Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Urge una nueva ley minera
Por: Eduardo Maldonado
Esa es la pregunta que todos se hacen cuando
escuchamos las noticias referidas a lo acontecido en Colquiri, Mallku Khota y
tantas otras minas en las que ha habido avasallamientos, tomas o
enfrentamientos.
Lo evidente es que hace falta sentar las bases claras
del ordenamiento jurídico boliviano en materia de derecho minero y que de una
vez por todas echen por tierra la legislación entreguista del Código Minero
gonista.
Ante el anuncio del Gobierno central de consensuar la
Ley con todos los actores mineros(empresa mediana, cooperativistas,
trabajadores mineros, comunidades indígena originario campesinas, etc.), es de
esperar que ese proceso concluya pronto y que sea también con las regiones y
departamentos productores de minerales.
La importancia de la nueva Ley minera está en la
necesidad de transparentar debidamente las reglas del juego y entre otras cosas
debería ponerse especial atención a lo siguiente:
·
Procedimiento para las peticiones mineras y su
formalización en contratos;
·
Régimen regalitario, impositivo y de utilidades que
beneficie al Estado, a los departamentos y municipios productores de minerales;
·
Consulta con los pueblos indígena originario
campesinos, de tal forma que no haya lugar a la corrupción de dirigentes ni la
intransigencia que inviabilice proyectos;
·
Condiciones administrativas, técnicas, financieras y
laborales rigurosas para todo proyecto minero, sea estatal, privado o
cooperativizado;
·
Acciones que mitiguen la contaminación ambiental por
los efectos de toda actividad minera con el medio ambiente;
·
Industrialización de la materia prima con procesos de
refinación;
·
Control estatal en toda la actividad minera;
·
Fórmulas de aplicación específica en condiciones extremas
del comportamiento cíclico del precio en el mercado internacional de los
minerales.
Se trata de evitar que las riquezas mineras del país
queden dormidas bajo suelo, pero también que las actividades mineras no sean
simplemente la reproducción de la codicia y la ambición en desmedro de los
intereses del pueblo boliviano.
Hasta ahora la historia minera de Bolivia ha sido la
réplica de la fatal paradoja que condena a que los pueblos que han dado tanta
riqueza al país y al mundo, sean los que reflejen los índices más altos de
pobreza.
Antes que se repitan hechos violentos como los
sucedidos en Mallku Khota o Colquiri, el Gobierno está en la obligación de
escuchar a todos los actores mineros y las regiones productoras de minerales
para proponer lo más pronto posible a la Asamblea Legislativa Plurinacional, un
Proyecto de Ley consensuado.
La Paz, 4 de Junio de 2012.
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