Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Javier San
Vicente Maeztu
Honduras está indignada. Y no es para menos. Los comicios celebrados el
pasado 24 de noviembre en la nación centroamericana han dejado un regusto
amargo entre los seguidores de dos de los principales partidos políticos
hondureños. Habiendo contabilizado menos de la mitad de las actas, el Tribunal
Supremo Electoral comenzó el domingo a lanzar datos que daban la victoria al
candidato del Partido Nacional Juan Orlando Hernández (JOH). Han pasado ya
varias horas desde el cierre de las urnas y el proceso de conteo se está
realizando de una manera confusa y a un ritmo muy lento.
Éstas no son una elecciones cualquiera. Se trata de los primeros comicios
convocados tras la grave crisis política que vivió el país en 2009 como
consecuencia del golpe de Estado perpetrado el 28 de junio de ese año. También
son las primeras elecciones en las que el sistema bipartidista que dómino la
política hondureña durante más de 100 años se ve seriamente amenazado. La
izquierda tiene por primera vez opciones de lograr la presidencia, a través del
Partido LIBRE, surgido como respuesta del movimiento social al golpe de 2009 y
liderado por el ex presidente Manuel Zelaya y su esposa Xiomara Castro. Sin
embargo el temor a que se produjese un fraude era patente desde primeras horas
de la mañana del domingo.
En la víspera de las elecciones ya se habían producido varios eventos que
contribuyeron a aumentar la tensión existente en el país. Se hostigó a varios
grupos de observadores internacionales mediante el envío de autoridades de
migración a acosar a observadores así como la realización de identificaciones
en un hotel capitalino por parte de agentes del gobierno encapuchados que
portaban armas. Incluso se negó la condición de observador al ex juez español
Baltasar Garzón y a la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.
El hecho más grave fue el asesinato de dos activistas de LIBRE en el
municipio de Cantarranas, en el departamento de Francisco Morazán. El sábado en
horas de la tarde regresaban de una capacitación de su partido para
representarlo en mesas electorales cuando sujetos desconocidos dispararon a su
vehículo.
Un grupo de observadores denunciaba detenciones ilegales e intimidaciones
contra miembros de mesas electorales de LIBRE en los municipios de El Paraíso y
San Jerónimo por parte de paramilitares, que impidieron el acceso a las
comunidades citadas. Se reportan ataques por parte de hombres armados en La
Unión (Lempira) y Ocotepeque.
Tampoco nada bueno presagiaba las inconsistencias halladas en el censo
electoral por el Centro de Estudios para la Democracia CESPAD. Tras realizar un
monitoreo de dicho censo en algunos pequeños municipios, encontraron que 310
personas ya fallecidas aparecían en las listas de votantes, mientras que se
reportaba el caso de otras 44 que, estando vivas, no figuraban en censo alguno.
La jornada electoral comenzó con un hecho que podría considerarse insólito
en muchos lugares, pero que en Honduras no sorprendió a nadie. En la madrugada
del día 24 varios efectivos del Ejército de Honduras fueron posicionados junto
a los transmisores de varios medios opositores. En concreto se trataba de los
transmisores de Radio y TV Globo y Cholusat Sur. Ambos medios fueron cerrados
por el Ejército tras el golpe de Estado de 2009 y han sido víctimas de diversas
agresiones desde entonces.
Sin embargo, este hecho no empañó la alegría de miles de hondureños, que
acudieron a votar de forma masiva. La ilusión era patente entre los
simpatizantes de LIBRE y PAC. Se pudieron ver largas colas en los colegios
electorales. Durante el recuento, miles de hondureños permanecieron como
observadores del conteo de manera particular. LIBRE asegura contar con copias
de miles de estas actas, que podría utilizar para impugnar los resultados
oficiales.
Otro evento que produjo extrañeza fue el despliegue de unidades del
Ejército alrededor de las plantas de distribución eléctrica de la ENEE.
Aumentaba con ello el temor que una parte de la oposición tenía a que se
produjesen cortes de luz durante el conteo de votos.
Pero los recelos no se hicieron patentes hasta después de cerradas las
urnas. Durante las dos primeras horas tras el cierre, los medios de
comunicación solo estaban autorizados a transmitir los resultados del conteo de
urnas concretas. Los resultados ofrecidos eran muy diferentes según el canal
que se viese.
A las 8 de la tarde, el TSE comenzó a ofrecer resultados. En un primer
reporte, daba una ventaja a Juan Orlando de casi 6 puntos respecto a Xiomara
Castro, que quedaba en segundo lugar. A partir de ahí, todo se volvió confuso.
Un sistema que en principio debía ofrecer resultados con rapidez dejo de
funcionar. La web del TSE no cargaba o no se actualizaba. Se repetían los
mismos hechos que ocurrieron en la elección de 2009: en aquella ocasión no hubo
resultados definitivos hasta dos semanas después de los comicios, y la noche de
los comicios el TSE aseguró que se trataban de las elecciones con mayor
participación en la historia de Honduras con un 62% de votos emitidos. Tras dos
semanas el mismo tribunal se vio obligado a reconocer que fueron las menos
votadas, con un abstencionismo ligeramente superior al 50% (otras fuentes
hablaban de un 21% de participación).
Las acusaciones de compra de votos son una constante en las elecciones de
Honduras. En esta ocasión se han producido denuncias reiteradas contra el
Partido Nacional por compra de votos mediante entrega de dinero o bolsas de
alimentos (se entregó supuestamente una bolsa con
comida y dinero en efectivo) y venta de credenciales electorales al
partido Nacional (que dan derecho a participar en el conteo de las actas). En
este video se
puede ver un caso de venta de credencial de Alianza Patriótica al Partido
Nacional. Además, se entregó a miles de personas una tarjeta que permite
recibir descuentos en multitud de establecimientos comerciales, denominada “la
cachureca” (a los miembros del Partido Nacional se les conoce como cachurecos).
Salvador Nasralla, candidato por el recientemente creado Partido
Anticorrupción, denunció durante la jornada de los comicios graves
irregularidades en el proceso electoral: falsificación de actas enteras que
habrían sido introducidas de manera irregular en el sistema del Tribunal
Supremo Electoral . El ex presidente Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de
Estado en 2009, denunciaba también el supuesto fraude asegurando que según el
conteo independiente realizado en todo el país por su partido seria su esposa
Xiomara Castro la ganadora.
Y es que parece difícil que un candidato tan impopular como Juan Orlando
Hernández se hiciese con el poder. El encono social contra él llego a
cristalizarse en una jornada anti-JOH realizada la pasada semana en la
Universidad Autónoma de Honduras por jóvenes activistas de varios partidos
políticos.
El lunes 25, los simpatizantes de LIBRE y su dirigencia siguen a la espera
de que se ofrezcan resultados definitivos. Lo hacen con la convicción de haber
ganado las elecciones y pidiendo un recuento urna a urna. Este mismo lunes, la
sede del Ministerio Público (fiscalía) fue militarizada y todos los empleados
fueron enviados a casa por orden del gobierno. Varios empleados aseguraron a la
prensa que el desalojo de las oficinas es debido a amenaza de disturbios. El
cierre se produce un día después de que el candidato presidencial Salvador
Nasralla y algunos medios denunciasen que fiscales del Ministerio Publico
habían allanado varias oficinas del Partido Nacional donde llenaban, firmaban y
escaneaban actas con datos a favor de Juan Orlando Hernández. Nadie confirma ni
desmiente estas afirmaciones hasta la fecha.
El lunes 25, el grupo de observadores canadiense Common Frontiers,
denunciaba la irregularidad de los comicios y solicitaba al gobierno de Canadá
no reconocer a Juan Orlando Hernández como ganador. En el mismo sentido, los
observadores de la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas
denuncian “manipulación y compra de votos, amenazas y otros actos de violencia
contra los testigos y votantes de Libre”.
Y la incertidumbre sigue. Mientras el gobierno ya ha declarado ganador a
Juan Orlando Hernández, Xiomara Castro asegura que triunfó ella. Salvador
Nasralla felicita a su candidato a la alcaldía de San Pedro Sula (capital
económica del país), contraviniendo, de esta forma, la versión del gobierno,
que da por ganador al Partido Nacional. Los datos van apareciendo con
cuentagotas y ni siquiera parece estar claro cuál fue el porcentaje de
participación en los comicios. En los próximos días pueden ocurrir muchas
cosas. Los militantes de LIBRE y PAC no parecen dispuestos a aceptar los
resultados del TSE. Y no es de esperar que Juan Orlando y los suyos accedan a
abandonar el poder.
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