Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Marianela Calle Ticona
Hace ocho años
empezó el llamado “macro ciclo de las materias primas”, momento a partir del
cual el gas y los minerales empezaron a cotizar a niveles nunca antes
registrados, lo que le permitió al Estado boliviano captar una gran cantidad de
recursos, ingresando a un tiempo de bonanza. No obstante, en los últimos años
el valor de las exportaciones comenzó a descender, afectando los ingresos
nacionales. Según datos del INE, el valor de las exportaciones hasta enero de
2015 fue de $us 795,88 millones, 22% menos en relación al mismo periodo de la
gestión anterior. Las ventas del sector de hidrocarburos, que significaron el
48,4% del total exportado, se redujeron en 32%; y más concretamente las ventas
de gas natural disminuyeron en 29,6%, con un valor de $us 380,70 millones
frente a los $us 541,49 millones de 2014.
Ahora bien,
los recursos gasíferos, minerales y de la agroindustria representan cerca del
70% de las exportaciones del país, lo que denota la gran importancia de las
materias primas para los ingresos nacionales. Esto ha ocasionado que algunos
analistas alarmen a la población, señalando que nuestra economía está en
decadencia, algo así como “el inicio del fin”, una aseveración tremendamente
exagerada. El peso de los hidrocarburos en el PIB es del 9%, siendo los rubros
más importantes la manufactura, con 18%, y la producción agropecuaria (12%).
Este tipo de
eventos no se presentan de manera súbita, obedece a una serie de factores y,
según lo sostenido por el Gobierno, han sido previstos, razón por la cual se ha
decidido incrementar la inversión pública hasta los Bs 42.000 millones ($us
6.034 millones), según lo considerado en el Presupuesto General del Estado
2015. Esta inversión está destinada a los sectores estratégicos que generan
excedentes como los hidrocarburos, electricidad y la minería; pero también a la
infraestructura caminera, comunicaciones, promoción de la industria; y a la
inyección de capital a las empresas nacionales y a la pequeña y microempresa,
que absorbe más del 80% del empleo.
Cabe recordar
asimismo que gracias a los ingresos percibidos por las exportaciones Bolivia
cuenta con cifras históricas de reservas internacionales, que bordean el 50%
del valor monetario de la producción total nacional, un colchón financiero que
permitirá mantener volúmenes de importaciones por mucho tiempo.
Por lo
expuesto, es necesario tranquilizar a la población. Las probabilidades de una
catástrofe económica por la caída de las exportaciones son mínimas. A falta de
inversión privada, la inversión pública pretende constituirse en el
protagonista del crecimiento, lo cual no implica negar un descenso del
crecimiento esperado de 5,9% al 5%, pero aun así Bolivia ocupará un lugar
predilecto en la región. Eso sí, siempre y cuando el Gobierno ejecute el
presupuesto de inversión programado.
y Twitter @escuelanfp
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