Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Katherine Hinojosa Virreira
En
un artículo publicado recientemente, el economista Juan Carlos Zuleta responde
algunas afirmaciones que hice en otro texto respecto a la solidez del
crecimiento económico del país. Para ello realiza un curioso análisis de
algunas variables, en una aún más curiosa interpretación que no ofrece otro
resultado que la “tortura” de los datos para hacerles decir lo que pretende
demostrar.
En
mi anterior aporte señalé que el crecimiento de 2014 fue de 5,5%, explicados
por la demanda interna que se expandió en 6,9%; mientras que la demanda externa
neta descendió en 1,4%. En este punto Zuleta muestra su desconocimiento de la
macroeconomía y afirma: “¿No será que el supuesto crecimiento de la demanda
interna solo fue posible gracias al crecimiento de las exportaciones totales en
general y las de gas natural y minerales en particular?”. Para a continuación
escribir: “Resulta curioso que, según datos del INE, entre 2013 y 2014 el
crecimiento de estos dos sectores —que representaron cerca del 80% de las
exportaciones totales— alcanzó al 7,74%”.
Es
decir que para el experto, en la cuantificación de la demanda agregada solo
cuentan las exportaciones. ¿Y las importaciones? Todo estudiante de economía
sabe que lo importante en el comercio exterior son las exportaciones netas, es
decir, las ventas en los mercados externos menos las importaciones. La razón es
muy sencilla, si un país recibe dólares por las exportaciones no debe olvidarse
que también los entrega cuando compra bienes en los mercados externos, de ahí
que el efecto neto está constituido por la diferencia entre ambas variables.
Es
verdad que en 2014 Bolivia exportó un valor de $us 12.856 millones, pero
también debe recordarse que importó un valor de $us 10.560 millones, lo cual
hace que el resultado neto sea de $us 2.296 millones, equivalentes al 7,3% del
PIB. Hay que tener mucha imaginación para creer que una cifra tan pequeña pueda
mover al 93% restante.
Una
pastilla de macroeconomía le haría recordar a Zuleta que la demanda interna
está compuesta por el consumo, la inversión y el gasto del Gobierno. Si las
exportaciones netas caen, es natural que exista un impacto en las tres
variables, pero dos de ellas pueden ser influenciadas por el Gobierno: la
inversión y el gasto gubernamental. Al subir la inversión pública, lógicamente
la demanda agregada crece, y lo propio ocurre cuando el gasto del aparato
estatal se incrementa (aunque debe reconocerse que en los últimos años esto no
pasó). Ciertamente mediante este mecanismo es posible que se deteriore la
balanza comercial, pero nótese que esto solo pasa cuando la producción nacional
no es capaz de abastecer la demanda interna. Algo que evidentemente en el caso
boliviano no ocurre.
Todo
esto se logra porque actualmente el país es capaz de administrar las políticas
monetaria y fiscal y, mediante su concurso, modular la demanda agregada de tal
manera que se pueda mantener una buena combinación entre inflación (menor al
6%) y una tasa de crecimiento que oscile en torno al 5%. Aspecto solo posible
porque en el periodo actual la economía está bolivianizada y existe un amplio
margen en el sector fiscal producto de continuos superávits fiscales y una
deuda externa que no pasa del 16%.
Ciertamente
la administración de la demanda agregada no lo es todo, pero en mi criterio, el
Gobierno ha elegido el camino correcto al fomentar la industrialización y así
aumentar la oferta agregada. La prueba de ello está en que la inflación se ha
podido controlar con facilidad evitándose el “sobrecalentamiento” de la
economía.
Para
finalizar, es sencillo predecir lo que ocurrirá en 2015, el Gobierno impulsará
la inversión pública y el gasto gubernamental, con ello dinamizará aún más la
demanda interna y cumplirá su meta de crecimiento. Queda ver qué dirá Zuleta
cuando este sencillo mecanismo funcione.
y Twitter: @escuelanfp
AL FINAL DEL PÁRRAFO 5 EL ARTICULO DICE: esto solo pasa cuando la producción nacional no es capaz de abastecer la demanda interna. Algo que evidentemente en el caso boliviano no ocurre. LA PREGUNTA ES CUAL PRODUCCIÓN BOLIVIANA ABASTECE LA DEMANDA INTERNA? SI SOLO SE PRODUCEN ALGUNOS ALIMENTOS Y YA CASI NINGUNA ROPA. TODO LO DEMÁS SE IMPORTA!!!.
ResponderEliminarEN EL PENULTIMO PÁRRAFO DICE "el Gobierno ha elegido el camino correcto al fomentar la industrialización y así aumentar la oferta agregada". ME PREGUNTO CUAL INDUSTRIALIZACIÓN? SI AUN NO COMIENZAN LAS TRANSFORMACIONES PREINDUSTRIALES DE MINERALES E HIDRO CARBUROS Y LA MANUFACTURA ES INCIPIENTE, TODO EN EL MARCO DEL MODELO EXTRACTIVISTA?
hABRIA QUEPREGUNTARSE ENTONCES, DE DONDE VIENEN LOS RECURSOS QUE CIRCULAN EN EL PAIS, AL MARGEN DEL CONTROL DEL ESTADO O DE LA INVESIÓN PUBLICA? CUAL ES LA MASA MONETARIA PROVENIENTE DE ESTA FUENTE?