Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...

El fuego camina contigo


Por: José Gabriel Lagos

Eduardo Galeano (1940-2015)

Estaba enfermo desde hacía tiempo y los últimos días los pasó internado, pero no por previsible la noticia deja de ser impactante: ha muerto Eduardo Galeano, el escritor uruguayo que consiguió dotar de un relato atractivo y fundado al impulso revolucionario nacido en los 60, y que continuó siendo una voz de referencia para la izquierda latinoamericana.

No importa que el año pasado hubiera relativizado las bondades de Las venas abiertas de América Latina: para la mayoría de sus fans y de sus detractores, Galeano seguía siendo la misma sucesión de textos y opiniones contundentes, coherentes, inmutables. Sin embargo, es posible que cuando en abril de 2014, en la Bienal del Libro y la Lectura de Brasilia, dijo que no estaba arrepentido de haber escrito aquel libro, pero que era una “etapa superada”, Galeano se estuviera refiriendo a los distintos cambios que fueron operando en su escritura.

Claramente, la voz onettiana de Los días siguientes (1962) no es la misma que emprende la contrahistoria en Las venas abiertas... (1971), ni ésta permanece incambiada en el mix de crónica y leyenda de la trilogía Memoria del fuego (1982-1986). Aun después de ese pico, en el que logró unir el gran relato con la microhistoria, Galeano siguió puliendo su escritura, que evolucionó hacia piezas breves de inocultable simetría. La forma es un contenido, pero además persuade por sí misma, como saben poetas y publicistas. Galeano, escritor político, también lo sabía, así como conocía el poder de la metonimia, esa capacidad de ciertas imágenes para dar a entender la totalidad a partir de un fragmento.

Galeano, además, venía del periodismo, donde muchas de esas premisas son parte del trabajo diario; que de vez en cuando se hable de “periodismo narrativo” oscurece el hecho de que para reportear, lo mejor suele ser contar. Comenzó a publicar desde adolescente como caricaturista en El Sol, el periódico del Partido Socialista -firmaba Gius, por su primer apellido: Hughes-, escribió en Marcha y en 1966 fue fundador de Época, el diario de vida breve que allanó el camino de la prensa no sectorizada -y al deporte en los medios de izquierda-, y, en cierta forma, aportó a lo que sería la formación del Frente Amplio. En 1973, ya en Buenos Aires, dirigió la original revista Crisis, desde la que aportó un original cóctel de política, cultura y humor.

Justamente, en Argentina estaban los autores que, a caballo entre el periodismo y las bellas letras, terminaron de dar forma a una nueva forma de exponer el presente, como Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez. Hay, sin dudas, mucho de la concisión y la vocación de claridad del periodismo en Las venas abiertas de América Latina. Galeano/Hughes era un buen lector en inglés, y su obra más conocida es, en cierto modo, una apropiación de la libertad para moverse entre la historia, la crónica y el ensayo de muchos estadounidenses que escribieron entre el siglo XIX y el XX, como su adorado Ambrose Bierce o HL Mencken.

Es obvio que Las venas abiertas... fue un éxito -en popularidad y en influencia- no solamente por sus hallazgos formales. El libro consiguió divulgar un discurso inaccesible fuera de círculos especializados, el de la teoría de la dependencia, que explicaba mediante la historia económica las causas de la asimetría entre el primer mundo y el mundo subdesarrollado. Al premio cubano de Casa de las Américas, que de algún modo le dio el “OK revolucionario” en 1971, se le unió la involuntaria propaganda de la dictadura militar, que prohibió la obra.

Las venas abiertas... es, en cierto modo, una elaboración lógica de la “literatura de la crisis” que produjo Uruguay en los años 60; agotado el tema de la inviabilidad uruguaya había que mirar a la región, decía Alberto Methol Ferré en El Uruguay como problema, y Galeano, como Ángel Rama en el plano de las letras, pensó a nivel continental. Su encanto no hizo sino aumentar durante los años 70, y luego conoció duros opositores neoliberales (el hijo de Mario Vargas Llosa, entre ellos, le dedicó el Manual del perfecto idiota latinoamericano). Al tiempo, la literatura de Galeano desembarcaba en Estados Unidos por la vía académica (su híbrido de testimonio e historia fue uno de los núcleos de los estudios poscoloniales) y también gracias a la entrada que disfrutó lo latinoamericano -desde Carlos Castaneda a Jorge Luis Borges- en el ambiente contracultural tardío. Más que cualquier otro escritor uruguayo, Galeano tuvo un público definitivamente internacional, y la entrega de un ejemplar de Las venas abiertas... que le hizo Hugo Chávez a Barack Obama en 2009 fue sólo el momento más evidente de esa fama.

Más allá de su probada transformación expresiva, en lo esencial el discurso de Galeano mantuvo líneas constantes, y eso es lo que no olvidan los pro y los anti Galeano. Fue un antiimperialista de los 60, lo que significaba oponerse a la hegemonía de Estados Unidos en nuestro hemisferio, pero también supo explicar que la historia de la dominación no había empezado con la doctrina Monroe, y acudía a ejemplos de prácticas imperiales de toda época y lugar. Fue un latinoamericanista, y ello lo llevó a abogar no sólo por la eliminación de las barreras nacionales, sino también hacia una veneración benigna por las civilizaciones precolombinas. No fue materialista -por lo menos en un sentido duro: desconfiaba de la tecnología- pero sí marxista, en cuanto creía en el poder del intelecto y la organización para dar vuelta el “mundo al revés”.

Ese optimismo debía ser una de las razones por las que su público continuaba creciendo, y así fue como hace poco más de dos años llenó dos veces el teatro Solís de admiradores que fueron exclusivamente a escucharlo recitar pasajes de Los hijos de los días, el último libro que presentó en vida (se anuncia la salida de Mujeres para esta semana). Eligió cerrar aquellas noches con otra metonimia ígnea: una glosa del consejo que daba el romano Serenus Sammonicus para conseguir la inmortalidad. Así, recomendó colgarse en el pecho la palabra Abracadabra, que en hebreo antiguo significa “envía tu fuego hasta el final”.
Síguenos en Facebook https://www.facebook.com/escuelanacionaldeformacionpolitica
Twitter @escuelanfp

Rellene el siguiente formulario para suscribirse.




En Bolivia:








 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pedro Ignacio Muiba, el héroe

Por: Homero Carvalho Oliva En 1975, mi padre, Antonio Carvalho Urey, terminó una investigación iniciada en la década de los sesenta que habría de cambiar la historia nacional. Después de muchas visitas al Archivo Nacional de Bolivia, dirigido en ese entonces por Gunnar Mendoza, extraordinario intelectual e historiador, quien le ayudó a ubicar los folios que habrían de probar toda una hazaña que da testimonio que los indígenas moxeños participaron activamente en la Guerra de la Independencia de nuestro país, al mando del cacique Pedro Ignacio Muiba. Esta investigación se publicó, primero en septiembre de 1975, en un policopiado financiado por la Universidad Técnica del Beni, en un pequeño tiraje de 200 ejemplares y luego en la famosa Biblioteca del Sesquicentenario de Bolivia. Dos años más tarde, en 1977, Antonio publicó el libro titulándolo Pedro Ignacio Muiba, el Héroe y de esa manera se reparó una injusticia histórica. En sus investigaciones, Antonio se basó, entre otros, en...

La despatriarcalización

Por: Julieta Paredes Al igual que el Seguro Universal de Salud (SUS), la despatriarcalización, como nombre para una política pública, tardó mucho, pero llegó. Entonces, en este marzo de luchas de las obreras, es necesario analizar, ¿qué es lo que realmente llegó? Fruto de una serie de movilizaciones de mujeres pertenecientes a las organizaciones sociales del proceso de cambio, se lograron algunas medidas en el Ejecutivo. Fueron movilizaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, con encuentros departamentales. Así fue que se logró concretar un listado de demandas que más o menos se repitieron a lo largo de estos años, con algunas interesantes novedades. Entre ellas podemos señalar la exigencia del salario al trabajo doméstico y la necesidad de un espacio en el Gobierno para este sector. Algo así como un Ministerio de las Mujeres, instancia que tenga la jerarquía necesaria para efectuar las tareas que corresponden a la mitad de la población de Bolivia que somos las mu...

Idiosincrasia e ideología

Por: Félix Tarqui Triguero No son posibles las revoluciones económicas sin las revoluciones culturales porque todos aquellos contenidos que constituyen el fundamento de determinada cosmovisión propia de cada nacionalidad o sociedad pueden ayudar o frenar su avance por ser una manera de pensar de cada agrupación humana, en funcion a su historia y cultura. Así nace la idiosincrasia propia de cada pueblo, sin embargo, se enfrenta a la idiosincrasia forzada o alienante que influye día a día a las grandes masas de la población mundial de manera globalizante, en ese contexto necesitamos ver que Bolivia es un país de molde capitalista y sub desarrollado (empobrecido por la clase dominante que gobernó desde 1825 exceptuando a Antonio José de Sucre, Andrés de Santa C. hasta el 2005), La ideología como el estudio de las ideas es también un proceso de construcción critica, influenciado tan pronto el individuo se encuentra inmerso en las realidades sociales, económicas, culturales...