Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Leila Cortez Pérez
Un nombre por demás distractivo, pomposo y hasta glamoroso para referirse a lo que todos conocemos como TORTURAS.
La anterior semana fue noticia el informe del congreso de EEUU sobre los actos “antiterroristas” de la CIA, en el que se destacan las horrendas torturas aplicadas a prisioneros sospechosos de terrorismo, como método de interrogación y castigo. A pesar de no ser novedoso que en las cárceles norteamericanas donde mantienen a presos políticos, se tortura y se viola impunemente los derechos humanos, esta noticia no dejó de sorprendernos por los detalles de los ultrajes. ¿A quién no quebrantó su ser?
Unos con una pisca de decencia y cierta vergüenza reconocían éstos como “errores”; otros, allegados a uno de los principales alentadores de estás “técnicas” como es el ex presidente George W. Busch, los justificaban bajo el argumento de haber logrado frenar otros actos terroristas. La nota extraída del periódico El Deber versa en una de sus partes:
“… los métodos de interrogatorio aplicados por la CIA fueron "brutales y mucho peores" de lo que se había admitido hasta el momento.
El presidente de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, dijo que la divulgación era "una pésima idea" y que "nuestros aliados nos dicen que provocará violencia y muertes".
¡Nada más falso! Qué más violencia y muerte que las acciones, técnicas, tratos y demás ramas afines (es todo un paquete) que imprime este país norteamericano sobre otros Estados, so pretexto de combatir el terrorismo y por la defensa de la democracia de su nación y del mundo –sin que nadie se lo pida-. Lo único que hemos visto, al menos las últimas décadas, son invasiones; exterminio de pueblos y culturas; destrucción de ciudades y edificaciones históricas. ¡Cuánta pérdida para la humanidad!
Familias heridas, sin hijos e hijas, sin padres, sin madres, sin abuelos, sin abuelas, con inmensurables afectaciones psicológicas que no solo impactan las individualidades o las colectividades más inmediatas, sino incluso el desarrollo humano, económico y cultural de tantos pueblos que a mucho costo deben reconstruir su entorno, su infraestructura y su autoestima, sus ganas de trabajar y de crecer, de lograr una vida decente, en suma … de alcanzar la felicidad. Y en medio, muchos otros pueblos que en años no lo consiguen aún y como secuela siguen muriendo de pobres y hambrientos ¡¿Qué más violencia que eso?!
Un día tenían que hacerlo público y dialogarlo, digerirlo, ellos, los propios norteamericanos. Mientras les gritábamos los del Sur no era válido, ahora la realidad les golpea en sus entrañas. Falta saber en qué desencadenará este asunto público de la sociedad y el Estado norteamericano. O lo siguen tapando o le ponen punto final ¿Será que nos arriesgamos a tener fe en que van a parar?
La autora es cruceña, periodista y activista de los derechos humanos
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