Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
“Las ideas del Che seguirán en el proceso”
Por: Boris Miranda
Espinoza
TAL vez la última entrevista que concedió el político y
periodista sobre uno de los temas que le apasionaron siempre: la vigencia del
guevarismo.
Nos sentamos en la
misma mesa en la que, hace más de diez años, me explicaba la importancia del
primer tomo de El Capital. Con un café de por medio, Antonio Peredo aceptó
conversar conmigo sobre lo que ahora considero su último (no único) legado al
país: la vigencia del guevarismo en el proceso de cambio.
El tema no podía ser
otro que el Che y así quedó reflejado en el reportaje que se publicó en el
primer Ideas de octubre del año pasado. Hablamos de Ernesto Guevara, pero no de
su pensamiento congelado en el tiempo, ni de lo que sucedió hace casi 45 años.
Conversamos del pensamiento del guerrillero en la difícil actualidad de
Bolivia.
“El camino puede salir
de estos compañeros. Eso es posible porque son compañeros que han sido formados
en el pensamiento del Comandante”, señalaba como la salida a la crisis que
atraviesa el proceso. Mientras tanto yo pensaba en ese valioso colectivo que
había sido la Fundación Ernesto Che Guevara, la entrañable Funche.
Estoy completamente seguro de que Antonio se refería a ellos. Porque desde
siempre creyó en ellos.
No sé a ciencia cierta
si ésta fue la última entrevista que dio y tampoco es algo de importancia.
Después de que tanta gente hablara de él, con y sin la moral revolucionaria
para hacerlo, siento que homenajearlo casi desde el silencio es lo más honesto
que me toca. Que sean sus palabras las que queden como mi pequeño aporte a su
memoria.
- ¿Cómo se
incorporó al Che en el proceso de cambio?
- Yo realmente creí
difícil incluir al Che. Cuando Evo me invitó a ser candidato a la
Vicepresidencia comencé a pensar en qué tipo de discurso debía llevar yo. Tenía
la impresión de que el Che no tenía mucha significación entre los campesinos. Y
tímidamente comencé a hablar de Guevara y sentí que la reacción fue muy
importante. Mi discurso se centró en él y, a partir de ese momento, Guevara
está presente en todo el proceso.
La simbología del Che
ha llegado al punto que no hay espacio en las diferentes campañas en las que un
candidato no sienta la necesidad de poner su imagen. El Che tiene significado
para todo el pueblo, identificarse con él es decir: ‘Estoy por el camino
correcto’. Ésa ya es una gran batalla ganada. El 8 de octubre, el día del
Guerrillero Heroico, se celebra en toda Bolivia pese a que hay una fuerte
tendencia en el interior de las Fuerzas Armadas de que no debería ser así.
Ernesto Guevara es participante de este proceso en múltiples facetas.
- ¿Dónde
hallamos sus ideas?
- ¿Qué planteaba el
Che? Cuando desarrolla la tesis de la revolución latinoamericana plantea algo
que es impensable fuera del proceso de cambio: la unidad. La unidad como imagen
de la región, no sólo de nuestro país. Ahí está la Alternativa Bolivariana de
las Américas o Unasur.
Otro elemento es la
recuperación de la soberanía. Ese término llegó a tener tan insignificante
valor, que un gobernante se atrevió a decir que eso ya no existe. Soberanía es
la identidad, es reclamarse parte integrante del conjunto de naciones del mundo
y como parte importante. No somos un número, somos un país con una
individualidad.
Vivimos la transición
de un Estado profundamente expoliador a uno en el que todo debe ser apropiado
por el pueblo. Pero para eso tenemos que descolonizar el país y no nos damos
cuenta de cuán profundamente colonizados estamos. Tenemos que recuperar
nuestras riquezas pero no nos damos cuenta de cuán dependiente es la estructura
de nuestra economía. Es una etapa muy larga. Y descubrimos que tenemos que
revisar nuevamente al Che y leer lo que planteaba sobre el modelo económico de
nuestros países, sobre cómo debemos encarar un proceso de transición y
desarrollar todas nuestras iniciativas para hacer del hombre común de nuestros
países el hombre nuevo. Un hombre con una capacidad, tal vez ésta sea la más
importante, de alcanzar la comprensión de que todos los demás son tan
importantes como él.
- El proceso
pasa por un momento difícil'
- Las ideas del Che
Guevara van a seguir en el proceso, van a seguir presentes y van a entrar en
conflicto con otras como está sucediendo ahora. Este conflicto no es extraño y
ya lo sabía el Che. A veces erramos tan profundamente que salimos malparados de
estas crisis. No hay una receta que nos diga qué hacer porque cada conflicto
tiene sus propias características. En esta crisis he vuelto a revisar el
pensamiento del Che, en el aspecto económico, social y político.
Ernesto Guevara, por
mencionar sólo un documento, en el mensaje a la Tricontinental nos da el
camino. La tarea sigue siendo la misma: socavar, impedir que nuestros recursos
vayan a llenar las arcas de los países enriquecidos. Ése es un elemento
importante para visualizar en este momento de crisis. Ahora todo se está
moviendo en función de eso: cómo hacer para que mejores las expoliaciones de
nuestros recursos naturales.
- ¿Quedan
cuadros guevaristas dentro del proceso?
Claro que existen. Hay
compañeros con los que militamos en el Ejército de Liberación Nacional, con los
que sufrimos los rigores de las dictaduras y con los que hoy mantenemos una
posición de principios muy importante. La mayor parte de los compañeros del MAS
responde a la concepción andino-amazónica, pero basta que se diga que uno es
guevarista para que inmediatamente aparezca la imagen de un cuadro íntegro,
honesto y confiable.
A veces no es así, a
veces hay gente que tuvo un pasado ligado al Che y que se ha deformado, porque
20 años de neoliberalismo no pasan en vano. Pese a esas frustraciones, yo
siento que un guevarista sigue siendo considerado por casi la totalidad del MAS
como alguien así: honesto, íntegro y confiable.
Y en este momento,
muchos esperan que esos cuadros tengan la respuesta a la crisis que estamos
atravesando. El camino puede salir de estos compañeros. Eso es posible porque
son compañeros que han sido formados en el pensamiento del comandante Ernesto
Che Guevara.
- ¿Cómo sigue
la formación de cuadros en el proceso?
Lamentablemente no
tengo mucho entusiasmo en este aspecto por ahora porque todavía necesitamos una
mayor seriedad, mayor profundidad. No pueden formarse cuadros con una reunión
semanal. Que lo hiciéramos así cuando éramos pocos estaba bien, pero en estas
condiciones necesitamos cuadros formados para la administración del Estado. Yo
creo que es posible tener una escuela de cuadros, por lo menos básica, que
trabaje de otra forma.
Con absoluta seguridad
creo que la educación es parte integrante de la formación revolucionaria de una
persona. Eso es el pensamiento del Che. Y por eso colaboro cada vez que soy
convocado, ahí estaré.
Ahí estuvo y ahí
estará. Hasta siempre, maestro...
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