en la Plaza Roja de Moscú con los
rápidos y marciales pasos que los caracterizan.
Lenin
fue un genial estratega revolucionario que no vaciló en asumir las ideas de
Marx y llevarlas a cabo en un país inmenso y solo en parte industrializado,
cuyo partido proletario se convirtió en el más radical y audaz del planeta tras
la mayor matanza que el capitalismo había promovido en el mundo, donde por
primera vez los tanques, las armas automáticas, la aviación y los gases
asfixiantes hicieron su aparición en las guerras, y hasta un famoso cañón capaz
de lanzar un pesado proyectil a más de cien kilómetros hizo constar su
participación en la sangrienta contienda.
De
aquella matanza surgió la Liga de las Naciones, una institución que debía
preservar la paz y no logró siquiera impedir el avance acelerado del
colonialismo en África, gran parte de Asia, Oceanía, el Caribe, Canadá, y un
grosero neocolonialismo en América Latina.
Apenas
20 años después, otra espantosa guerra mundial se desató en Europa, cuyo
preámbulo fue la Guerra Civil en España, iniciada en 1936. Tras la aplastante
derrota nazi, las naciones cifraron sus esperanzas en la Organización de las
Naciones Unidas, que se esfuerza por crear la cooperación que ponga fin a las
agresiones y las guerras, donde los países puedan preservar la paz, el
desarrollo y la cooperación pacífica de los Estados grandes y pequeños, ricos o
pobres del planeta.
Millones
de científicos podrían, entre otras tareas, incrementar las posibilidades de
supervivencia de la especie humana, ya amenazada con la escasez de agua y
alimentos para miles de millones de personas en un breve lapso de tiempo.
Somos
ya 7 300 millones los habitantes en el planeta. En el año 1800 solo había 978
millones; esta cifra se elevó a 6 070 millones en el año 2000; y en el 2050,
según cálculos conservadores, habrá 10 mil millones.
Desde
luego, apenas se menciona que a Europa Occidental arriban embarcaciones
repletas de emigrantes que se transportan en cualquier objeto que flote, un río
de emigrantes africanos, del continente colonizado por los europeos durante
cientos de años.
Hace
23 años, en una Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo expresé: “Una importante especie biológica está en riesgo de
desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales
de vida: el hombre.” No sabía entonces sin embargo cuán cerca estábamos de
ello.
Al
conmemorarse el 70 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria, deseo
hacer constar nuestra profunda admiración por el heroico pueblo soviético que
prestó a la humanidad un colosal servicio.
Hoy
es posible la sólida alianza entre los pueblos de la Federación Rusa y el
Estado de más rápido avance económico del mundo: la República Popular China;
ambos países con su estrecha cooperación, su avanzada ciencia y sus poderosos
ejércitos y valientes soldados constituyen un escudo poderoso de la paz y la
seguridad mundial, a fin de que la vida de nuestra especie pueda preservarse.
La
salud física y mental, y el espíritu de solidaridad son normas que deben
prevalecer, o el destino del ser humano, este que conocemos, se perderá para
siempre.
Los
27 millones de soviéticos que murieron en la Gran Guerra Patria, lo hicieron
también por la humanidad y por el derecho a pensar y a ser socialistas, ser
marxistas-leninistas, ser comunistas, y a salir de la prehistoria.
y Twitter: @escuelanfp
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios